Archivo de septiembre, 2021

¿Pero qué última tentación ni que niño muerto? ¡Pero si ya se miran como pedazos de carne!

 

Ha comenzado La última tentación. En el avance, en las imágenes que nos ponen de resumen de lo que va a pasar… a ver, habían acabado antes poniendo la página de la Biblia en la que se habla de Sodoma y Gomorra. Esta gente no tiene fin en lo de las tentaciones. Bailes de esos que se restriegan tanto que a las faldas y pantalones les salen pelotillas, arrimes acuáticos en la piscina y el jacuzzi, lugares de donde salió la leyenda del pez polla y por supuesto, imágenes de gente encamada y encaramada.

La gracia este año es que la luz de la tentación suena cuando son ellos los que se están pasando, no cuando se pasa tu pareja. O sea, que se te va la mano a donde la teta nace y suena la alarma. Eso es un método anticonceptivo y no los condones.

Mayka dijo que volver a la isla le traía malos recuerdos, aunque fue una experiencia bonita y lo pasó bien. Alejandro, que es su novio actual, dijo que estaba seguro de sí mismo. «De sí mismo», no de Mayka. Y que así se demuestran cosas «antes de que los sentimientos vayan a más». O sea, que tiene los sentimientos ahí en la retaguardia a ver qué pasa.

Andrea es la tercera vez que va a la isla. Ya le han dado el pasaporte de República Dominicana. Ha ido con un chaval llamado Roberto que no tiene flequillo, tiene el alero de un edificio. Cuando llueve puedes refugiarte ahí abajo.

Lester y Patri se emocionaron nada más pisar la playa. «No le quiero perder», dijo la muchacha, que tiene a Lester con un colgante con el teléfono apuntado por si se pierde. Patri preguntó en una clínica veterinaria si se le pueden poner chips a los novios.

«Yo no sabía que él me quería tanto y vine a ponerle a prueba a él y al final caí yo», dijo Fani y Christofer dijo algo, pero estaba llorando y se le entendía como si hablara debajo del agua. «Necesito comprobar que estamos hechos el uno para el otro», dijo Fani. JODER, FANI que parece Christofer un KIA, con siete años de garantía. Si lo pone más a prueba eso no va a ser una relación, van a ser unas oposiciones a bombero.

«No te vayas», le dijo Lucía a Isaac, que en su cuenta de Amazon tiene puesto «Cinturón de castidad con clavos» y seleccionada la talla de Isaac.

«Acuérdate de mí, no te vayas a enfriar», le dijo Lucía a Isaac antes de despedirse. Lo mismo que me decía mi abuela. Ella me recomendaba ir con rebequita, a Isaac le recomendamos ir con condones.

Christofer, los dos nuevos, Patri y Lucía se quedaron en una villa.

Fani, Andrea, Isaac, Mayka y Lester a la otra.

Al llegar a la villa, acompañados de Sandra Barneda, les dijo: «estáis en Villa Playa, aquí algunos…» HABÉIS FOLLADO. Pero no, dijo que si habían vivido experiencias y bla, bla, bla.

Isaac dijo que él en pareja es «distinto». No dijo si se tira a todo lo que se mueve o a lo que se mueve, todo, pero distinto.

«Isaac me parece un tío sensible y buen tío», dijo Mayka. Ay, Dios. En la villa en el minuto uno ya se sentaron juntos.

«Yo no puedo decir que no me vaya a pasar, porque la primera vez dije eso y me pasó«, dijo a priori Fani, que confía en su autocontrol lo mismo que un zorro en un gallinero en la suya. ¿Soy yo o Fani no tiene ni intención de intentarlo? Fani es de las que se ponen a dieta pero compran donuts para tener en casa.

«Si uno de los dos cae no hay que forzar, no vamos a obligar a la otra persona a estar con el otro», añadió Fani. No es por nada, pero yo creo que Fani estaba cruzando los dedos para que Christofer le pusiera los cuernos y tener vía libre.

Movidas gordas: ellos y ellas no saben cuándo suena la luz de la tentación y además, les van a meter a sus ex en la villa y deben dormir juntos.

En la otra villa, Sandra les dio la misma información. Bueno, la misma no información.

Lucía dijo que echa de menos a Isaac «porque siempre estoy con él, hablando con él y sabiendo lo que está haciendo«. JODER. ISAAC VIVE EN GRAN HERMANO.

«Me tengo que quitar los miedos», dijo Christofer, como el que tiene un trauma, pero es que sus miedos están fundadísimos. Es como el que se mete a nadar con tiburones con chuletas colgando del cuello para quitarse el miedo a los peces.

Lucía se cogió un puteo cuando le dijeron que en la otra villa entraba más gente y en la suya no. «¿Y por qué voy a estar yo mirando lo que él hace?» ¿A él le ponéis tentaciones y a mí no?», se quejaba. Pero es que ni dejó acabar de hablar a Sandra.

«Este es el grupo de los pringados, ¿lo sabéis, sois conscientes?», dijo Lucía, que en su edición me caía bien y ahora me está cayendo gorda. Pero gorda no tipo vaca, gorda tipo Godzilla con problema de tiroides.

Llegó la primera hoguera, que no sé para qué si llevaban dos días. Fani se había puesto un vestido que no le guardaba las tetas, se las sostenía. Las llevaba con en unas alforjas y se le iban saliendo como dos melones metidos en una cesta rota. HOLA, SOY FANI Y TENGO TETAS Y QUIERO QUE LO SEPAS.

Isaac iba con pantalones rotos. A Isaac le das unos pantalones enteros y no se los pone. Vistiendo tiene menos registros que la policía de aldea de los pitufos. HOLA, SOY ISAAC Y NO TENGO DINERO PARA ROPA Y QUIERO QUE LO SEPAS.

Total, que les dijeron que les iban a meter en la casa a sus «asuntos pendientes». ¿Matemáticas de tercero de EGB, que lo catearon? No, a sus exparejas.

Sandra les dijo que en Villa Playa solo hay cinco dormitorios y que tenían que compartirlos y que ellos tenían que decidir. «Pues al suelo todos», dijo Andrea. «O girados», dijo Isaac y saltó Andrea «¡SÍ, UN 69!». Mente sucia.

«No le voy a dejar en el suelo como un perro, pongo almohadas y cada uno para un lado», dijo Fani, que no es de poner barreras, ella pone almohadas. Fani llega a planear las defensas de Constantinopla y cuando llegan los turcos se encuentran algodón de azúcar y peluches haciendo un círculo.

El asunto pendiente de Fani era… ¡JULIÁN! Ni puta idea de quién es, ni me acuerdo. Llevaba el pelo blanco como si se bañara en agua oxigenada.

– Hola, Estefanía, ¿me esperabas?».

– ¿Perdón?

– Te perdono.

Y así empezó la conversación de buen rollo. Y de ahí, calló una bronca gorda. Fani se puso de pie y su vestido blanco era aún peor. Era como el vestido de comunión de Xena, la Princesa Guerrera.

Ah, vale, Julián era uno que tonteó con Fani al principio y luego acabaron tarifando. Pero por entonces llevaba el pelo como una persona normal. Fani decidió echarle de la edición y de ahí el rencorcillo. Julián está más despechado que un pollo sin las pechugas.

«No haber venido que la estrella soy yo y el estrellado eres tú», le dijo Fani en el coche de vuelta, que tuvieron que compartir. Fani, con su ego pequeñito.

A Andrea le metieron a… Óscar. Óscar que se lió con Mayka también. Óscar que anda como si no tuviera rodillas ni codos. Tiene los andares de un madelman. Óscar entró ya a saco: «A Andrea la veo guapa». Y ella echaba risillas.

Se fueron juntos con buen rollo. Mucho buen rollo. «Yo noto como me mira», dijo Óscar, que es un flipado y pasa por delante de la Cibeles y piensa que la Cibeles se lo quiere follar.

«Yo he venido a dejarme llevar», dijo Andrea cuando le preguntó Oscar a qué había ido. MADRE DE DIOS ANDREA. Está muy por la labor de caer en la tentación. Si Andrea fuera un ratón y Óscar un cepo, pasaba del queso y se metía en el cepo dando saltos.

Cuando salgan Andrea y Óscar alejaos de la pantalla, que salpica.

«Ya te ha tentado cariño, lo tuyo es muy fácil, habérselo puesto un poco más difícil, que es la primera noche», le dijo Fani cuando se encontraron. Sí, Fani aconsejando sobre resistirse a los hombres.

A Lester le metieron a… MARTA. «La veo que anda diferente», dijo Mayka, porque claro, se ponen tacones y luego tienen que ir por pasillo en medio de la selva que ahí se tropiezan hasta las cabras.

«Soy tu creadora, sin mí no te comes nada«, dijo Marta, que parió a Lester y luego ya fueron novios. Estas dos personas han discutido mucho. Si alguna vez habéis dicho «no tengo ganas de discutir», es porque se quedan ellos con todas las ganas.

Se dicen unas cosas tan feas que no sé ni por qué se siguen hablando. A mí me dice alguien una sola de las cosas hirientes que ellos se dicen y me cambio de planeta por no estar cerca. «Lo que yo te hice en ese jacuzzi no fueron cuernos, fue karma», dijo Marta. QUÉ CANSINOS, JODER.

Marta mucho, porque dice que la culpa es de Lester, pero Lester se calla y sale andando y ella le persigue señalándole con el dedo y gritándole. Yo soy Lester y aprendo a hacer maratones sólo por poder dejarla atrás.

Nos enteramos de que Mayka y Gonzalo se liaron un fin de semana. Yo en este folleteo ya me pierdo. Aquí la gente tiene que llegar un momento en el que o se apuntan a quién se han tirado o se lían.

Y a Mayka le metieron a… Pablo. Pablo, que ahora tiene pelo. «Ya no le reconozco», dijo Mayka, que claro, con pelo no es el mismo. Pablo peluquero, calvo traicionero. El caso es que los dos dijeron verse muy guapos y tenerse cariño. La camisa de Pablo era como para tenerle más tirria que cariño. Qué cosa más fea, joder. Eso no era una prenda, era una maldición. En el antiguo Egipto si hacías algo malo te momificaban en vida. Si hacías algo MUY MALO te ponían esa camisa.

Mayka reveló que Pablo y ella volvieron a quedar hace poco y que él la rechazó. Pero en fin, se fueron juntos y bien avenidos. Pablo anda como si se acabara de bajar de un caballo. Tiene las piernas que parecen dos paréntesis besándose.

«Estoy enamorada de Alejandro, pero también estaba de tí y lo hice… ¿tú quieres que pase algo?«, dijo Mayka. Madre de Dios. Esta gente está entregadísima a caer en la tentación.

Cuando Mayka y Pablo llegaron a la casa hubo tensión, porque claro Óscar sacó a relucir el tema de que se tiró a Mayka y hubo movidote.

Y quedaba Isaac. Su asunto pendiente era Marina, claro. La muchacha llegó por el pasillo del musgo mirando al suelo y con cuidado como si estuviera pisando minas.

Marina es otra que no entiende eso de que es mejor insinuar. El vestido sólo le tapaba un lado del cuerpo. Con eso vas a la playa y acabas morena al 50%. «Me hicieron daño esta persona y la otra», dijo Marina, que montó un drama del copón.

«¿Estás bien ya, puedo soltarte?», le dijo Sandra Barneda a Marina, porque la tuvo que coger de la mano del telele que le dio a la muchacha. Pero enseguida se repuso y comenzó a echarle cosas en cara a Isaac.

«Ella le mandaba fotos que no eran normales», reveló Marina. ¿No eran normales? Lo mismo salía Lucía vestida de oso panda haciendo malabares con calaveras de unicornio.

«Confié en él y me dieron por todos lados», dijo Marina.

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Salió a la luz que Isaac dejó a Marina el día antes de liarse con Lucía. Yo ahí veo un tecnicismo. Pero Marina no, porque dijo «qué asco» unas doscientas veces. Es increíble esta gente, que ha puesto los cuernos más que un taxidermista la baja tolerancia que tiene a que se lo hagan a ellos.

Cuando ya estaban todos juntos en la villa sin saber muy bien por qué, Marta acabó con el brazo en el cuello de Lester y dándose un besito en la mejilla. Madre mía. Aquí va a arder Troya.

Y se fueron todos a dormir. La mayoría se pusieron cojines, otros el colchón en el suelo, pero Andrea y Óscar no. NADA. Andrea se puso a preguntarle cosas necesarias para dormir como «¿estás soltero?» y Óscar despatarrado como si le quemara el pene al rozar los muslos.

Y se acabó lo que se daba amigas!

 

 

Guerra entre la alemana Emmy y sus compañeros españoles en ‘Secret Story’: «Qué asco de gente, les tengo odio y voy a explotar»

Emmy, en el confesionario, en el muro de las lamentaciones. (FOTO: TELECINCO)

Emmy, la concursante alemana de Secret Story, que habla español mejor que Cervantes, está enojada porque sus compañeros la tienen como al jarabe: la tragan sólo cuando es imprescindible. Y ella, que tiene buen carácter y para nada es susceptible, sólo les odia. ¿Les odia un poco como de ponerles mala cara? No, les odia de que ve a sus compañeros ahogándose en una piscina y hace pis dentro para que suba el nivel del agua.

Antes de nada os cuento un poco como iba la cosa anoche. La gala empezaba a las ocho. Paraban a las nueve. Empezaban de nuevo a las diez y a las once se pasaban a Cuatro. Es más fácil seguir a Supermán en moto que a una gala de Secret Story. ¡Mira una gala, pide un deseo! El mando a distancia se inventó para cuando llegara Secret Story.

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Emmy, la única alemana que no ha trabajado en la vida y cuya productividad se acerca a cero tanto que es cero, tenía todas las papeletas para encajar entre españoles, pero no, está de uñas con muchos de sus compañeros y compañeras y eso es mucho estar de uñas, porque lleva unas garras de estilo cóndor andino.

El caso es que se ríen de ella un poco y le hacen el vacío por cositas de nada, como que diga que ella quiere un hombre que le regale dinero o que comiendo sea como una plaga de langostas saliendo de una dieta.

Emmy se fue al confesionario y comenzó a decir cositas lindas de sus nuevos amigos, como «qué asco de gente». Ah, el amor.

«No quiero estar aquí», dijo ella, que para haber hecho varios realities en Alemania está poco curtida. Allí en los realities lo más fuerte que debe pasar es que uno salude a otro por la mañana con poco ánimo.

«Me tienen envidia porque yo soy mejor», aseguró ella, sin llegar a especificar en qué era mejor. ¿La mejor en ponerse vestidos como sacados de la película ‘Heidi se hace mayor y descubre OnlyFans’? No lo sé.

«Les tengo odio no quiero verles porque voy a explotar», añadió Emmy, tranquila como un chihuahua abrevado con café. Emmy es tan de explotar que no puede coger aviones porque los perros antibomba del aeropuerto la huelen y ladran.

Emmy no es la única que ha llorado en la casa. Frigenti, que se ha visto más realities que Jorge Javier Vázquez y Mercedes Milá juntos, está sobrepasado por estar dentro de la casa. «Era lo único que quería que saliera por nada del mundo: mi inseguridad», dijo, como si la inseguridad fuera una gata sin castrar, que sale de casa y te la preñan.

Eso sí, Frigenti se pasa el día dando consejos estratégicos a los demás, sobre todo a los Gemeliers, que son sus súper amiguis.

De hecho, una de las cosas que tienen a Emmy cabreada es el reproche que uno de los Gemelier le hizo sobre el hecho de que coma demasiado y sobre todo, dulce. Emmy consume más azúcar que la fábrica de Donuts. La muchacha no puede salir con un diabético, porque lo besa y lo mata.

«¡¿PERO TÚ QUIÉN ERES PARA OCULTARLO, QUIÉN?! ME ESTÁ ATACANDO!! Dijo Emmy, cuando el Gemelier le dijo que iba a esconder los cereales. ¿Exagera el Gemelier?

«Como cereales hasta seis veces al día», dijo Emmy. No hay más preguntas, señoría. En consumo de cereales está una granja de gallinas y luego Emmy. Los cereales se van a esconder solos. Eso es un cerealicidio.

«Es una sensación asquerosa sentirse vigilada», dijo Emmy, que se ha metido en un reality con cien cámaras, doscientos micrófonos y 15 personas más. Lo mismo esperaba privacidad.

Al que sí se arrima Emmy es a Luca. Le gusta más que los cereales.  De hecho, todo el mundo abraza a Luca. Luca debió ser el quinto teletubbie, joder, con tanto abrazo de los cojones.

¿Y de dónde más venía el cabreo de Emmy? Pues resulta que hicieron un juego en el que tenían que decir quién era peor conviviendo y a Emmy le reprocharon un par de chorradas. «Has dejado tu cepillo con pelos en la cocina», le dijo Sofía. «Has dejado las lentillas en la cama», le dijo otro.

Y NADA, COMO SI LA HUBIERAN ACUSADO DE MATAR GATITOS.

«Todo el mundo piensa que soy tonta y que soy la del marqués», decía desconsolada Emmy en el confesionario, porque ella se ve candidata al Nobel de Física.

«Qué gilipollas es la gente, de verdad», valoró. Mira, en eso un poco de acuerdo tengo que estar, empatizo un poco. «Sé que voy a salir nominada, porque ven a una concursante demasiado fuerte para ellos, que no son nada», dijo a continuación. A tomar por culo la empatía.

«Tengo odio a cualquier persona que me ha puesto en la lista», añadió Emmy, que trabaja a destajo para generar odio suficiente para todo el mundo. Emmy, generando odio:

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«Ella está acostumbrada a ser el centro de atención y nosotros vamos a nuestra puta bola», valoró Sofía Cristo, que suele estar muy acertada en esas cosas. De mis preferidas en la casa.

Emmy vio en directo todo lo que sus compañeros habían dicho de ella. «Estoy viendo la cara de quienes se ríen a la cara y por detrás no», alegó, mientras prestaba atención con sus ojillos inquisidores. Y como Frigenti dijo que era como una ameba, ella preguntó qué era.

«Ameba es un tipo de planta», dijo Sobera, que para todos los concursos de preguntas y respuestas que ha presentado ya podía pedir el comodín de la llamada. Una ameba es un protozoo microscópico unicelular no clasificado ni como animal, ni como planta, ni como hongo. ¡APRENDIENDO CON GUS!

«Yo no me veo así», dijo Emmy. Nos ha jodido, es que si ella misma se ve como una ameba pues raro es. Imaginate Emmy mirádose al espejo:

«Yo no soy ni cerda, ni sucia ni nada de lo que me dijeron en el juego», alegó Emmy, que no quiere ser Peppa Pig, pero se viste del mismo color.

Frigenti intervino. ¿Para conciliar? Sí, claro, jajajaja. Frigenti ni no trabajar en la tele sería dinamitero. «Ya vale de teatro y de show porque yo me he acercado a ti, he sido empático y he tenido la generosidad de consolarte y no te has acercado a mí», le reprochó a la rubia.

«No soy sorda, no soy sorda, no soy sorda, no soy sorda, no soy sorda, no soy sorda, háblame bien», dijo Emmy porque el muchacho le estaba levantando la voz. Y logró que Frigenti empezara a hablar normal, porque el muchacho viene de Sálvame y piensa que el tono de voz normal es volumen romper tímpanos.

«Paso de discutir con cinco personas a la vez, porque yo no soy de discutir, soy de decir las cosas a la cara», aseguró Emmy. Decir las cosas a la cara, o sea, de discutir. Pero los dos acabaron por ponerse tiernos y perdonarse en un momento más emotivo que el osito de Mimosín abrazando al corderito de Norit.

Emmy acabó abrazando a Frigenti, todo lo cerca que permitían los trabajados pectorales de ambos.

Otras cosas: «Sandra no se ha tomado en serio su misión y por su pasotismo y desidia va a ser sancionada«, anunció Sobera. Es raro que alguien no se esfuerce porque la boca le huela a pozo, porque esa era su misión: que el aliento le oliera mal y se lo dijeran. Yo conozco gente que esa prueba la gana todos los días.

«Sofía Cristo nos confesó algo que nadie sabía, que ni su madre sabía», dijo Sobera. Bárbara Rey, en plató, ponía caras de mucha sorpresa. «Si ella me ha ocultado algo es por no hacerme daño», como mi padre cuando guardaba la motosierra en un cajón con llave. Que me conocía el hombre y no quería que me hiciera daño.

«Bigote lo ha pasado mal, ha llorado»; le dijo Sobera a Terelu y ella respondió «bueno». Os traduzco:

Español: Bueno.

Terulés: Por mí como si está meando y se cae la tapa del váter y se queda sin pene, la madre que lo trajo, que llore hasta que se le queden los lacrimales como el culo de un pingüino muerto.

«Hay gente que tiene facilidad para tener la conciencia tranquila», dijo Terelu, porque Bigote al parecer tiene papelera de reciclaje para echar las cosas malas. Fornicación con un ornitorrinco que quedó cojo… a la papelera. Vaciar papelera. Hala. Nunca dejé cojo a ningún animal.

El caso es que al parecer los compañeros de Bigote se quejan de que Bigote habla mucho de María Teresa Campos, pero se pasan el puto día preguntando por ella. Isabel Rábago le interrogó que le faltó pegarle para que cantara más y luego dijo que a ella «se lo había contado nada más levantarse».

«A Bigote se le ha preguntado en esta casa 17 veces», salió en directo Canales en defensa de Bigote. EEEXACTO.

Y vimos una cabina colgada de una grúa que en plena gala dejaron en medio del jardín. Esto es muy español, acabar de poner las cosas a última hora. El caso es que el teléfono de la cabina sonó.

El famoso que contestara a la llamada será inmune y además podrría nominar sin que los demás sepan a quién lo ha hecho. El teléfono sonó en directo y la mayoría pasó, pero Julen fue echando leches a coger el teléfono. Qué bien… con lo bien que me cae. Es IRONÍA. Cómo se nota que es un millenial, que ve un teléfono y se tira a por él. Si le quieres cazar le pones un cepo. ¿Con queso? No, con una cuenta de TikTok.

Sobera le dijo a Julen que tenía que guardar el secreto de sus privilegios y cuando se los dijo él se puso a saltar en la cabina y a chillar ¡¡TOMAAAAA, TOMAAAAAA, SÍIIIIIII, SÍIIIIIII!! Julen es el que guardó el secreto de cómo hacer fuego. ¡Pero Gus, si todo el mundo tiene fuego, hay mecheros y cerillas y…! Exacto.

Soy fan de la risa de asfixiarse de Lucía Pariente. La veo así:

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Frigenti, que ha tenido ya varios altercados, en directo pidió un poco perdón y acabó con un: «Quién me quiera comprar, que me compre y si no, tengo a mi familia». Es el lema del brócoli.

«Estoy en todas las salsas», añadió Frigenti. Si alguna vez habéis mojado un finger de queso en algo, lo habéis hecho en Frigenti.

Y llegó el momento que nadie necesitaba:

«Entré muy preocupado porque soy muy estreñido y aquí estoy yendo como tres o cuatro veces al día«, nos contó Frigenti.

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«En esta casa se ha corrido el bulo de que mi mierda huele peor de lo normal», añadió. BONUS DE COSAS QUE NO QUERÍAMOS SABER.

La misión en la casa de Bigote es estar tumbado. La de Canales, correr en la máquina de correr y hacer posturitas y flexiones y por eso le han criticado. Canales veía durante la gala las críticas en la pantalla del salón mientras cenaba. A él no le quita el hambre nada. NADA. A Canales lo van a fusilar y se lleva la cena para ver cómo lo hacen.

Como todos estaban hablando en la casa y no dejaban hablar a Carlos Sobera intervino Isabel Rábago: «¡HAY UN PRESENTADOR Y ESTÁ HABLANDO!«. La pelota de la clase. Se va a poner en las galas a apuntar en la pizarra a quien hable.

Fiama también va a su puta bola. Estaba en medio de la gala con un rizador de pestañas apretándose los párpados que no sabías si quería darle curva al pelo o le sobraba parpadear. Luego se echó rímel como

Fantasía, que tenían a Aramís Fuster en el plató de la gala sentada en una mesita con una bola de cristal y vestida como si hubiera sacado el look de la caja de objetos perdidos de un concierto de John Lennon.

Y por mí… ¡se acabó lo que se daba!

 

 

Cristina Tárrega y Tom Brusse tontean descaradamente en el plató de ‘Secret Story’

Ay, el mamoneo que hay en plató con los colaboradores. De una boda sale otra boda y de Secret Story salen amiguitos y amiguitas… que se lo digan a Tárrega y Tom, que si se lían serían TarreTom o TaTom. Mucho mejor que al revés, porque serían TomTa. Y como nombre de pareja, no mola. Pero antes de entrar en eso, hablemos de mi persona favorita: Chimo.

El DJ fundador, Chimo Bayo, se está adaptando muy bien a la casa de Secret Story, pero claro, él ha vivido rodeado de gente que se hacía 300 km de discoteca en discoteca durante días así que esto le debe parecer el paraíso de la coherencia y la luz. Hasta ahora Chimo pensaba que si un ser humano soltaba su cubata se moría. Los ojos rojos y el ritmo cardiaco disparado eran las constantes vitales que él siempre conoció.

Y aunque ahora está en el reino de la calma (ya veremos cuando empiecen las movidas gordas)  no ha podido evitar tener sucesos paranormales, así, sin separar la palabra, como tener pesadillas o tener que hacer la prueba con la rodilla que más que una rodilla parece una carraca. Chimo es sin duda el que está más fuera de ese mundo pero se está ganando el favor de sus compañeros y de nuestros corazones huhaneros.

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La gala comenzó con Jordi González con el pelo blanco y debajo de un foco de luz fuerte que lo enfocas hacia el sol y se pone gafas oscuras el sol. Así que el pelo de Jordi parecía el faro de Alejandría. Las polillas van hacia la luz y los barcos mercantes van hacia Jordi González.

Sofía llevaba unos pantalones que no es que estuvieran un poco rotos, así en plan moderno, es que eran jirones directamente. Esos pantalones se los encuentra un mendigo del París del siglo XIX y no se los pone por ser indignos.

Sofía y Luis están hasta los ovarios de la guait rum. Hay prisiones en Guatemala con más espacio que ellos en la sala esa de los cojones. Y claro, les dijeron que podían volver con los demás y se pusieron contentos como unas castañuelas fumadas.

Se han aburrido lo más grande. Lo único entretenido que han hecho ha sido limpiar. La puta blancura. Soy yo y les pongo una habitación gris con puntos negros, que así la mierda se disimula guay.

El caso es que los de la casa tenían que conseguir unos escarabajos para su prueba. La próxima prueba lo mismo son ratas. No sabes si son pruebas o trabajos de exterminador. El caso es que Sofía y Luis les han estado robando bichos para joderles la prueba, como era su misión, que han completado. En cuestión de misiones de cagarse la perra de difíciles está la de los paracaidistas que caen en territorio enemigo y luego lo de robar escarabajos.

Bigote va por la vida con tapones de los oídos colgados del cuello. A veces se los pone. Otras no. Qué maravillosa forma de ignorar las cosas que no te gustan.

El caso es que Jordi les dijo a los de la casa que no habían superado la prueba. Drama, dolor, desesperación. Pero al momento les pusieron la imagen de Sofía y Luis robando como si estuvieran en el Primark y el guardia hubiera ido a mear.

Jordi es una persona muy calmada y sabe captar la atención de la gente. Por ejemplo, en un momento dado de la gala estaban todos hablando y les dijo «¡CALLAOS, COÑO!».

Bigote ha estado dos horas rajando de su ruptura con María Teresa Campos. Es todo un caballero. Dijo que lo que él cuenta es la verdad y se puso a llorar. De deja el bigote para que las lágrimas no se le metan en la boca.

Isabel Rábago le hizo un interrogatorio y Bigote acabó por decir: «que digan que yo la he dejado por whatsapp… eso es incierto diez mil millones de veces». A la diez mil millones una ya es verdad. Dijo la defensora de Bigote en plató, que es una señora que lleva el pelo que se lo puede surcar un surfero, dijo que el mensaje le pidió que lo mandara Terelu. Joder, las Campos, son como la CIA, haciendo montajes.

«Como yo la quería me dio pena y volví», dijo Bigote en un momento dado, porque él es un benefactor del amor. Reparte cariño como el que da limosna a los pobres. A Bigote le pones carita de pena y vuelve contigo aunque no haya salido contigo nunca.

Toda Toya, dijo que Bigote en México tiene un negocio que es como la ONCE de aquí pero para minusválidos y «gente diferente».

Jordi les contó cómo funciona lo del pulsador y revelar el secreto de otro concursante, pero los de la casa no se enteraban.

Uno de los secretos es que «hizo un milagro». Dijo Jordi que la productora había investigado para constatar el milagro. En Zepelin hay redactores, guionistas, cámaras, presentadores y exorcistas.

Sandra tiene tanto de qué hablar que sólo habla de Tom. En sueños Sandra dice cosas de su ex. Si dentro de cien años Sandra apareciera en una psicofonía sería diciendo como en susurros «tooooom, tooooommaloooo».

«El día que yo quiera vender a Tom voy a tener los huevos de venderle en un plató», dijo Sandra Pica. Lo de vender lo dice porque en un plató te lo pagan. Que en el mundo de la tele contar algo gratis es como limpiarte el culo con billetes de 50 euros.

«No me meto en un reality con este hombre ni aunque me paguen. No puedo con él», dijo de Tom, que lo veía todo desde plató removiéndose en su asiento como si se lo hubieran llenado de hormigas carnívoras.

«Salía a por una cosa y tardaba 12 horas en volver», aseguró Sandra sobre Tom, que oye, si el estanco está lejos, pues claro, el muchacho tardaba. Madre mía 12 horas. A Tom hay que dejarle salir de casa con una pegatina en el pecho con el nombre, la dirección y un teléfono para que llame quien lo encuentre.

«Me llama para preguntarme cómo se pone el aire acondicionado o qué suavizante compra», se quejaba Sandra. A Tom le pasa lo de que se acaba el mundo y se queda él solo y lo mismo sobrevive, pero pasando calor y raspándose con la ropa.

«Doce horas eran pocas, con lo que aguantaba tenía que ser una semana», se quejó Tom en plató, que no se tomaba descansos de Sandra, se tomaba vacaciones.

En otro orden de cosas, ya en directo, los Gemeliers, Sofía y Luis les dieron una pista sobre uno de los secretos. Sofía eligió una pista sobre Emmy. La pista era el libro de Oliver Twist. Sofía dijo que lo mismo era «de una familia en la que les gustaba leer». Tócate los cojones. Si leyeran sabrían que Oliver era un niño huérfano. Y de ahí a hilar con que sus padres la abandonaron…

Vimos un vídeo de la convivencia y descubrimos que Emmy se depila los sobacos con cuchilla, pero se la pasa que parece que está segando un campo de trigo. Debe tener la piel del sobaco ya como el cuero viejo. Por ahí no la apuñalas.

La putadita semanal es que a uno de los concursantes le olerá el aliento varios días. Le darán de comer cosas que haga que le apeste la boca y la gente votaba a saco por Sandra Pica. Esta mujer se ha ganado al país. Uno de Vox y uno de Podemos se ponen de acuerdo en votar a Sandra para que le huela el aliento. Así que será ella la que tenga que conseguir que alguien le diga que le canta el pozo.

El bueno de Chimo ha tenido pesadillas. Soñó que se meaba vivo y tuvo que salir corriendo al baño. Soñó con que tenía que volver a la casa de SE  y que por el camino se meaba, así que se despertó y salió corriendo a mear en medio de la noche. Un poco más y se riega el calzoncillo. Durmió tan mal que por la mañana se tuvo que poner a hacer Yoga. Yo ga nas de dormir tengo, porque se quedó dormido.

El caso es que él dijo que su noche había sido letal, pero la pesadilla iba de que «estaba en unas oficinas y tenía que regresar a Secret Story» y la gente le preguntaba si era Chimo Bayo. OH, SÍ, QUÉ ATERRADOR. La gente que sueña con asesinos, con payasos demoníacos y con la muerte de seres queridos son unos exagerados de mierda. Oficinas, joder, me cago de miedo.

En plató Cristina Tárrega y Tom estaban todo el rato de risitas. En un momento dado Jordi les dijo «¿estáis tonteando?». Bienvenidos al primaria de nuevo, amigos. He visto asambleas en guarderías con más madurez que ese plató. Pero lo cierto es que sí: Cristina Tárrega le pone ojitos a Tom, que con el currículum que tiene es ir a lo seguro.

Y Tom, pues se deja querer, porque así es Tom, abierto al género femenino. Él no es nada egoísta y se entrega a todo lo que se mueva. Tom para todas y todas para Tom.

Ya ha habido en la casa la primera gran bronca. Ya tardaba y eso que han sido sólo dos días. El caso es que Cristina, la reportera deportiva, ha exigido a la gente en la prueba como una entrenadora rusa de gimnasia artística. Le la faltado acariciarles el lomo con un látigo. Y Lucía Pariente acabó por llamarla «la controladora de la prueba» y Fiama… bueno, sabemos que dijo algo, pero vocalizaba tan poco que parecía Arévalo diciendo tres tristes tigres.

Por último, destacar que Isabel Rábago, que está en la casa haciendo más preguntas que la KGB en fiestas ha sido la primera en darle al pulsador para resolver un secreto. Según ella es Julen el que es «hermano de su padre». He conocido familias raras, pero que tu hermano haya preñado a tu madre excede con mucho mi pensamiento libertario. Total, que la teoría de Rábago, que creo que quiere cambiar de coche y quiere los 50.000 euros, es la siguiente:

«Julen me explicó que sus padres le tuvieron muy joven, me habló de la admiración que tiene a sus abuelos», así que ella cree que «el padre tiene un hijo siendo demasiado joven y es el abuelo el que le adopta o le da la categoría de hijo, entonces se crían como hijos y hermanos» y por tanto como hermanos. Está cogidillo con pinzas…

¡Y se acabó lo que se daba!

 

Pifia gorda de Emmy y los Gemeliers nada más empezar Secret Story y la entrada histórica de Chimo Bayo comiéndose la casa

Los Gemeliers, con Emmy, que les va a traer por el camino de la amargura. (TELECINCO)

Ha comenzado Secret Story, que es como lo que yo tuve con Jessica Chastain, una historia secreta, tanto, que ni ella ni yo sabemos que ocurrió. Pero dejemos a un lado mis perversi… fantasías para hablar de cómo una tal Emmy hizo que los Gemeliers la cagaran a la primera de cambio y cómo Chimo Bayo sigue haciendo historia.

El padre de todos los DJ, la persona que parió el ‘HU HA’, el mito que se hizo la ruta del bacalao más veces que el autobús Madrid-Valencia, el músico que le cantó a su tía Enriqueta, ese, entró en la casa y lo hizo de la forma más espectacular vista en la historia de los realities.

La cosa comenzó con JJV vestido de lentejuelas, que parecía un dragoncito achaparrado con tanta escama. A JJV le puedes poner a defender un tesoro de dragón, pero como mucho un par de monedas de chocolate.

Y nos dijeron de golpe unos cuantos secretos más:

«Robo la ropa interior de mis amantes«, vale. Si alguna vez habéis follado y os habéis ido después a casa con los genitales escocidos por la costura del pantalón es que habéis estado con ese famoso. Hacedmelo saber.

«Mi familia no sabe que los estafé«, bueno, pues nada, hay un famoso que esta Nochevieja cena solo en su puta casa.

«Perdí la virginidad con una persona trans«. Y yo con una chica de Cartagena, ¿qué me estás contando? ¿Por qué iba eso a ser un secreto?

«Me han dado la extremaunción«. A mí un cromo de Pokémon mazo raro en que salía Picachu fumando.

«Viví en un centro de menores porque mi madre me abandonó«. Yo voy a acabar en un centro de mayores, todos tenemos movidas.

Hay una cámara de los secretos donde se guardan pistas para saber a quién pertenecen. El acceso es restringido y hay que ganárselo. Mira, como mi abuela sentada en el quicio de la puerta del pueblo, que sabe lo que ha hecho todo el que pasa y también hay que ganársela para que largue.

Hay un pulsador para cuando te quieres chivar de algún compañero y un sitio que JJV dijo que se llama guait rum, la habitación blanca, que es una sala blanca en la que no puedes comer nada porque ahí la mierda se ve a kilómetros, qué suelo más malo para fregarlo.

Hay 50.000 euros para el concuersante que el público elija y haga ganador y 50.000 más para quien consiga una de las 16 esferas que había disponibles. Salió una notaria para certificar que se había sorteado la esfera que tiene los 50.000 euros. La señora notaria tenía mucha chispa y saludó a su familia y sus amigos. Los Javis siempre dicen que Ya estaría y ella que No Taría. JAJAJAJAJAJA

Me voy. Vale.

Las esferas estaban en una pirámide de cartón piedra. Pero antes de llegar a eso, en la misma pirámide, dentro de un sarcófago, estaba Bigote Arrocet. Pero la maldición suya como faraón debía ser la de la sordera, porque no salía ni padiós.

Cuando salió iba de gracioso, diciendo que era TutanTrankilo. Bravo. Está a mi nivel. JJV le cortó la alegría de golpe hablándole de sus mierdas con María Teresa.

JJV es capaz de borrarle la sonrisa a Bob Esponja el día de su cumpleaños. JJV iba a degüello con el asunto. Te sientas en un hierro oxidado gordo, se te mete por el ano y luego tienes que hacer una maratón con eso dentro y es menos incómodo que las preguntas de JJV.

Y vimos a Canales Rivera, Canales de aquí en adelante, al que le metieron a una muchacha que al parecer tiene mal rollo con el, una tal Cintia. Nombre que va con h intercalada que me va muy mal escribir.

Y a Lucía Pariente, con esos ojos de salir en Juego de Tronos matando a gente viva. También entró Alba Carrillo, a la guait rum. Entró como se debe entrar al más allá después de morir: acojonada. Hay gente que ha ido a la guerra con menos miedo.

¡¡Y ENTRÓ MIGUEL FRIGENTI!! OJOOOOOO

Ya iba siendo hora. Frigenti estaba metido en una sala llena de pinchos al rededor de su cuerpo y cabeza, que si pasa una mosca y mira para arriba para verla, se mata. Frigenti estaba con los cojones de corbata. Pero de corbata apretada. Tenía los cojones que se los pones a un toro al cuello y lo asfixian.

Y también estaban ¡LOS GEMELIERS! Lo primero que hicieron cuando les encendieron la luz fue mirarse al espejo a ver si tenían colocados los caracolitos del pelo. Les hicieron cantar, porque son cantantes. Si llegan a ser mecánicos les hacen reparar una junta de culata.

«¿Qué tal lleváis el alemán?», les preguntó JJV y ellos respondieron «sabemos un poco de ruso». Ah, vale muy bien. ¿Sabes dónde está China? Sé dónde está Teruel.

Se llaman Jesús y Dani. Dani es el que tiene el pelo como si se duchara con agua oxigenada. El secreto de los Gemeliers es que una vez no se tomaron el colacao en la merienda.

Volvemos con Alba Carrillo, en directo. Le pusieron un musicón de Chimo Bayo y se pegó un susto que la guait rum ahora tiene un poco de brown. Alba dijo que su madre, a pesar de que está casada, podría echarse un amante en la casa. Muy bien, ahí, la libertad sexual. Lo siento por el amante, porque a mi me pide rollo Lucía Pariente y me pasa con la cola como a las lagartijas: se me cae.

Arrocet y Lucía se conocieron dentro de la casa. Arrocet iba vestido de faraón que es la mejor manera de ligar. Te vistes de antiguo mandatario del Nilo y follas fijo. Me fascinan los dientes blancos de Bigote. Bigote abre la boca y le brilla tanto que la gente que se ha muerto hace poco camina hacia él.

Yo sufría mucho con Bigote, porque llevaba falda y se cruzaba de piernas y yo veía que de un momento a otro enseñaba el ojo de Orus.

Vamos con Cintia Martínez que es la archienemiga de Canales, no sé por qué, porque la vida sentimental de esta gente me importa lo mismo que el ciclo de reproducción del escarabajo pelotero.

«Soy hermano/a de mi padre» es otro de los secretos. EL INCESTO ERA POCO. Es que ese pecado no está ni codificado en la Biblia porque les daba cosa ponerlo.

«Quería ser monja y me han propuesto ser escort», joder es que si un secreto son cosas que nos han propuesto yo quería ser piloto y me han propuesto ser perrito caliente.

Otra concursante era Emmy Russ. NI PUTA IDEA DE QUIEN ERA. Ah, una concursante de realities de Alemania. Dice que le gusta ser una «barbie». O sea que le gusta no tener vagina y pocas articulaciones. Dijo que sus amigas son feas y que ella es de las más guapas. Y que sólo ella puede ser arrogante. ME CAE MAL. COMO EL CULO.

La rubia flipada conoció a los Gemeliers y lo primero que preguntó fue «¿ESTAMOS EN LA TELE?«. Emmy tiene un secreto, pero lo que no tiene es un premio Nobel.

El caso es que le encargaron a Emmy que fingiera que solo sabe hablar alemán y que no sabe nada de español. Y a los gemeliers, que fingieran saber alemán y que la tradujeran. Entramos en guerra con Alemania mañana mismo. Así comenzó la II Guerra Mundial.

Y entró Sofía Cristo. Nos dijo que su primer novio era un payaso. Seguro que más de una ha dicho lo mismo de mí. Salió Bárbara Rey bailando tecno, pero parecía que un documental sobre personas mayores en medio de terremotos.

«Tengo un secretito muy majo», nos dijo Sofía, que tiene secretos con carisma y simpáticos. Su misión anoche era decir que se quería ir del concurso cuando JJV dijera la palabra «aguacate». Sofía se prestó bien a «hacer el dramón».

Pero se puso la mujer, que me encanta, ojo, a fingir un ataque de ansiedad. Lo que pasa es que estaba más tranquila que un francotirador en un descanso. Los ataques de ansiedad de Sofía Cristo son un ejemplo de templanza y sosiego.

Y también entró Fiama, de La isla de las tentaciones. Entre ella y Sofía Cristo tienen más dibujos en los brazos que el Prado en las paredes. Entraron las dos a una sala y parecían el catálogo de un estudio de tatuajes. Y HUBO TENSIÓN SEXUAL DESDE EL PRINCIPIO. Qué pavo tenían las dos. Madre mía.

Otra vez Canales. En su vídeo de presentación salía llorando todo triste y diciendo «tengo mucha suerte». YA, CÓMO JODE TENER SUERTE. Qué disgusto el otro día que me encontré 50 euros. Joder este hombre, le toca la lotería y sufre. Que alguien le explique cómo va lo de los sentimientos.

Total, que entró Cintia. Soltaba risitas tontas como si las pagaran a 20 euros el kilo. Dijo la mujer que espera vivir una experiencia de las que le faltan por vivir en su vida. Aaaah, al parecer se lió con Canales y rompió con su novia y luego rompieron ellos dos y volvió con la novia. Canales es como una pelota: en ti rebota y en su culo explota.

«Yo no sé si la gente se me acerca por mi apellido», dijo Canales. Ni que se apellidara Imán. «No lo pasé nada bien, esa semana tuve ansiedad», dijo Cintia de cuando estuvo con Canales. Madre mía, qué fiesta el sexo entre estos dos. Vas a relajarte y sales nervioso. No tienes orgasmos, tienes orzuelos de los nervios.

Cuando empezaron a hablarle a Canales de Cintia se le humedecieron los ojitos como si le acabaran de regar y le rezumara el agua. Joder, Canales habla y me da pereza. En serio, que me dan ganas de no moverme de la pereza que me da. A mí me interroga Canales y se lo cuento todo antes de que pregunte sólo porque no hable.

«Pareja, pareja estable no tengo… un amigo especial y estamos viendo en el camino a ver qué pasa», dijo Cintia, que no tiene relaciones, tiene senderismos.

Volviendo a los chavales que cantan y a la barbie. Los gemeliers hablando en alemán son capaces de invocar al demonio. Entraron en la casa y empezaron con la pantomima. Les pillaron a la primera porque Emmy dijo «¿cómo me está llamando Jorge?» porque Jorge la llamó Hellen.

FIASCO A LA PRIMERA

Y la Barbie seguía disimulando como si no la hubieran pillado. JAJAJA Emmy hace realities porque no le gusta trabajar en la NASA.

Entró en la casa Luca Onestini y casi se da una hostia porque tropezó con algo en el suelo. El secreto de Luca es que le gusta romperse los dientes cuando entra en un sitio. Lleva más fundas que el sofá de mi abuela.

«Tengo una anomalía física a la que llamo Warrior Dolphin», es otro de los secretos. Ojalá tener una anomalía para llamarla Congrio Peleón.

Lucía Pariente se reecontró con su pariente Alba Carrillo. Les habían puesto un plástico con brazos como condones que no sabías si tenían que abrazarse o hacerle una endoscopia a una vaca. «¿Has tenido alguna movida con alguién?«, le preguntó Alba lo primero, porque Lucía Pariente monta pollos por donde pasa.

Alba Carrillo estaba obsesionada con que su madre llevara las bragas cortadas por láser. Para mí que no era porque no se le marcaran, sino porque les había echado pegamento para que no pudiera quitárselas. Ahora quiero unos calzoncillos láser.

«Tu hija no quiere que te folles a Arrocet», le dijo JJV a Lucía. «Por la ‘f’ no conozco nada», dijo Lucía, que la última vez que folló los condones se hacían con tripa de cerdo.

Alba Carrillo y Frigenti, lejos de sufrir tensión, se dieron un abrazo. Un abrazo más frío que las croquetas congeladas. Un abrazo de esos que das a ver si encuentras un hueco entre los omoplatos para meter el cuchillo.

Luis Rollán entró de la forma más anodina y luego entró… CHIMO BAYO!!! SIIIIIIIIIIIIII JODER SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII HU HÁ!!

Mas secretos:

«Me hice famoso/a el día que nací«. A ver si va a concursar Jesucristo.

«Fui Kelly», o sea, camarera de hotel. Fijo que es Canales Rivera.

Y otra concursante: Isabel Rabago. Le habían puesto un casco con peluca y parecía un clic de playmóbil. JJV le hablaba y ella miraba a todos lados como si estuviera teniendo una revelación. Así se sentía Santa Teresa de Jesús cuando tenía los éxtasis. No es que le hablara dios, es que estaba en un reality.

¡Y ENTRÓ CHIMO BAYO!

En la vida, en la vida, en los más de 20 años que llevamos de realities, hemos visto una entrada más espectacular que la de Chimo Bayo. Joder, que baiaera me pegué en el salón de casa. Luces, escena, infografías, musicote a todo meter, Chimo entrando bailando y con luces por el cuerpo como un árbol de navidad empastillado…

¡¡A TOPE!!

La pimera en reconocerle, claro, fue Sofía Cristo, que es DJ y es como su dios y creador. En la casa los demás bailaban, pero la mayoría de los jóvenes pensaba que habían llegado los extraterretres porque a Chimo no le conocían ni buscándolo en la wikipedia.

Poco antes había tenido lugar la prueba por la que los concursantes debían coger su esfera. Les vistieron de faraones sin complejos por las mallas apretadas y les hicieron subir por una escalinata enjabonada. Los lemmings saltando por un acantilado se dan menos hostias que los concursantes de Secret Story. 

Isabel Rábago llevaba unos agujeros en las mallas coincidiendo con las entradas y salidas naturales del cuerpo. Lo típico de la vestimenta de los faraones, que siempre estaban preparados para todo.

La más grande fue Sofía Cristo que bajó las escaleras como si tener la columna vertebral entera estuviera sobrevalorado. El coxis lo tiene ahora que puede parir un mulo adulto porque de los golpes de culo que dio lo tiene ahora como un puente abatible.

Julen y Sandra Pica fueron otros de los que entraron. Me dan pereza máxima la verdad. Julen tiene un ego de niño guapo que se lo va pisando y apenas puede caminar. Sandra, por su parte, tiene mucho resquemor. Si se pudiera donar el despecho y valiera algo ella podría hacer ricos a los países del tercer mundo.

En último lugar, que si se descuidan se les olvida que es concursante, entró Cristina Porta, que al parecer es periodist deportiva y nadie sabe muy bien qué hace allí. Yo creo que se equivocó de puerta, que ella iba al baño y cuando se quiso dar cuenta estaba en un reality.

Llegó el momento de que Sofía fingiera que se quería ir. Su excusa fue LA EXCUSA MÁS MIERDA DE LA HISTORIA DE LAS EXCUSAS. En serio, que en el libro de texto de las excusas la de Sofía ocupa diez páginas y cae siempre en los exámenes de Excusología como ejemplo a evitar.

Dijo que se le había olvidado darle algo a su perra, que estaba enferma y que se tenía que ir. Esto… claro, Sofía. El canario, que lo tienes que sacar a pasear también, no te jode.

El caso es que ella se fue al confesionario, que aquí se llama «el cubo» y JJV les dijo a los demás que Sofía había decidido abandonar. ¿QUEEEEEEEEEEEE? Fue la inesperada respuesta.

«Y siento deciros algo más, uno de vosotros está expulsado», dijo JJV. En ese momento se tensaron 15 culos en el salón de esa casa. Había más esfínteres apretados que en una boda con intoxicación alimentaria.

Dijeron que era Luis Rollán y él se quedó con cara de los que están nominados al Óscar y no se lo dan. Pero en realidad lo que pasaba es que Sofía le había elegido para ir con él a la guait rum. Su misión esta semana será boicotear la prueba semanal. Solo si consiguen estropearla, los concursantes ganarán la prueba de verda.

Y se acabó lo que se daba.

No me creo nada a Fani Carbajo y su papelón corriendo tras Christofer: así arranca ‘La última tentación’

Fani, con más papel que el dueño de Scottex.

«Fueron los protagonistas de historias inolvidables«, dijo Sandra Barneda nada más empezar sobre los participantes. Y a ver, mentira no es, que mi abuela no se acuerda de lo que ha cenado, pero lo de Fani montando a lo cowgirl lo tiene grabado a fuego. Así que he puesto lo de historias inolvidables en el buscador a ver qué significaba.

Hay que reconocerle a Sandra Barneda y al equipo de sonido que la mujer estaba haciendo la presentación del programa en medio de un puto huracán, que de le movía el pelo y la ropa como las velas de Colón. Hacía tanto viendo que me pareció ver la casa de Dorothy volando por detrás. Y aun así se le oía a la perfección.

«Se dejaron llevar en todo momento, pero ¿tomaron la decisión correcta?», se preguntaba Sandra. Pues a ver, depende de a quién le preguntes. Los que se fueron con la cabeza como un búfalo cafre lo mismo piensan que la decisión era un poco malilla.

«Todos ellos necesitan de manera urgente poner fin a sus cuentas pendientes», nos explicó Sandra. Como yo con mi hipoteca, que me urge ponerle fin, pero antes de 30 años lo veo jodido.

Nos pusieron imágenes de los participantes. Lo malo es que por lo menos muchas de las chicas se han operado y puesto tantas cosas que la mitad me sonaban pero no acababa de saber quienes eran. Esta gente se renueva el DNI cada dos meses o no se las reconoce. 

«Yo vine a la isla con Jesús para recuperar la chispa que no teníamos», dijo Marina, obsesionada todavía con lo de la chispa, que no sabes si quiere una relación o un mechero con la piedra nueva. Marina llevaba un vestido precioso, con mangas aparte, pero cosidas a los sobacos. Podías hacer el baile del robot sin esforzarte, porque tratabas de levantar los brazos y se te pegaban al cuerpo solos.

El caso es que la relación de Marina e Isaac duró seis meses. Quién lo iba a decir, si yo ya les había comprado el regalo para las bodas de oro. Recordemos que Isaac se fue con Lucía, la mejor amiga en la isla de Marina. Vaya por dios. Ni en una novela turca encuentras tanta desazón. 

Manuel también salió. El de la manita relajá, que la manita la tuvo relajada, pero con la lengua no daba a basto, que agujero que veía agujero donde la metía. En boca cerrada no entra Manuel.

«Isaac no es el novio perfecto porque me han llegado cosas de él que las puedo mostrar», dijo Manué. Seguramente eran vídeos de Isaac dándole vaivén a Marina. Es que Isaac tiene más vídeos íntimos en internet que Nacho Vidal.

Manué dijo que viajó hace poco con Andrea a Ibiza y que «pasaron cositas«. De esto que vas andando, tropiezas, se te sale el pene y caes encima de una chica que hacía nudismo y pasan cositas. Cositas que pasan.

Stefany, la tentadora a la que le pusieron los cuernos, que manda cojones, también apareció. «Tengo cuentas pendientes con Jesús porque él no me dejó en buen posicionamiento«, se quejó la chica. No le hizo SEO y no aparecía en Google. Posicionamiento caca.

Jesús también regresó a La isla de las tentaciones. «Confía en mí, que no te cambio por nada en el mundo«, le dijo en su edición Marina. Por nada no le cambia, por Isaac sí. Porque Isaac no es de este mundo. Es como el hermano guapo de ET.

Bela también tenía cuentas pendientes. Ya estamos apurando concursantes. Un poco más y concursa el señor de mantenimiento de las villas porque le vandalizaron las alarmas de la tentación y se las va a romper en la crisma a los participantes. BOOM Bela dijo que Isaac se había liado con ella y que le escribía estando con Lucía y que su misión era desenmascarar a Isaac, que lo mismo sí que es ET, pero con un lifting.

Marta Peñate y Pinocho también regresaron a la isla.

«A Lester le voy a hacer un tutorial de cómo olvidar a Marta, porque es complicado, dejo huella», afirmó Marta Peñate, que tiene el ego subido que si le pones una polea lo puedes usar para ir a la Estación Espacial Internacional. Cosas que dejan huella: una gaviota andando encima del cemento recién echado y Marta Peñate.

AIBALALECHEQUEMEPARIÓ. Apareció Pablo, pero de repente tenía pelo. Era como si un Nenuco hubiera viajado a Turquía. A este hombre sí que era imposible reconocerle con el gato ovillado que llevaba en la cabeza.

Pablo fue el que quemó a Rosito. ROSITO NEVER FORGET.

Apareció Óscar, de La isla de las tentaciones 1. Un señor con el pelo rubio que se compenetró con Andrea. En su vídeo de presentación Óscar cogía piedrecitas en la arena de la playa. Si le dejan se pone a hacer castillos y luego le pide a su madre un bocadillo de mortadela para comérselo debajo de la sombrilla. Adultos funcionales. Óscar es de los que miran así como intentando poner miradita profunda, pero en realidad parece que tiene dioptrías como para ponerlas en oferta y repartir.

Cristian es otro que repite. El programa a estas alturas me estaba dando una pereza como de meter la cabeza en el horno, porque era una sucesión de gente que tiene las mismas habilidades afectivas que un gato atropellado. El caso es que Melody le dio calabazas para irse con Beltrán. Fuera del programa él se lió con Andrea.

Esta gente con tanto intercambiar babas les hacen una prueba de ADN y salen todos mezclados. Si eres de La isla de las tentaciones siempre tienes algo de qué hablar con otro, porque al menos tendréis una persona con la que os hayáis liado en común.

Apareció un tal Julián, tentador de la primera edición. Deben haberle dado muchos sustos desde entonces, porque tenía el pelo blanco como para protagonizar una serie sobre Miliki. No, no, esperad, era como rosa. Vale, retiro lo dicho, no quería reírme de una persona que sufrió un accidente en una máquina de hacer algodón de azúcar. No, leche, era como morado. Vale, su peluquera es la vaca de Milka.

Gonzalo Montoya taaambién ha vuelto. Susana era su pareja en la primera edición. Esa muchacha se fue sola de la isla y hay gente a la que le han tocado los euromillones que ha tenido menos suerte que ella. Según Gonzalo tuvo un desliz con Maika, con la que se lió. «Quedó prendada de mis huesos, pero no soy hombre de una sola mujer», aseguró, humilde. No gasta en espejos ni en psicólogo. Crowfounding para que tenga ambas cosas ya.

Vimos a las parejas en el aeropuerto. «No tengo ganas de ir, me cago por las patas abajo», dijo Lucía, que es una persona muy extrovertida y no teme hablar de sus diarreas. Ahí, normalizando los problemas gastrointestinales, que necesitan visibilizarse. Lucía, si estás secuestrada haznos una señal. 

«Vamos a reforzar nuestra relación», dijo Maika, que no ha aprendido nada de la primera vez que fue a la isla. En este programa las relaciones no se refuerzan. Llevo este jarrón de cristal a que le pase por encima una apisonadora, para reforzarlo. La lógica de Maika.

«Comienza la última tentación», dijo Sandra. Lo que pasa es que aquí las tentaciones son como las copas un sábado por la noche, siempre son la penúltima.

En los avances vimos que ha habido mandanga. O sea, que ha habido sexo en la isla, por lo que la luz de la tentación va a sonar más que la de los bomberos en agosto.

Hay una novedad llamada «el círculo de fuego», dentro del cual habrá enfrentamientos. Esto cada vez se parece más a una tribu chunga. Se empieza por círculos de fuego y se acaba sacrificando gente en un altar.

Y vimos a Fani corriendo con un vestido rosa al grito de «¡CHRISTOFER, PARA, CHRISTOFER PARA!». No me la creo para nada. Pero para nada. Esa carrerita, imitando a la de Christofer con su ¡Estefaniaaaaaaaaaaaaaaa! estaba preparadísima. Esa escena la han forzado más que la moto de Falete.

¿EN SERIO QUIEREN QUE NOS LO CREAMOS? Pues yo a Fani y a Christofer ya no les creo ni aunque me den la hora mirándola en mi propio reloj.

¡¡En fin… pronto lo veremos!!