Carlos Sobera se cabrea, harto de que le falten al respeto, y amenaza con despedir a Oriana y Carmen Gahona

Mira que el muchacho es calmado y sobrio y buenrollero… Carlos Sobera es tan conciliador que si llega a estar en la Guerra de los Cien Años ahora la conoceríamos como El Piquecillo de Nada que Duró un Suspiro. Pero Carmen Gahona y Oriana consiguieron sacarle de quicio y hacer que se cogiera un rebote.

Y es que en las galas hay mucho colaborador que piensa que es una estrella, o que quiere sus minutos de fama o que si no tiene una bronca cada 5 minutos siente que desperdicia su vida. Y Sobera acabó por hartarse de pedir silencio por las buenas y acabó haciéndolo por las malas. Para la próxima gala sale con una pistola de descargas para arrear calambres al que no se calle.

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Bueno, pero Sobera no llegó al plató de Supervivientes cabreado, sino feliz, como siempre. El presentador  salió lanzando besos al público, a lo loco. Eso hoy en día con los virus que hay por ahí es como disparar con una ametralladora. Si os lanzan un beso haceos un Matrix y esquivadlo. Que no os de. Lo más romántico hoy en día es que os lancen mascarillas.

En el capítulo de atuendos, Oriana iba vestida de erizo de mar camino de una boda. Lara ha recuperado el look biquini, en este caso de color amarillo chillón. El típico biquini que te pones por si te pierdes en la nieve. Sobera llevaba una chaqueta verde que le pones unos pocos galones y te dirige una compañía de tanques.

Lara nos contó que los concursantes han incumplido las normas, concretamente, hablar con los del otro grupo. A la horca.

Antonio Pavón ha hecho fuego. José Antonio dijo que él lo iba a hacer también. Sus esfuerzos englobaron coger un palo, darle dos frotecitos a una rama y luego intentar hacer fuego como si se estuviera haciendo una paja en el hombro. Y ya. Si el descubrimiento del fuego por parte de la humanidad hubiera dependido de José Antonio aún nos comeríamos crudos los mamuts.

Pavón les advirtió a José Antonio, Bea, Elena y Ana María que lo estaban haciendo mal, pero como basta que se lo diga Pavón para que les joda, pues siguieron gastando energías para nada. Si Pavón les dice que clavarse un cuchillo es malo, ellos se lo clavan sólo por contradecirle.

Total, que Pavón consiguió hacer fuego. Él y Alejandro. Los demás miraban y decían obviedades. Pero cuando hubo fuego Bea dijo «en equipo las cosas salen mejor». Cuando Bea se jubile y se vaya a mirar obras se va a pensar que las está construyendo ella.

«¡Que viva el espíritu santo y por los clavos de Cristo!«, dijo emocionado Pavón. Porque Cristo no murió por la redención de los pecados ni cosas de esas, fue para acabar siendo citado cuando se hace fuego. Pavón se piensa que el nombre hebreo de dios es Zippo.

A Sobera le gusta jugar con fuego y con Carmen Gahona. Anoche le hizo una pregunta sólo para poder cortarle en la primera frase. Gahona se levantó y se puso a darle patadas a Sobera. Este hombre va a salir un día de Telecinco y va a tener las ruedas del coche pinchadas.

Oriana se puso a chillar y a criticarle a Nagore que no había ido a la isla. Sí, Oriana, que estuvo tan poco tiempo que el policía hondureño que iba a sellar su pasaporte acabó poniendo el sello en la mesa, porque el pasaporte ya no estaba. Con lo que tarda Oriana en visitar un país podrías hacer la Vuelta al Mundo en 15 minutos.

A Cristian lo de ser dios se le ha subido un poco a la cabeza. «Que se toque tanto las bolas nos está tocando las narices», dicen de él sus compañeras. Y es que Cristian es de esos que se comprueba que tiene pene cada poco. Como el que lleva las llaves en el bolsillo de la chaqueta y no sabe si se le han caído.

«A lo mejor tiene problemas de próstata«, dijo Gahona en el plató, como si Cristian en lugar de rascarse un poco el guerrerito de cabeza púrpura se metiera la mano por el culo para palparse un poco los órganos internos. Tacto rectal, no salga de casa sin él.

«Los demás debieron haberse currado el puesto de dios en lugar de criticar», dijo Sofía Suescun. Están las oposiciones a registrador de la propiedad y luego pasar una anilla por un alambre.

– Y el premio Nobel es para el doctor Cavadas por sus trasplantes y… ¡No, un momento, me informan de que Cristian Suescun ha movido un anillito por un alambre oxidado! ¡JA JA JA JA CAVADAS, PRINGAO! ¡Nobelaco para Cristian!

«Habrá que pescar un poco ¿no? hacer algo de provecho», dijo Cristian un día. La traducción es «id a pescar vosotros, que si es por mi, ahora mismo Nemo tendría hermanos y su padre no habría tenido que ir a buscarle».

«Estamos haciendo algo de provecho, estamos limpiando la playa«, le respondió Rocío Flores, que hace cosas de provecho. Aquí Rocío, haciendo cosas de provecho:

El caso es que Cristian, como dios, robó ascuas a los mortales y se las dio a los siervos. La última vez que alguien hizo eso acabó con un águila comiéndole el hígado día sí y día también. Cristian, que es súper solidario, lo hizo a cambio de una lata de comida, no como el pringao de Prometeo, que lo hizo por la cara.

«Oh, dios, que puedes hacer lo que te salga de la punta«, clamó el propio Cristian. Llega a estar este chico en algún concilio vaticano y ahora el Padre Nuestro citaría al pene.

«Dadme la lata y yo me piro y el fuego lo habéis hecho vosotros«, dijo Cristian, con una cámara delante. Este muchacho el día menos pensado intenta salir del Louvre con la Mona Lisa debajo del brazo. El golpe perfecto. Que no hagan una película en Hollywood.

Y por si fuera poco les dio un ascua raquítica con la que no prendes ni un pajar mojado en gasolina. A esa brasa le pones el termómetro y te da hipotermia. Cristian coge un palo ardiendo y el palo sale de la hoguera con una rebequita. Y no, no pudieron hacer fuego.

En la ceremonia de salvación la primera en ser vomitada fue Bea. Esta vez el vómito de las estatuas era de color rojo con tropezones. Esas caras de piedra han cogido la tuberculosis y están echando los pulmones. Pero Bea estuvo espabilada, se echó para atrás y apenas le cayó nada encima, algo que cabreó a Lara. «Estamos haciendo televisión, y la gente quiere ver lo que ocurre y tenéis que asumir que tenéis que mojaros», le dijo a Bea.

– ¡¡LLENAOS DE ESCORIA, CABRONES, DEJAD QUE LA INMUNDICIA OS INUNDE HIJAS DE PERRA, QUE LA MIERDA OS CUBRA CON SU PÁTINA DE MUERTE, MUA HA HA HA HA HA HA!!

Y así.

El caso es que se salvó de la nominación… ¡¡FERRE!! Mira, me alegro.

Carpeta Hugo –  Ivana. Se han pasado la semana pegados a la valla dándose el lote. Esa valla ahora mismo se siente incómoda. Se frotaban tanto que no sé cómo no salió ardiendo la empalizada esa.

Ivana le dijo a Hugo que le va a obligar a hacerse un tatuaje nuevo en cuando salgan. Joder. Ivana concibe las relaciones como un ganadero concibe a sus vacas: las marca. Que no acabe Hugo con una placa en la oreja.

En el plató estaba Fabio, que se lió el año pasado con Violeta en Supervivientes, y dijo que «algo tiene esa valla que atrae». Claro, no son las tetas, ni el culo, ni el cipote, es la valla, que te pone engorilado. Al David de Miguel Ángel le pones al lado de esos palos y se le pone morcillona.

La prueba de recompensa se llamaba «hazlo a tu bola», pero no se podía hacer a su bola, sino como dijo Lara. En un gulag ruso hay más margen para ir a tu bola que en ese juego. Era un circuito de obstáculos, básicamente. Entre los del equipo contrario había la figura de «los empaladores». Ojalá de verdad gente tratando de meter palos por el culo a sus compañeros. Pero no, era de remover arena.

El premio era un flan XXL, porque esta semana «lo habéis pasado fatal», según Lara. Sí, en una tienda de campaña y cabañas secos y tranquilos. Cuando a San Lorenzo le estaban quemando en la parrilla sólo pensaba en que menos mal que no estaba en una tienda de campaña seco y seguro.

Total, que una de las pruebas era la de excavar por debajo de un tronco para poder pasar. Ferre sacaba arena que le dejas solo en un parque y te tunela una línea de metro en tres días. José Antonio, a su lado, era como una lombriz tratando de meterse en hormigón armado. Fani adoptó la técnica de echar la arena entre las piernas. Ahora tiene el parrús que parece una empresa de áridos.

– Fani, sacúdete el biquini.

En la primera parte de la prueba, en la que había que tirarse al agua, Barranco se tiró de cabeza, y había medio metro de profundidad. No le han tenido que sacar del fondo marino con unas tenazas de milagro. Creo que es por el apellido. Él lo hace todo lanzándose. Su postura preferida en el sexo es el salto del tigre.

El caso es que ganaron los mortales.

Ana María, en el grupo de los perdedores, vino a decir que había hecho trampas Fani. Lara, por enésima vez, les tuvo que decir que no, que se había hecho bien. A Ana María las explicaciones le valieron lo mismo que una mierda pinchada en un palo.

Y se comieron el flan los mortales. Sin manos. Llevaban tanta arena en la cara que más que flan parecía que le estaban haciendo un cunilingus a un berberecho recién mariscado. Se lo tenían que comer de uno en uno y en total tenía un minuto y medio. Ivana comía flan que si metes ahí una aspiradora ciclónica traga menos. Es la única que sabe. Os lo digo yo que domino la técnica para absorber un flan de una sola vez y entero. Maestría pura.

Y llegó el momento castigos. Llamaron al dios Cristian a un aparte, a lo que llamaron la asamblea de dios. El caso es que entre las normas estaba que siervos y mortales no pueden hablar entre playa y playa y lo han hecho y muchas veces. Les pusieron un vídeo. No es que hayan hablado, es que sólo les ha faltado poner un locutorio y hacer envíos de dinero y paquetería.

Recayó en Cristian elegir el castigo entre perder las latas que tienen, perder la lona, no pescar durante dos días, perder el kit de pesca, perder un saco y una manta o perder dos esterillas. Eligió perder la lona para los siervos y perder una manta y el saco para los mortales. Lo de la lona es una guarrada del 15.

La conversación con Lara fue así:

– Si eliges la lona, es para siempre, se pierde, le dijo Lara.

– Elijo la lona, respondió Cristian.

– Vale, la lona, certificó ella.

– Se pierde hasta el jueves, ¿no?, dijo él cuando ya no había remedio.

Un diez en comprensión para Cristian.

«Arrieritos somos y en el camino nos veremos», dijo Ana María, que estaba cabreada como un mono, al igual que el resto del grupo. Ana María se acuerda de las afrentas. De todas. A esta mujer aún le escuecen feos que le hicieron en vidas pasadas.

Los mortales también se cabrearon, porque no hay peces y no pescan, así que elegir eso habría sido como no castigarles. Cristian, entre un grupo y otro, se acaba de hacer catorce amigos como los que tenía Julio César, de esos que te rascan la espalda por dentro.

A continuación le dijeron a Cristian que le habían pillado robando el ascua. Cristian aún estará preguntándose cómo han podido descubrirle si en la playa sólo hay doscientas cámaras. Su castigo lo sabremos el jueves.

Y conexión con Vicky Larraz. Esta semana ha estado diciendo que tiene experiencias paranormales. Le contó a Yiya que conecta con energías y que su hija mayor ve fantasmas. «Como personas que pasan». Yiya se cagó la pata abajo.

«Una vez me dijo mi hija que había visto a una señora vestida de blanco…», dijo Vicky. A mí me dice eso un hijo mío y lo abandono en una gasolinera y atado a un crucifijo. «En casa de mi abuela vivía una monja y un soldado muertos«, siguió contando Vicky. Hay que joderse con los okupas.

«Yo se lo conté para amenizarle la noche a Yiya», alegó ya en directo Vicky. Joder, la gente va mandar a la mierda el Redbull. Te cuenta Vicky una historia y aguantas en el after hasta las 12 de la mañana sin un parpadeo. «Yo tenía las tetas encogidas», dijo Yiya. Y eso es mucho encoger.

Les hicieron un juego en el que tenían que adivinar películas con mímica. Para referirse al muñeco diabólico Yiya se puso a hacer gestos como de estar pasando el plumero con mala hostia. Sorprendentemente, Vicky acertó. Luego Vicky tenía que escenificar Drácula. Yiya dijo «ay, cómo se llamaba ese que chupaba sangre… «¿Frankenstein? ¿El de la ópera?«. JODER. Anda que le ponen a acertar Rumpelstiltskin. Drácula, el típico nombre que nunca has oído. Total, casi no se han hecho versiones.

Vicky volvió a acertar la peli de Los Pájaros y eso que Yiya hacía gestos como de estar aventando un pedo. Luego de nuevo Yiya tenía que acertar. La madre que la parió. Era La noche de los muertos vivientes, pero ella dijo «La luna fallecida», dijo. Sí, Yiya, La luna fallecida, que rivalizó en los Oscar con Titanic. Va de la luna que se muere y tienen que poner por la noche una bombilla pelá para que se vea algo.

En el plató Gahona se tuvo que sentar en el suelo fuera del sofá para no aguantar los gritos de Oriana, que chilla más que un gorrino pidiendo comida. Como se había peleado con Flavio, Sobera intervino: «Luego a las dos y cuarto os llevo a un bar y os sacudís si os da la gana«, les dijo Sobera y por si nos lo habíamos tomado en serio, aclaró que «era una broma». AAAAAAH, MENOS MAL.

– Pepe es mi mano derecha, pero no mi mano derecha de verdad, sino una metáfora de que es muy útil y me ayuda, no os vayáis a pensar que está unido a mí y tiene cinco dedos Pepe.

Inciso: Ferre tiene los dedos tan destrozados que más que vendas le van a poner un pan de perrito caliente para aprovecharlos como salchichas.

«Mi culo es ilegible en estos momentos... pero si te pones las gafas a lo mejor te dejo leerme el culo esta noche», le dijo Sobera al Maestro Joao, que le gusta mirar un culo más que a un labrador encontrándose con un perro salchicha. Creo que por «culo ilegible» Sobera debe referirse a que al lado de su culo Chewaka va depilado.

Vídeo: José Antonio dijo esta semana que se quería ir. Le dio más bajona que a Rosalía con las uñas cortas y se puso a llorar. «Me siento inútil, cuando estamos haciendo cosas que necesitan esfuerzo me siento inútil, porque no tengo fuerzas», dijo. Tampoco es que José Antonio se haya herniado nunca en el concurso. Pero en cuestiones de falta de existencias están las mascarillas en las farmacias y las fuerzas en José Antonio.

Estaba llorando como una magdalena que acaba de enviudar y Bea le dijo «no puedes ponerte así». Para consolar. Imagínate que coge José Antonio y dice «ah, ¿que no puedo?» y se pone contento de repente. Perdona, que pensaba que sí que podía.

Vídeo: Rocío ronca. Pero ronca como un tractor con la junta de la culata rota. Es como dormir con un tigre gruñéndote e la oreja. «No ronco, tengo vegetaciones», dijo Rocío. No tiene vegetaciones, tiene vegetación. Tengo imágenes de una endoscopia que le hicieron en las fosas nasales:

Vídeo: Están todos contra Pavón. Esta semana le han puesto a parir en la cabaña. Menos Cristian, que le defendió. JA JA JA Cristian, entre que les ha puteado a todos y defiende a Pavón, acaba enterrado en la playa el día menos pensado. Se van a montar un Fuenteovejuna y lo van a pasar por las armas.

Vídeo. Esta semana les han dado a los chicos unos pijamas blancos que marcaban el pepino que parecía plastificado. Al parecer Cristian se empalmó un día, algo que levantó risitas entre las chicas. Ahora tenemos 15 años. «Yo no me he empalmado aquí, que tengo novia en Madrid», se defendió el muchacho, como si sólo se pudieran tener erecciones con la novia de uno. Cristian sólo se levanta palote por las mañanas cuando su novia está a menos de diez metros.

Y casi al final de la gala llegó la gran bronca de Sobera, que llevaba toda la gala pidiendo por favor a los colaboradores y en concreto a Oriana y Gahona que dejaran de hablar cuando él tenía que seguir con la gala. Pero estas dos van de bronca en bronca y no se callan ni a tiros. «La próxima gala no necesitaremos que estéis aquí», acabó diciéndoles Sobera, al que sólo le faltó llamar a seguridad o meterles en la boca un calcetín sudado. Como es un buenazo, luego añadió un «como sigáis así».

Vídeo y acabamos. Yiya ha buscado una técnica de pesca revolucionario: «Coge piedras puntiagudas y nos liamos a pedradas con los peces«, propuso Yiya, que no es bruta ni nada. Imaginaos a esta mujer cazando ballenas. Las arrea con la pala de una excavadora. Está la pesca de arrastre y la pesca de machaque de Yiya.

Y se acabó lo que se daba.

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