El dudoso diagnóstico y remedio para el dolor testicular que le han dado a Luis Rollán en ‘Secret Story’

Luis Rollán, camino de su tratamiento. (FOTO: TELECINCO)

¿Para qué ir al médico si puedes ir al confesionario? Pues eso es lo que ha pensado Luis Rollán, concursante de Secret Story, después de que lleve tiempo con los testículos como si no hiciera otra cosa que sentarse encima de ellos. Vamos, que le duelen. Tiene eso como si los usara para llamar a las puertas.

El caso es que ya preocupado por tales síntomas, dolor testicular, el zagal se fue a preguntar al cubo, que es como llaman en Secret Story al confesionario, para que se parezca lo menos posible a Gran Hermano y no se la líe nadie parda.

En el cubo diagnostican más rápido que el doctor House con un fonendoscopio en la mano y le dieron una solución en un santiamén. La gente esta que estudia cinco años de carrera, la especialidad y el Mir es porque son un poco inútiles. Is qui quiri sibir lis cisis y ni mitir ginti ni ni ni.

A Rollán le insinuaron allí dentro que su problema de dolor de huevos es la falta de actividad sexual. Vamos, que le duelen los huevos porque los tiene como las ubres de la vaca de Milka. Si te pueden llamar los de Central Lechera Asturiana para colaborar con ellos es que el problema está ahí.

¿Que pueden ser doscientas enfermedades más? Sí, pero primero si eso descartamos lo de eyacular menos que un buzón de correos, que tiene el nombre, tiene la forma y nada.

Luis Rollán, que tampoco es que sea muy exigente con las consultas médicas se dio por conforme y aseguró que «había que ponerse a ello», en referencia al tratamiento, que era básicamente «consolarse».

O sea, que Rollán se ha dejado el pene en carne viva. Ahora mismo tiene el bíceps derecho con rotura fibrilar. Ha jugado al cucú-tastás con su pequeña carita sonrosada. Ha exprimido el tubo de pasta de dientes. Ha abierto las compuertas de las alforjitas del amor. Le ha dado al mundo su maná.

Y todo eso en una casa con otras quince personas, porque la intimidad está muy sobrevalorada. Nunca vayáis a la estación espacial internacional con Luis Rollán, porque el baño no tiene puerta y el sitio es muy pequeño como para evadirse de según qué cosas. Rollán va al espacio y vuelve más ligero de lo que se va.

Pero dejemos una reflexión: que sí, que en Secret Story si estás enfermo llaman a su médico, pero si no te ven muy mal ya tiran ellos solos y te dan soluciones. ¿De medicina china, medicina tradicional, medicina científica? No, de medicina cuñada. Menos mal que a Rollán no le dolía el hígado.

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