La tomadura de pelo de ‘Supervivientes’ para encubrir a Isabel Pantoja y sus trampas

• Se burlan de Chelo García Cortés por su supuesto parecido con Robert Redford.

Bueno, de verdad… A mí se me pone un señor a descojonarse a dos centímetros de mi cara, soltándome babillas de las carcajadas y me molesta menos que cómo se han reído de la audiencia en Supervivientes.

¿Os acordáis del tema de la lata de Isabel Pantoja? La tonadillera está acusada por Colate de robar una lata. Dijeron el jueves que anoche se sabría de dónde salió la lata… Y NO SE SUPO. Se pusieron imágenes que no aclaraban nada. Se debatió con teorías tontas. Se mareó la perdiz hasta que la perdiz vomitó…

AL FINAL NO-SE-SU-PO

Pantoja se come una lata que nadie sabe de dónde ha salido y no pasa nada. No se investiga y les da igual. Mañana Pantoja se encontrará en la playa un estofado de rabo de toro con patatas y nadie dirá nada.

– Isabel, ¿de dónde ha salido ese bungalow con jacuzzi y chef privado en el que estás viviendo?

– Me lo encontré en la playa.

– Ah, vale, genial, sin problemas, perdona si te hemos incomodado.

Y así.

Pero no adelantemos acontecimientos. Lo primero, lo fundamental, lo más importante, casi vital es…

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Bueno, lo de seguirme a lo mejor no es tan obligatorio, pero es triste pedir, pero más triste es de robá.

La cosa comenzó con un vídeo en el que salían Colate y Omar repartiéndose a Mónica Hoyos como si fuera un trozo de carne. Los dos hablaban de dormir con ella y de cómo lo harían. Eh, para qué vamos a contar con su voluntad.

«Igual me tenéis que preguntar a mi, ¿no?», acabó diciendo ella, para sorpresa de los maromos, que desconocían que las mujeres tengan voluntad propia. El día que vean a una mujer votando les va a dar un pasmo de la sorpresa. Esta gente aún no se explica por qué no se puede cambiar a una mujer por dos ovejas y cinco gallinas.

Oto sigue con narcolepsia. Está tirando su vida durmiendo. A Oto le hacen un estudio del sueño en un hospital y necesita tres turnos de médicos de guardia para acabarlo. Oto se echa una siesta y cuando se levanta ha alcanzado la edad de jubilación. Cuando se van a hibernar los osos dicen «vamos a hacernos un Oto».

«No sé cómo deciros que no habléis alto por las mañanas», se quejó Oto, que encima le jode que los demás trabajen mientras él duerme. Qué hijos de puta sus compañeros manteniéndole vivo en lugar de dejarle dormir. A este chaval le jode tener los ojos abiertos. No es que le pesen los párpados, es que puede guillotinar a un toro con un guiño.

Pero no está solo en esa aversión a la vigilia que tiene. Ahí está su amiga Dakota, que pasa tanto tiempo en horizontal que en el registro civil le han cambiado el nombre y ahora se llama Tumbadota.

«Miré, vi que estabas tú y dije, ¿para qué me voy a levantar si ya está él?», dijo Dakota sobre cuidar el fuego. Eso, si Fabio es gilipollas y le gusta pasarse la noche en vela cuidando del fuego, ¿quién es Dakota para quitarle la ilusión al chiquillo?. Esta chica tiene un corazón de oro. Cómo se sacrifica durmiendo bien para que Fabio tenga sus caprichitos.

Dakota y Violeta han tratado de hacer las paces esta semana. Lo que pasa es que estas dos hacen las paces que serían capaces de provocar una guerra entre el Tíbet y Suiza.

«Yo podría decirte que tu novio se estará tirando a todo Alicante, pero a qué no lo hago?», le dijo Violeta a Dakota, diciéndolo, pero sin decirlo.

«No metas a mi novio, que yo he metido a Fabio porque está concursando«, respondió Dakota, ofendidísima porque le metieran al novio. Pero si no está un novio para que se te meta, ¿para qué esta? ¿Qué quieres, hablar con él? Por favor.

Y Dakota inició una argumentación en la que exponía los porqués de lo inoportuno del comentario de Violeta y cómo había herido sus sentimientos. Ah, no, que le dijo «me cago pa tu boca, podría, reventá, tía cochina, eres una guarra, guarra, guarra de mierda, que se te conoce por guarra, pringá, niñata de mierda, tira a la mierda, polioperada [eructo] pa ti».

Para que luego digan que Dakota no tiene vocabulario. Joder. Es una virtuosa del insulto. Si hubiera un Eurovisión del Insulto Dakota lo ganaba. El Festival de Eurocabrón se celebraba en España todos los años.

– An de tuelf points gous tu… ¡Dakota! an jis sonj ‘Mi sit tu yur mouz’.

«Cavernícola, macarra, garrula, vulgar«, contraatacó Violeta, quedando muy por debajo en capacidad de insulto. Es como si un Navío de Línea de cuatro cubiertas de cañones se enfrentara con una barca con tirachinas.

Cavernícola… joder Violeta, tía, cómo te pasas, qué fuerte, o sea.

Y sí, Violeta acabó llorando y gritando «¡PORQUE NO ME PUEDO IR NADANDO, QUE SI NO ME IBA YA!«, ya verás el día que concurse David Meca. Se cabrea, se echa al agua y a los dos días aparece en una playa de Benidorm con el plástico de un pack de latas apretándole el cuello.

Total, que Violeta es la drama queen, es más, es la emperatriz del drama. Se puso a convulsionar y a decir que no podía respirar. Y todo eso en topless. Violeta ha tenido más tiempo las tetas fuera que dentro. Y me parece muy bien, oye, que vale ya de hipocresías. Violeta no es que haya hecho un free the nipple, es que se le han independizado las areolas.

Jordi González está hasta las pelotas de sus colaboradores. Se coge unos puteos de mucho cuidado y recurre al grito para callar a los colaboradores ¡SILENCIO! ¡UNO, DOS, TRES! LIDIA LOZANO, CÁLLATE o ¡PERO QUÉ HABÉIS CENADO ESTA NOCHE! gritaba anoche.

A Jordi González le van a dar una pistola para que salga a presentar. Va pedir silencio una vez. Sólo una. Y después el que va a hacer ruido es él. El ruido del PUM, PUM.

Jordi González, pidiendo silencio:

Vídeo:

Isabel Pantoja, ordeno y mando. Esta mujer mira a sus compañeros y ve robots ROOMBA. Aún no se explica como no llega un momento en el que Chelo u Omar no andan marcha atrás y se meten una estación de carga por el culo.

Esta semana ha estado ella de cocinera. Bueno, cocinera es la que cocina y ella no ha tocado nada. Sólo lo ha ordenado.

– Cogemos crustáceos, pescamos, hacemos una sopa…

Y más que sopa se hicieron un plato de pasta tan grande que lo ve un italiano y se pone a llorar de la emoción. Para Pantoja la palabra ‘racionar’ significa «cómetelo todo el primer día y a tomar por culo, carpe díem, hijos de puta».

Isabel Pantoja les da órdenes y espera a que sus compañeros las ejecuten. El Siri de Isabel Pantoja se cogió una baja por depresión. Es el primer programa informático que ha sufrido estrés.

«Coge la sartén. Pon el fuego. Mueve eso. Corta aquello»… Es como si Chelo García Cortés funcionara por control remoto.

Aquí tenemos un vídeo de Isabel Pantoja y Chelo García Cortés:

Chelo dijo que le había gustado «ser la pinche de Isabel Pantoja, porque aprendes«. Sí, aprendes la manera de lamer un culo bien lamido. Si hubiera unas olimpiadas de lamer culos Chelo García Cortés se llevaba todas las medallas. Pero hasta las medallitas de la Virgen Peloteo Redentor.

Jordi conectó con la isla y los de la playa abandonada le dijeron que tenían «hambre y calor» y él respondió, empático, «como yo…». Para Jordi González «compasión» es cuando tienes un compañero de Sión.

«Isabel, me ha contado alguien tus habilidades haciendo sopa con pescado y eso que no tienes nada, ¿cómo te las ingenias?», le preguntó Jordi a Pantoja, que para ser honrada debió decir: «yo no me las ingenio, lo pido y se me da, usar tu propia energía es de pobres».

Albert se ha clavado el cuchillo en la mano. «Que no se asuste nadie, es simplemente que me he clavado el cuchillo así«, decía mientras hacía el gesto de haberse pasado la mano de lado a lado con gran dolor y sufrimiento. No tranquilizaba nada, la verdad.

– Que no se asuste nadie, pero he perdido seis metros de intestino al ser devorado por ratas con la rabia.

Y así.

JUEGO DE RECOMPENSA

El juego se llamaba ‘Pescar la llave’. Era un circuito de obstáculos al final del que tenían que montar una caña de bambú con la que coger una llave para abrir una puerta y después tirar de unas cuerdas para meter unas bolas por un agujero. Esa prueba tenía más partes que Frankenstein.

La recompensa era «un día premium»: desayuno completo, masaje, pedicura y manicura.

Las primeras en hacerlo fueron Mahi, Dakota y Violeta.

«No hay suficiente cuerda», se quejaba Violeta, porque ella quería tornillos, taladro, cinta americana y un ingeniero industrial para unir dos palos de mierda.

«Joder, es que soy muy pequeña«, se quejaba de nuevo Mahi, que apenas llegaba en el circuito y sin embargo ¡¡LO LOGRÓ!!

TOMAAAAAAAAAAAAAA

Pocas veces me ha dado más alegría ver a un concursante ganar algo. Eso dice mucho de Mahi

En la siguiente ronda se enfrentaron Oto, Fabio. El palo de Fabio era entre deforme y alienígena. Y además, era un palo flácido, que se iba para abajo. Como el muchacho tenga todo igual de blando va a tener que copular con Violeta de mentirijillas.

A Oto se le caía la bolita y pegaba unos chillidos que parecía que la prueba la ganaba el primero en partirse una cuerda vocal.

En el plató la gente chillaba también cuando la pelota estaba a punto de caerse, sufriendo como si estuvieran viendo un combate de gladiadores con espadas oxidadas.

Y ganó Fabio. Violeta se alegró mucho por su novio. Ah, no, que estaba jodida por no haber ganado ella.

Vídeo: Pantoja vio a Mónica y Colate pelando la pava, haciéndose arrumacos. «Eso se llama hacer montaje», opinó, pero no le parecía montaje cuando Colate le tiraba los trastos a ella. En una palabra: Reventamiento. En otra: celos malos. Ah, eso son dos.

Colate, para seducir a Mónica se puso a cantar. Lo que pasa es que cantaba tan mal que más que provocar amor provocaba ganas de darle un navajazo en el estómago para que se callara.

«Es un seductor…«, decía de Colate Omar y la Panto, he había bebido tanto los vientos por él que tomaba hasta cócteles, dijo que Colate es «lo más antisexy del mundo». Ella, que babeó por él que le tuvieron que poner una vía para rehidratarla.

Y vamos con la prueba de Pantoja, Chelo y Mónica.

A Pantoja se le hizo raro tener que hacer algo ella misma. Pantoja trabaja tan poco en Supervivientes que tiene el sentido del tacto a estrenar.

– Oh, ésto es lo que se siente al tocar las cosas con las manos…

Y así.

Como Chelo y Pantoja no podían saltar un palo del circuito que podría haber saltado un caracol muerto,  les dejaron que se ayudaran la una a la otra. «0s dejamos», dijo Lara.

Perdieron como un minuto en decidir quién ayudaba a quién primero porque Chelo quería ayudar a Pantoja.

Me encanta que les dejen ayudarse. Eh, lo que necesiten. Si Supervivientes convocara oposiciones y se presentara Isabel Pantoja le dejarían hacerlas con los libros, Google abierto y un ejemplo de examen con las respuestas puestas.

«La señora esa de blanco, ¿se puede callar, por favor?«, dijo en un momento dado Jordi, cabreado con Lidia Lozano, que se tomaba la prueba con una emoción como de estar viendo a su hijo tratando de salvar la vida.

Mónica hacía la prueba con una concentración que a su lado un neurocirujano operando un cerebro lo hace a lo loco.

Lara Álvarez se quejó medio millón de veces durante la gala del calor que hacía en los Cayos Cochinos. ¿Es que nadie escucha sus peticiones de auxilio? ¿Pueden tener una sombrilla los socorristas y no puede tener una Lara Álvarez? me cago en la leche, Merche, que me voy a Honduras y le pongo a mi Lara hasta aire acondicionado.

El caso es que ninguna de las tres logró hacer la prueba y Lara les dijo: «creo que os merecéis este fuerte aplauso». Ellas le miraron con cara de pensar que los putos aplausos no se comen. Pantoja no quiere nada que no se pueda poner en un bocadillo.

Después compitieron Albert, Colate y Omar. Éste último se puso a atar los palos unos encima de otros, en lugar de forma consecutiva, que más que una caña estaba construyendo el pilar de un rascacielos.

«¡¡Y ALBERT LA METE!!«, dijo Jordi emocionado al ver al muchacho ganar. No se celebraba con tanto énfasis lo de meterla desde que Cuasimodo pilló cacho con una gárgola.

Albert le regaló su pedicura a Isabel Pantoja. DIOS QUÉ ASCO. Qué peloteo, por favor. No-lo-soporto.

Aunque más que peloteo es un insulto, porque Albert dijo que se lo regalaba porque la que tenía las uñas de los pies más largas era Isabel Pantoja. He conseguido imágenes de los pies de Panto:

Si hacemos caso a Albert, Pantoja tiene las uñas de los pies que puede trepar a los árboles. Tiene más agarre la jodía que Spiderman con ventosas en los pies. Lobezno ve las uñas de los pies de Pantoja y se pone tó burro.

Carlos Lozano ha incumplido las normas, yendo más lejos de lo que está permitido en la selva y hablando con los de la playa.

«No te puedes ir sin nadie del equipo, no te puedes separar«, le dijo uno de los inspectores de la isla, porque Carlos se había ido a unas rocas lejanas a por lapas.

«Es que me aburro mucho«, dijo él como excusa.

– Carlos, no puedes darle patadas a esa mina de la Segunda Guerra Mundial, podría explotar y matarnos a todos.

– Es que me aburro mucho.

Y así.

Y por si eso fuera poco, se dedicó a discutir con todos los compañeros por el jabón. Y no puede hablar con ellos y aún así ha tenido más conversaciones que un teleoperador.

El caso es que por votación de sus compañeros subieron a Violeta al palafito.

«Tengo un dolor de ovarios que para aguantarme hoy lo vas a flipar«, dijo la muchacha, que normalmente ya es difícil de soportar y con dolor de ovarios debe ser ya como para que la fiche la Inquisición para dar tormento.

– Has pecado, eres un blasfemo, confiesa.

– Qué va, soy un buen cristiano y no confesaré ni aunque me déis tortura con el potro, con brasas en los pies ni con astillas de bambú bajo las uñas.

– Viene Violeta con dolor de ovarios…

– ¡SOY BLASFEMO, QUEMADME, POR FAVOR, QUEMADMEEEEE!

Algo así.

«Espero que no estés más de cinco minutos, porque si no me va a dar algo a mi y te va a dar a ti», dijo Carlos sobre la visita de Violeta, que no sabías si había ido a verle Violeta o su propia suegra.

El castigo era doble: Violeta y Carlos estarán en el mirador solos y sólo podrán bajar excepto para mear y cagar. Y sus compañeros deberán llevarles comida, bebida y hasta acompañarles a hacer sus necesidades.

«¿Por qué me lleva todo el reality pasando cosas malas?«, se quejó Violeta, intentando dar más pena que Marco el día de la madre.

Jordi conectó con Lidia, que aún no se había podido mirar en el espejo. «Habré cogido ya como un kilo, porque me he puesto de comer estos tres días…«, dijo ella. Y es que estos días a Lidia le han tenido que dar de comer con unas pinzas para que ningún camarero perdiera un dedo. Lidia ha hecho merienda-cena-desayuno-comida.

Ha perdido 7,5 kilos en total durante su estancia en Supervivientes. «Me he quedado sin culo«, declaró, como si en lugar de adelgazar hubiera sufrido una amputación.

A Colate le tocó una llamada en el juego de la cerbatana. Le pusieron a un amigo al teléfono y fue una llamada muy emotiva, tanto que ni siquiera sabía con quién cojones estaba hablando. «Hola… ¿quién es? ¡Coño, no sabía quién eras!», exclamó.

El amigo toda la información que fue capaz de proporcionar fue «está todo bien» y «te vemos todo el tiempo en casa». Hay que joderse tener una llamada de un minuto y que haya silencios incómodos.

A Omar le pusieron a su abuela. Y esta señora sí, esta señora le dio en un minuto consejos como para llegar a presidir el Gobierno de la nación. El Gobierno del mundo. Joder, la señora, hablaba más deprisa que Christian Gálvez nervioso.

«Vamos a recibir al último expulsado de Supervivientes 2015«, dijo Jordi González ya en plató. Joder, el primer sorprendido debió ser ese expulsado, que estaría en su casa tranquilo y de repente se lo llevaron a Telecinco.

Al final entró el último expulsado de Supervivientes 2019, y Jonathan llegó al plató y lo único interesante fue lo que le preguntó Jordi: «¿Le diste a Isabel Pantoja una lata de chopped antes de irte?»

«NO», dijo él. Y LLEGÓ EL MOMENTO TOMADURA DE PELO, EL MOMENTO LATA

«Fue el jueves que expulsaron a Anette», aclaró Jordi. Ella también negó haber dejado una lata.

Y pusieron un vídeo resumen de las latas de esa semana. Yo me perdí con tanta lata. Ese vídeo se lo pones a uno de la NASA y es incapaz de llevar la cuenta.

Al final de varios vídeos Jordi aseguró que «no hay ni una evidencia de que Isabel robara una lata», «pero recordamos que el programa no se la proporcionó».

¿Y DE DÓNDE SALIÓ? ¿DEL SUPERMERCADO DE DIOS? ¿GENERACIÓN ESPONTÁNEA?

En el plató daban por hecho que algún compañero le había dado la lata. Pero esa es UNA EXPLICACIÓN DE MIERDA. 

Isabel mintió, eso está claro, porque dijo que se la había dado el doctor. Y es mentira. La explicación de Colate es que Pantoja se autoadjudicó la lata de la dotación del grupo, que la cogió del fondo común y se la metió en su saco.

«Me la encontré. Punto», fue toda la explicación de Pantoja, que añadió que «he dicho que lo de la isla se va a quedar en la isla». Comer sin que te lo hayas ganado y con una lata que no te corresponde es hacer trampas. No hay más.

«Y ahora que haga la organización conmigo lo que quiera«, dijo todo chula, sabiendo que la organización lo único que le hace es la ola.

Y SIN ACLARAR NADA, PASARON A LAS BRONCAS DE VIOLETA Y DAKOTA

Ya está. Pantoja se come una lata que nadie sabe de dónde ha salido y no pasa nada. Lo llega a hacer Omar y le hacen un lavado de estómago y un interrogatorio que acaba confesando lo de la lata y hasta el asesinato de Kennedy.

A mí esto me parece un error, porque pone en entredicho la limpieza del concurso y la organización es la única responsable por permitirlo. Si resulta que Pantoja se chiva de que les dan sándwich antes de las galas, puede hacer las pruebas cuando quiere y le aparece comida sin saber de dónde… ¿luego se sorprenden de que la gente crea en tongos y favoritismos?

Para mí la cosa está clara: Colate dijo que la semana de autos a ellos les correspondían cinco latas, como así se lo había confirmado la organización. Sólo tenían cuatro y a Pantoja le había aparecido una misteriosamente. No hay que ser Einstein para atar cabos.

En fin…

Ha habido tormenta en los Cayos. En la playa de los abandonados su refugio tenía goteras. Para la mierda de tejado que tenían lo mismo les había dado poner coladores en lugar de una lona. Eso protegía menos que un condón de ganchillo.

«Sábado sabadete me tiene la lluvia hasta el ojete», dijo Oto, que es todo un poeta y en cuestión de rimas deja a Calderón de la Barca como la mierda.

«Sacaros la ropa mojada porque si no vais a caer en pulmonía», les aconsejó Lozano, que no veas si es agorero y exagerado el jodío

– Sacaros la ropa mojada o se os gangrenarán las piernas y los brazos, y gusanos dentados os comerán las tripas mientras ardéis.

Y así.

En la playa de Isabel Pantoja ella se quedó debajo del toldo mientras Chelo trataba de protegerla. Madre mía. Kevin Kostner en El Guardaespaldas era un mierda al lado de Chelo. Si hubiera una debacle nuclear sobrevivirían las cucarachas e Isabel Pantoja, porque Chelo se pondría entre la radiación y ella.

Para acabar, esta semana han visto una pitón en los alrededores de la playa. «Mira esa serpiente, qué ascooooooooo», decía Fabio, pero la serpiente estaba bastante más limpia que él. De hecho, seguro que la serpiente estaba pensando qué repelús el barbas ese.

– Amos, no me jodas, los humanos éstos de los cojones, que vienen aquí a tocar los cojones y encima que si doy asco…

Y se acabó lo que se daba, amigos.

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