Como una quinceañera con el pavo, Lara Sajen le monta la bronca a Sylvia Pantoja por ponerle likes a su marido

Lara Sajen, montando broncas. (FOTO: TELECINCO)

Los robots montan coches, los del IKEA montan muebles, los vaqueros montan a caballo y Lara Sajen monta broncas. ¿Sabéis los niños coreanos que montan un cubo de rubik en 5 segundos? Pues en lo que el niño acaba el cubo Lara le ha montado tres pollos, dos jaranas y seis reproches. El niño llora y deja los cubos y la sociedad.

Lara la tiene tomada con Sylvia y cualquier excusa es buena para buscarle las vueltas. Lara Sajen es la que le pone la crema solar en el rostro a Sylvia. ¿Para que no se queme? No, solo por tener algo que echarle en cara.

Pero vamos por partes… ¡Lo primero es que me sigáis en redes! Instagram: @GusHernandezGH / Twitter: @RealityBlogShow.

La cosa comenzó con Jordi González tomando la palabra. «Voy a saludar a la reina de los cayos», dijo Jordi y yo me imaginé que iba a aparecer una señora con los pies llenos de durezas, pero no, salió Lara Álvarez.

Lara iba muy guapa, solo que le habían puesto un collar de piedras que lo mismo te luce el cuello que te construyes un enterramiento tipo dolmen. Solo había dos formas de hundir el Titanic: con iceberg y poniéndole el collar de Sandra.

La prueba de recompensa consistía en cavar debajo de un madero, pasar por el agujero hecho, nadar, subir a un palo, coger una pieza y así hasta montar un puzzle. Como en unas topolimpiadas.

La recompensa eran unos espaguetis con carne y una ducha con agua dulce. La ducha la necesitaban aunque solo fuera por lo mucho que les sudó las gónadas lo de la ducha. Ellos querían comer así olieran a jabalí muerto.

El primero en pasar por debajo del madero fue Carlos Alba, que cava a una velocidad que flipas. Si para abrir zanjas en las aceras se usan máquinas es solo porque Carlos Alba es cocinero y no albañil, porque él te abre una acera con las manos a 10 metros por minuto.

Sylvia se atascó tratando de bucear para coger su pieza de puzzle, porque se sumergía, pero poco. En la profundidad que es capaz de alcanzar Sylvia no se ahoga ni un caniche boca abajo. Como no podía, Sylvia nadó de vuelta a la playa, pero nadaba como un jubilado sin prisa. Por detrás se oía a Carlos Alba chillar y cabrearse como un mono, porque estaba en su equipo y él tiene mal perder. Muy malo. Malísimo. Tiene un perder enfermísimo. El perder de Carlos Alba tiene lepra, peste, almorranas y acné.

Sylvia acabó vomitando porque había tragado mucha agua. Una ballena azul ve el vídeo de Sylvia y flipa del agua que traga. Y lo malo es que además del agua había vomitado la comida de medio día.

«Da gusto este programa con vosotros, no dejáis de sorprendernos», dijo sobre la vomitona Lara Álvarez, que al parecer nunca ha visto a nadie vomitar. Si le llegan a tocar salir a beber con mis amigos no le habría pasado eso.

Mientras los primeros, los ganadores, comían, Omar, Gianmarco y Albalá, los segundos, Melyssa, Sajén y Tom, les tenían que hacer cosquillas en los pies. Lo que les sobrara a los primeros sería lo que podrían comer los segundos.

Tom intentaba hacer cosquillas en los pies de Omar, que pocas cosquillas hacía, porque tienen todos ya los pies que parece que llevan suelas de goma de la capa de mierda que les protege los pies, que no le haces cosquillas ni con navaja.

«Eso no es justo», dijo Tom, porque Omar se había puesto encima de los pantalones un huevo de espaguetis para comer lo más posible él solo. Omar no es que sea avaricioso, es que si llega a un sitio y se desata un tiroteo, él se pone en medio para quedarse con más balazos que nadie.

«Omar sigue rebañando su bañador», dijo después Lara. Estas cosas solo las oyes en Supervivientes y en una película para adultos.

En la ducha los tres maromos tenían que frotarse los unos a los otros y no a sí mismos. Ahí eran recataditos, se tocaban como si dieran calambre, pero los últimos segundos les dejaron frotarse a sí mismos y los tres se echaron las manos a dentro del pantalón como si les estuviera abrazando el pene un escorpión. Qué forma de frotarse los genitales, madre del amor hermoso, si les llegan a dar un nanas se frotan el nardo hasta pelársela como un plátano en sentido literal.

A Carlos Alba le han acabado por pillar con las nominaciones, porque siempre miente sobre a quién le ha cascado el punto. Le dijo a Sylvia que no le había nominado, pero sí, lo había hecho. Pero Sylvia es más lista que los ratones colorados y cuando le puso en un aprieto Carlos dijo: «Las nominaciones son secretas, son en secreto».

– ¿Apuñaló usted a su vecino?

– No…

– Hay testigos.

– ¡Las puñaladas son secretas, son en secreto!

– También es verdad, es usted libre.

Y así.

En plató Cristina Tárrega intentó meter mierda entre Carlos y su súper amigo Agustín. A Cristina Tárrega los amigos le molestan. Tárrega fue a hacerse las pruebas de la alergia y le salió olivo, gato y amistad.

Lo que pasa es que los argumentos de Tárrega eran malos que te cagas. Ella dijo que Carlos no había defendido a Agustín en un momento dado y cuando Agustín dijo «sí que me defendió», Tárrega respondió: «sí, te defendió, pero tibio». Si Agustín llega a decir que le defendió encendido, Tárrega responde «sí, encendido, pero estaba nublado y a las ocho y cuarto pasa el tren, es un cabrón y mal amigo».

Y llegó la bronca de adolescentes de Lara a Sylvia. Vaya por delante que la Pantoja me está cayendo mejor por momentos y Lara Sajen, peor al mismo ritmo, porque es como una detectora de broncas. A Lara la pones en un aeropuerto a oler maletas y droga no encuentra, pero broncas las que quieras.

Sylvia hablaba con Carlos Alba de lo de las nominaciones y en un momento dado le reprochó: «me dijiste que habías nominado a Lara».

Suficiente para Lara Sajen, que se fue a Sylvia y se puso a montarle un pollo porque se había enterado de que Sylvia había hablado de ella. Pero no había hablado de ella. A Lara le daba igual, se fue a buscar bronca.

«Me pones en tu boca, me pones en tu boca, me pones en tu boca«, le decía una y otra vez Lara gritando a Sylvia. Lara va a ser la próxima imagen de Colgate, la pones en tu boca.

«Eres patética, una verdulera, eres patética, te lo voy a decir ¿por qué le das likes a las fotos de mi marido?«, acabó por espetar Lara Sajen, que es una niña de quince años con problemas de adicción a las redes.

Que una persona adulta se moleste porque una persona le da like a su marido… MADRE DE DIOS. Lara Sajen es madura como un pepino tratando de ser un melón. Lo próximo que va a hacer Lara es bloquear a Sylvia en Insta, hala, que se fastidie.

«Yo soy real», decía Sajen como si ser real fuera una gran virtud sólo al alcance de unos pocos. La mayoría somos de mentira, pero ella no, ella es real. Tangible. Lara Sajen piensa que si tocas a otra persona que no sea ella se disipa en humo.

Sylvia terminó la discusión así: «Lo que siempre te diré hasta que me muera: eres un diablo».

Me imagino a Sylvia picada por una serpiente y a Sajen al lado preguntándole dónde tiene el antídoto.

– Sylvia, Sylvia, ¿dónde tienes el antídoto?

– Eres un diablo. Muero. AAARG.

Y así.

Sylvia ha estado haciendo de cicerone de Tom, que necesitaba mear cada dos por tres. Y vimos a Tom meando a cinco metros de Sylvia, tumbada muy a gusto mirando el paisaje. Ahí estaba Sylvia como oyendo el agua de una fuente. Le faltaban los pajaritos, un café y un libro de Neruda.

Hicieron una dinámica llamada ‘Cambiar para mejorar’, que básicamente iba de que algunos se llevaran cosas buenas y otros, putadas.

Tenían que buscar un piedra escarbando y en cada piedra había números, que correspondían a pergaminos. Luego Lara Álvarez les leía pistas a lo Un, dos, tres… con pistas.

Tom ganó una papaya, solo para él. ¿Pa quién? Pa Paya. JAJAJAJAJA

Perdón, ya me pego yo solo.

A Sylvia le tocó ocuparse de buscar almendras y conchas y los demás podían pedirle que le sirvieran. La Cocinera de Almendramar.

Omar ganó un pincho de tortilla. Este hombre es como un imán para la comida. Gianmarco tiene que rastrillar la playa hasta el miércoles para dejarla limpia. Va a ser el señor de la limpieza más tonta del mundo. En la próxima gala, barrerá el desierto.

Lara le cambió el premio a Carlos pensando que era malo y le dio… un brownie de chocolate. JAJAJAJA Lara dijo «no estoy para comer». Y luego le pidió a Carlos «acuérdate, ¿eh?», como si Lara le hubiera hecho un favor, cuando había intentado joderle. jajaja

Y a Lara la mandaron… ¡¡A una plataforma a vivir sola en medio del mar!! Estará allí hasta el miércoles y solo puede bajar para «ir al baño». Qué maravilla. Pero tranquilos, que será capaz de encontrar la forma de discutir.

Olga salió inmune y Melyssa nominada directamente. Mierda. MIERDA. Ojalá al revés.  A Albalá le tocó la llamada de un familiar, que mira, no engorda.

Y camino a playa destierro. Palito y Lola están HASTA LOS OVARIOS DE VALERIA

«Realmente Valeria es única en su especie», dijo Lola. «Me entretiene ver lo que hace», añadió Palito, que la miraban como el que tiene un chimpancé de mascota.

A Valeria le dio por dibujar un corazón con piedras en la playa. Palito le pidió por favor que no tocara un circulito de piedras que había hecho ella, un altarcito para su madre.

Y VALERIA COGIÓ LAS PUTAS PIEDRAS DE PALITO LAS PRIMERAS

«Vale, has cogido las piedras que te dije que no cogieras», dijo llorando la pobre Palito. LA ÚNICA PUTA COSA QUE LE HABÍA DICHO.

Aquí vemos las imágenes de Palito explicando una cosa a Valeria:

«¿Todo bien, Pali?», le dijo luego Valeria a Palito. NO, VALERIA, NO ESTÁ BIEN.

Directo: «No es solo el altar, Valeria, son muchos detalles», dijo Lola, que no tenía el papo para farolillos. «Ella lo arregla todo con abrazos, pero…», dijo Lola.

Valeria te derrama acero candente por la espalda hasta que te deja las vértebras al aire y luego te da un abrazo y se va contenta pensando que ya está arreglado.

«Cuando se hace una cosa se pide disculpas y ya está», dijo Valeria. Claro que sí, joder. Valeria piensa que la gente que va a la cárcel es por cabezones porque no piden perdón.

«Llevábamos palito y yo una hora al sol haciendo la comida y Valeria a la sombra comiendo cangrejos y cuando ha venido la cámara del directo ha venido al lado de nosotras a quejarse del calor», dijo Lola en directo. BOOM. Valeria es tontina para lo que quiere.

El caso es que Jordi González tuvo que leer frases en alemán para un juego con las de la playa destierro. Era como si se le hubiera atragantado algo. Jordi pronuncia el alemán con acento de garganta irritada.

Había unas salchichas de premio. Palito las olió con distancia y luego las cogió Valeria y se las restregó por la nariz que parecía que se estaba haciendo una PCR con las putas salchichas. La cara de asco que puso Palito era un poema. Pero no un poema bonito, un poema tipo:

Eran salchichas puras
Las has llenado de moco
y las tiro a la basura
Me cago en tus muertos

Es que lo de los muertos no rima y…

ME CAGO EN TODOS, DESDE LA PRIMERA BACTERIA PRIMIGENIA HASTA HOY, EN TODA TU RAMA FAMILIAR, QUE ME HAS JODIDO DOS SALCHICAS.

Y así.

Y A LA CALLE, VALERIA. Estaba más cantado que la Traviata.

Terminamos con un bonus: El en plató Gloria Camila le llamó «comeculos» a Belén Rodríguez y luego se justificó: «Comeculos es un adjetivo, no es un insulto». Vete tú a saber lo que es un insulto para Gloria Camila.

Zampanabos, adjetivo; hija de puta, filiación;, zorra, animalista; tonto a las tres, que te está dando la hora. Y así.

Y se acabó lo que se daba.

1 comentario

  1. Dice ser Emilio

    A ver Gus, tú que tienes 100 ojos ¿del tongo no dices nada?

    Mierda, mierda porque salga Olga, pero callas.

    Se vió como:
    1. No terminó de leer los pergaminos, sino simplemente dijo a Olga que era inmune
    2. No les dio los pergaminos a Olga y Melissa, y a los demás sí se los dió
    3. Hizo el gesto de romperlo haciendo una pinza con los dedos indice y pulgar, pero cuando iba a romper no lo hizo y los escondió (se habría notado aún más)

    Muy buena Lara improvisando y cambiándolo en el último momento, pero se notó.

    Gus, con lo buen comentarista que eres ¿Por qué callas, eh, por qué?

    01 junio 2021 | 16:09

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