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Una semana pasando de todo… menos de los recuerdos

Esta semana, como ya se iban, han pasado de todo.

María José, por ejemplo, se ha pasado la semana recolectando cosas a muerte para llevarse de souvenir. Se lleva las cacerolas, los pergaminos de las tentaciones, varias caracolas, el cacharro del aceite, raíces…

La verdad es que la mujer se ha pasado tres pueblos. Eva González dice que ha pedido a la organización dos maletas, porque con una no le llegaba para todo lo que ha pillado.

Ja ja ja. Jesús le pide que enseñe lo que lleva en el saco: lleva un collar con las piedras que ha usado, la cazuela, un montón de caracolas, los pergaminos de la organización, un trozo de caparazón de tortuga… y Jesús al final tiene que cortarle porque no hay tiempo para verlo todo.

Mientras, Trapote pone caras raras y le hace burla a sus espaldas. Deborah sigue con su cara de eterna sufridora de almorranas.

¡¡SE CIERRAN LAS LÍNEAS PARA LA EXPULSIÓN!!

A Parri le han criticado las dos brujas de Trapote y Deborah porque decía que le echaban menos comida que a los demás… y el día que se puso a repartir él ¡¡¡HICIERON ELLAS LO MISMO!!! Que gente más hipócrita.

Hemos visto cómo Trapote llamaba a Parri bufón.

Malena Gracia, esa mujer que se pone a pescar con el pelo enjabonado. En fin.

Ahora, en directo, las brujas de la isla se ponen a criticar de nuevo a Parri, a decir que es él el que está a la que salta. Parri da en el clavo, nunca dicen a la cara nada, sino a escondidas.

Deborah tiene cara de amargada hasta cuando sonríe.

Comienza la gala de la traición en Supervivientes

Dios. La camisa de Jesús Vázquez es como para quemarse a lo bonzo con tal de no verla. ¿Quién le elige las camisas, Carrascal?

En fin, comenzamos. Esta noche salen los dos últimos finalistas (os recuerdo que Deborah la traidora ya está en la final) uno lo elegirá la habilidad de los concursantes, y el otro, la audiencia con los votos.

Jesús conecta con Eva, que está delante de uno de los escenarios de la prueba de esta noche, una maraña de cuerdas.

Comenzamos recordando la puñalada trapera de Deborah. Sí, ella dijo seismil veces que nunca nominaría a su «familia» en la que estaba María José, a la que nominó con toda la mala leche.

Si en algún momento Trapote se puede ir, es esta noche. ¿Salvará la gente a María José para castigar a Deborah y a su amiguita?

Jesús conecta con los concursantes. Ya no volverán a la isla en la que han estado más tiempo. Charlan sobre la nominación. Trapote dice que es su séptima vez nominada y que ahí está… Se le habrá olvidado que las primeras cinco veces lloraba porque se quería ir.

Pero qué traicionera es Deborah… Salvó de la nominación a Parri, y poco después se dedicó a decirle a Trapote que ojalá la hubiera salvado a ella.

En directo Trapote dice que no está nerviosa por la nominación (o sea, que tiene claro que se queda, qué creída) e insiste que María José trabaja para aparentar.

Ya está Jesús con la «terapia». Parri sale con dos huevos, y dice que Trapote no está nerviosa, sino «cagadita» y que lleva una semana haciendo show televisivo y aparentando que trabaja.

A trapote no parece sentarle bien que Parri saque ese carácter que ella reclamaba en plan machista.

Que pesada Trapote con lo de que «queríamos vivir la experiencia» y aprovecha para meterse con Parri diciendo que no quería abrir cocos… Mira que me caía bien esta mujer y se ha ganado mi antipatía a pulso.

Dos ofertas tentadoras y se acabó lo que se daba

Ya  están de vuelta a la isla.

Jesús conecta con ellos. En la cabaña están dos esterillas y una olla, lo que perdieron la semana pasada, pero le dicen a Jesús que pasan de eso, que les den de comer.

Nada, las esterillas y la olla son la recompensa por hacer la cabaña. Perdi dice que como broma vale, pero que nada, que les den comida.

«Estáis pensando que me meta las esterillas por el culo, ¿no?», dice Jesús.

Jesús les dice quienes están nominados y Deborah nomina a su vez como líder: Nominado Perdi.

Me da que María José se va a su casa.

Jesús les anuncia que el reto de la semana es que las mujeres deben pescar 25 peces de aquí al jueves. Si lo hacen habrá una gran recompensa para todos, pero si no lo consiguen perderán todos algo. Dicen que no, que es muy difícil, que se lo cambien por 100 caracolas.

Pero nanay, no hay trato y no hay reto.

Ahora les hacen una nueva oferta: Pueden elegir entre salvar a un nominado o comerse una lasaña.

ja ja ja ja ja

Deciden comer, como desesperados, y los nominados los primeros que quieren ponerse gochos a comer.

Ya sabéis que mañana os hago un resumencito de la gala. ¡Que descanséis!

Comienzan las nominaciones

La primera en nominar es Malena. Le da sus votos a María José, por tomárselo todo a pecho y ser egoísta y a Parri, por irse del juego el otro día.

Va Perdiguero: «No te das cuenta de lo que te falta hasta que no lo tienes» dice Perdi ja ja ja ja ja ja ja ja El caso es que nomina a María José por ser egoísta y a Parri por eliminación.

Le toca a Trapote, que tiene un sobre para ella. Nomina a María José y a Parri, porque no les gusta su actitud con la convivencia. Le han dejado unas fotos de ella con Víctor y una carta, que no quiere leer ahora.

Le toca nominar a Sonia. Anda, aprovecha para decirle a su padre que ya que nunca se ha ocupado de ella espera que esté viendo por la tele lo que se ha perdido. Nomina a María José y a Parri, por descarte.

Nomina María José: Para Perdi y Trapote, a él porque le va a nominar hasta el fin de los días, y a Trapote porque según ella se quiere ir.

Ahora le toca a Parri: Le da sus nominaciones a Perdi, por no jugar limpio en el juego y a Trapote porque se quiere marchar «en teoría». Le ponen a su padre al teléfono y el muchacho rompe a llorar. El padre le dice que está muy orgulloso. El muchacho, llora que te llorarás.

Así que nominados del grupo: María José y Parri.

La Legionaria y Rafa tienen ahora la teoría de que los anónimos han hecho un pacto para echar a los famosos, pero se les olvida que echa la audiencia, no los concursantes.

Le toca nominar como líder a Deborah, pero lo hará en la isla.

Jesús anuncia que hoy los concursantes podrán salvar a uno de los nominados. Chaaaan Chaaaaaaaan

Rafa Mora llega al plató

El chupa chups de palo musculoso (uy, que mal suena eso, me voy a poner a escribir novela erótica) llega al plató y es asaltado por una señora, que suponemos es su madre, y luego por su novia.

Rafa, que es muy de cultivar el intelecto, lo primero que hizo en el hotel fue hacer pesas con las mesillas del hotel. Otro que ha perdido 16 kilos.

Jesús le recuerda lo de la petición de matrimonio, pero ahora recula y dice que no era una petición de matrimonio… Que bonito que tu novio te diga eso a la cara.

Ahora vemos los vídeos de su paso por la isla, que se resume en vagueos varios. Si ha perdido barriga ha sido de desgaste por fricción, de rascársela mientras estaba tumbado.

Ahora le ponen los vídeos de la bronca con María José y las opiniones sobre el tema de sus compañeros, que ya os digo que no le tiraron flores, precisamente.

Rafita se está calentando viendo el vídeo. Según Rafa, esa semana fue mala, pero le molesta que se le tache de machista, que no tiene nada que ver.

«Pescaba 18 pescados cagándome vivo y nadie me compensaba» dice Rafa. Madre mía, y eso se lo han comido todos.

«Es como si me dicen a mi algo de mi madre, lo mato«, dice Rafa de la discusión con María José y dice que ve las cosas diferentes después de descansar y de comer.

El hijo de María José dice que por su parte está todo olvidado por las disculpas de Rafa y su tono conciliador.

Ahora tocan los vídeos de movidas con Trapote. Se llevaban muy mal, luego en la selva muy bien, y en cuanto se fue, Trapote le puso a parir. Rafa dice que Trapote debería pedirse para navidad una personalidad.

Además, hemos visto a Perdi decir que se habían quedado muy relajados sin Rafa, como cuando se fue la Legionaria. Rafa dice que le duele un poco lo que dice Perdi, pero que no le acaba de faltar razón.

Ahora se enzarzan un poco el amigo defensor de Trapote con Rafa, que si pelota es Trapote, que si es práctica…

La Legionaria se pone muy guapa, pero luego llega al plató y se piensa que está en el mercado de verduras. Que tía más impresentable.

Joe, la mitad de la gala va a ser entrevista para la forma de vida conocida como Rafa Mora.

Rafa dice que ve de finalista a Trapote (que no va a ganar), Perdiguero y Deborah.

La prueba de recompensa

Deben superar una especie de pista americana pero en el agua.

Si lo hacen todos, se llevarán kilo y medio de arroz, si no, la parte proporcional de los que lo hayan hecho.

Ya están poniendo la musiquita de Perdidos. Perdi es el primero en hacer el recorrido y lo acaba sin problemas.

Va Parri, que también acaba sin problemas. Ahora le toca a la Trapote, que se piña en el obstáculo de los columpios. Sólo queda un minuto y medio.

Nada, Trapote la ha cagado y nadie más ha podido hacer el circuito, así que sólo des darán dos partes de arroz.

Llega al plató Román

Ahí está el lesionado-retirado.

Cuando le vea su madre, es capaz de tomarle la temperatura y la tensión a ver si puede seguir. Sus familiares y amigos, que son legión en el plató, le aúpan por los aires, cosa que ahora hace él con su novia, en una escena casi porno.

Román dice que sigue en el hospital, pero que ahora se encuentra mucho mejor. Perdió 16 kilos.

Ahora nos ponen los vídeos de su paso por el concurso, que se pueden resumir en que ha currado como un poseso.

«Sentí miedo, sentía que me iba» dice Román, apesadumbrado. Ahora dice que es muy duro, que el no lo ha sabido hasta que estaba allí.

Jesús le pregunta por qué siguió esforzándose a pesar del deterioro físico. Román dice que porque se lo tomó como un desafío, no como un programa de la tele. Jesús le pregunta muy sibilinamente si no se esforzaba por no defraudar a su familia.

Román no es tonto, y le dice que si le pregunta por la reacción de su madre y dice que lo que no quería su madre es que le engañaran, pero que quería que volviera.

Román dice: «Parezco Bustamante, aquí llorando». Que gran tipo.

Dice que como concurso lo ha hecho mal, porque ha sido poco listo, pero que lo ha hecho tal y como es él. Y se pone a recitar y luego a traducir una poesía en euskera, sobre unos pajarillos.

Y se va la calle… ¡¡Guillermo!!

De momento sigue en el concurso… Trapote. Estaba cantado.

¡¡¡Esa Malena, oé!!!

Se va a la calle Guillermo, alias el concursante invisible. Mira que me alegro, porque me cae mucho mejor Malena.

Es un pelota sin pudor, así que lo primero que dice es que gracias a la organización y luego que a sus compañeros «ole los cojones y a seguir para adelante».

No veo demasiada conmoción entre sus compañeros…

La tentación vive en el carejo

Bueno, lo de la tentación fue ooooootro motivo de cabrearse.

El caso es que Parri se quedó en el carejo (esa casetilla en medio del mar) y la organización le iba dando comida, que podía guardar o compartir con los que le iban visitando.

Lo que pasó fue que todos los concursantes hicieron de gorrones y sólo iban a verle a ver si sacaban algo de comida.

Yo insisto en lo de todos los años: ¿¿¿POR QUÉ LES DAN RACIONES DEL EJÉRCITO ESPAÑOL???

El caso es que al final Parri consiguió mucha comida (aunque se zampó algo también).

Las líneas quedan cerradas.

Ahora Jesús, como quien no quiere la cosa, saca el tema de María José y les pregunta que qué les pasa con ella.

Perdi comienza a hablar y María José le interrumpe a la segunda palabra. Todos la tienen por egoísta y por manipuladora y mentirosa.

María José oye a sus compañeros ponerla verde y pone las mismas caras de traicionada que ponía Parada. Habla Deborah, que explica… bueno, no mucho, porque se va por los cerros de Úbeda y no concreta.

Sólo hay una cosa que está clara: toooooodos la pusieron a parir. Dice MJ que de Perdi no le extraña nada, pero sí de «las niñas» o sea, las rubias novatas. La sargenta de la isla dice ahora que sí, que ha notado la tensión y que la ponen verde a sus espaldas.

Ahora sí que sí, os digo que María José es una embustera, porque dice que sólo tiene una camiseta, y se ha ido quedando con cosas de todos los expulsados, del primero, de Parada.

Sonia interviene para poner las cosas claras: Todos opinan lo mismo, por algo será. María José habla de que le falta ropa el día que va a la gala con un vestido blanco impecable.

Ja ja ja ja ja ja ja ja jaa j

María José sigue enfrascada en su discurso, pero mientras, le bajan el volumen y se ponen a hablar Jesús y la azafata de los sobres del expulsado.

El colapso de Perdi y la prueba sádica de

Parri le insinuó a Guille que él y Perdi se estaban tocando un poco la barriga.

Y Perdi, que a estas alturas parece un extra de la peli del Vaquilla (alegre bandolero) se cabreó, porque según él curra mucho, mucho, mucho.

Ahora vemos la prueba de recompensa. Tenían que tirar unas pelotitas a una especie de ruedo y robarlas para el campo de cada equipo.

El caso es que eso se convirtió en un matadero y la gente perdió los estribos y se liaron a zurrarse pero bien.

Ahí ponen un equipo de luchadores mexicanos cruzados con campeones de sumo y se acojonan. De hecho, Deborah tuvo que dejar el juego y los demás salieron con más cardenales que una reunión en el Vaticano.

Los que ganaron se llevaron una comilona a base de carne y patatas.

Ahora Jesús les reprocha su actitud y todos miran para abajo como si les hubieran regañado en el colegio. Parri sale como un chivato del cole y dice que Perdi le metió la cabeza en la arena y que encima la organización no tomó parte cuando vió que se estaba desmadrando la cosa.

La verdad es que el Perdi es más guarro que darle la vuelta a los calzoncillos. Parri se llevó la del pulpo porque es más del tipo empollón que del tipo marrullero.

Para Perdi lo que pasó es que reaccionó ante los agarrones de Parri a su camiseta y que le arañaron y le agarraron de «sus partes». Y dice, que como la organización no pitó falta él siguió y que lo que pasa es que Parri es muy débil y jovencito y no juega a deportes de contacto.

Ja ja ja ja ja ja

Que cabrito es Perdiguero, ahora dice que lo que le pasó a Parri es que «uh uh uh tengo miedo que voy a perder». Y Parri asegura, en relación a los huevos de Perdiguero, que «pellizcó lo primero que pilló«.

«Nosotros digimos que era un juego de contacto, no de animaladas, no podéis culpar a la organización de algo que hicisteis vosotros mismos».

Despiporre, todos hablando a la vez y cada equipo culpando al otro de juego sucio y de agresivos.