La curiosa relación familiar entre la cantante Rebeca y el actor Benicio del Toro

Benicio y Rebeca, que son familia turuleta. (FOTO: GTRES Y TELECINCO)

Pues mira, resulta que Rebeca tiene familia en Jollivú. Nada más y nada menos que Benicio del Toro, mira tú por donde. Como yo, que tengo familia también allí. Ah, no, en Mataluenga. Bueno, es casi lo mismo.

¡Pero si queréis saber qué les une… seguidme en redes! No, en serio, está todo un poco más abajo, no hace falta.

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«La casa esperaba que iba a ser peor», dijo Tony. A saber en qué sitios ha dormido este hombre si la tienda de campaña esa no le parece tan mala, teniendo en cuenta que no tiene ducha. Tony se ha empadronado en sitios donde las pulgas no se atrevían a ir.

Le enseñaron la cocina y tenía cacharros sin lavar y mierda como si acabara de pasar por ahí una vaca con colitis, pero le dijeron que son limpios, pero que no les había dado tiempo a lavar los cacharros. Ni ninguna de las demás cosas. Esta gente lleva la palabra DISENTERÍA tatuada.

«Voy a estar normal», dijo Chabelita, porque normalmente debe estar anormal. «En el fondo cuando pienso que me van a decir cosas fuertes luego resulta que es menos de lo que me imagino«, dijo sobre lo que le han contado de las peleas de su madre y su hermano.

JODER, ¿pero qué cojones piensa que le van a contar? ¿Que Paquirrín le ha dado un tirón al bolso de su madre montado en una moto? ¿Que Pantoja ha emparedado a Paquirrín en un hueco de Cantora?

En una conversación entre Chabe y Asraf vimos cómo éste sacaba del cesto de la ropa sucia la prenda que se iba a poner. Asraf piensa que dejas la ropa en el cesto y por la noche unos duendecillos vienen y te la lavan, la secan y te la vuelven a dejar allí para que no te des cuenta y pienses que está sucia. El olor a rancio es por el sudor de los putos duendecillos, que les huele fuerte.

«Te voy a contar una cosa básica de Tom: cuando no le gusta lo que le estás hablando, no entiende el idioma«, ha dicho Marta de su compañero, porque Marta siempre tiene una cosa bonita que decir de los demás. Solo que de pequeña no vio Barrio Sésamo y no sabe que «bonita» es una cosa buena, y «fea» es una cosa mala y las confunde. Es daltónica de las ofensas.

Resulta que Rebeca es prima del actor Benicio del Toro. Tócate los huevos. «Le veo muy poco. Tengo contacto con su familia», dijo en un momento íntimo en el que se vino arriba.

«Entonces es súper millonario ¿no?«, preguntó Asraf, que como se descuide deja a Chabelita y está roneandose a Benicio sin que el pobre señor sepa qué está pasando.

«¿Y si me deja algo de herencia?«, se preguntó a su vez Rebeca, que quiere mucho a su familia pero no hace falta tampoco que vivan demasiado.

Y es que el nombre completo de Rebeca es Rebeca Pous del Toro. Quién nos lo iba a decir, mira tú. El que la crió como padre fue el pintor Jose María Pous, y el hermano de éste era cantante de boleros, Eliseo del Toro, y a su vez padre de Benicio Del Toro, o sea, que este último es primo de Rebeca.

Y luego contó la obra y milagros de su madre. «Tengo una foto de Salvador Dalí haciéndole un dibujo a mi madre», dijo. Joder, espero que ese dibujo lo guardara, porque vale un cojón y parte del otro.

«La foto mítica del avión de Iberia del que bajan los Beatles y hay una chica poniéndoles una montera, esa es mi madre«, contó también.

Yo estoy ahí y me vengo arriba y le cuento que mi padre era el que le clavó la lanza a Jesús, que mató a Kennedy y que fue el primero en pisar la Luna pero que no dijo nada porque era un hombre humilde.

«Venga, hazme la cucharilla ya, hombre», le dijo Mahi a Rafa un día antes de dormir, que como Mahi no quiere tener sexo en la casa, tiene los huevos que se los van a exponer en un museo del tamaño que ya tienen. Como globos. A Rafa lo sientas en una cuerda de tender con los cojones pintados y puede trabajar decorando cumpleaños.

Marta se levantó una mañana espídica y se puso a cocinar un desayuno que no lo hace ni una madre estadounidense adicta al speed. Hizo un desayuno que solo con mirarlo podría matar a un diabético.

Ella sigue con su acoso y derribo a Albert. El muchacho, por agradecerle lo del desayuno le puso una flor en la cama y ella se lo tomó como si le hubiera regalado un anillo de diamantes con un grupo de mariachis cantando.

Y ella se fue a abrazarle emocionada. Albert la acaricia como a un perro de lanas.

El caso es que a ella y a Albert les tocó, por decisión de los residentes, que ellos se encargarán esta semana de limpiar baños y cocina. A Marta le molestó, porque «si alguien te cae mal limpiarle el váter te da rabia«. Claro, frotar zurraspas de alguien simpático es maravilloso. Da hasta gustito.

– Joder, qué asco, en este váter hay una anchoa pegada!!

– Pero si es del Paco, que es un cachondo…

– ¡Ah, bueno, pues nada, la limpio con la lengua! ja ja ja.

Las habitaciones son cosa de Toni y Sonia. Toni barre echándolo todo debajo de la cama. Joder, debajo de la cama de Toni debe haber sedimentos con restos de ceniza de cuando el Vesubio.

Sonia… bueno, es que Sonia no hace nada más que llorar, porque se le ha ido su JD y está triste como si hubiera perdido un brazo. «Dios le da las peores batallas a sus mejores guerreros», le dijo en una carta JD, como consuelo. Joder con Dios, tienen que estar los guerreros esos hasta los cojones ya de comerse los marrones.

Lo más inquietante es que Sonia habla con su peluche de mono y no sólo eso, es que hace que el mono hable. «Es que todo lo que dice es cierto, tienes que ser fuerte mami y no llorar», dijo el mono. Me cagué vivo. Ese mono se te aparece asomando por un lado de la cama y mojas el colchón.

Y chimpón.

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