Un ataque coordinado de cangrejos hace que Isabel Pantoja entre en pánico en Supervivientes y las Azúcar Moreno abandonan

Madre mía, Isabel Pantoja y sus películas. Esta mujer para qué quiere cantar si puede hacer guiones y hacerse millonaria. Tiene una facilidad para la épica, el drama y una imaginación que a su lado El señor de los anillos es novela hiperrealista.

La última ha sido una película que se ha montado en la que un comando de cangrejos, actuando de forma coordinada y con un entrenamiento de élite, urdió un plan para asaltarla aprovechando la noche. En las academias militares se estudia el ‘Asalto Crustáceo’ como ejemplo para la toma de posiciones tonadilleras.

Pero antes de ir con eso, veamos qué más pasó en la gala de Supervivientes de anoche, porque hubo abandonos, regresos, relaciones rotas y agarradas de nalgas de las que crean afición.

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En primer lugar vimos a vimos a Violeta, que aún estaba en Honduras, a pesar de haber dicho que se tenía que ir a Madrid a resolver algo. Debía ser el bar Madrid, de al lado del hotel.

Jordi González conectó con ella y tras pedirle permiso para contar sus maluras, dijo lo siguiente:

«El martes continuabas experimentando náuseas y mareo y la organización te hizo pruebas que dieron positivas en embarazo. La organización decidió apartarte del concurso por seguridad».

El novio de Violeta escuchaba esto en plató, en directo. Así:

El muchacho no podía ni tragar saliva. Podías ver su cerebro echando humo tratando de recordar si alguna vez lo habían hecho sin condón. Era una de esas situaciones en las que tener un gatillazo no parece tan malo.

«Al día siguiente se te realizaron pruebas de análisis e imagen y descartaron el embarazo, pero detectaron otros problemas médicos que con el ayuno se agravaron, dando esos síntomas y el falso positivo», explicó después Jordi.

Y después de pasar por más exploraciones que el Amazonas, le dijeron a Violeta que debe «comer y beber, porque si no el cuadro médico se repetiría y tendrías que abandonar».

Tras todo eso Jordi le dijo a Violeta que podía volver al concurso y ella se puso a dar saltos que parecía un concurso de hacer botar tetas. Estaba feliz como unas castañuelas… Hasta que recibió una la llamada de su novio.

Pero antes de hablar con el muchacho le pusieron un vídeo de Fabio, diciendo que la quería, que la echaba de menos… «son unas palabras muy bonitas y además las comparto, la verdad», dijo ella.

ENCERRONA de las buenas.

¿Existen los flechazos, se puede estar enamorado de dos personas a la vez?, le preguntaba Jordi. «Existen los flechazos, pero no se puede estar enamorado de dos personas a la vez, no se puede», respondía ella.

¿Has visto en Fabio algo que no hayas visto antes en otro hombre?, insistía Jordi, como el que no quiere la cosa. «Sí, muchas cosas», ella sin cortarse.

«No quiero negar lo evidente, eso sería ser cobarde y no lo soy, pero antes de hablar claro me gustaría hablar con una segunda persona», dijo al final Violeta…

¡Y LE PUSIERON AL NOVIO AL TELÉFONO!

Eso es como si te incitan a comer, haciéndote abrir la nevera y dentro te está esperando tu dietista con un bate de béisbol.

«Yo estoy bastante mal, porque me he dejado la cara por nuestra relación… he cuidado de tu familia y…», empezó a decir el muchacho. Pero Violeta lleva un pelín mal que la critiquen. Puede sentarse en un cactus sin pestañear, pero criticar a Violeta es como echarle agua a un Gremlin.

«SI YO NO PUEDO HABLAR Y VA A HABLAR ÉL TODO EL RATO. ES QUE ÉL ESTÁ EN ESPAÑA Y ESO ES LO FÁCIL», Decía Violeta chillando como una histérica y acercándose a la cámara. Ahora el operador de esa cámara está metido en la cama con tiritonas porque cada vez que cierra los ojos ve a Violeta acercándose. A ese pobre hombre no se le pusieron los cojones de corbata, se le pusieron en órbita. En la Estación Espacial Internacional se preguntan por qué hay dos kiwis pegados por fuera de la ventanilla.

«Yo a diferencia tuya sí que te he echado de menos, en casa, llorando todos los días sin ganas de comer y si como algo es un Burguer King o alguna porquería de esas…», dijo el novio.

Lo mismo no le llaman de Burguer King para hacer un anuncio. En cualquier caso, hay que joderse con el chaval, que los disgustos le quitan las ganas de comer acelgas hervidas. Pobre.

«PERO TÚ QUÉ ESTÁS DICIENDO AHÍ DE MÍ. ¿HE MATADO A ALGUIEN?«, seguía Violeta, que se ve más inocente que un koala acusado de robar una joyería.

El «no he matado a nadie» como disculpa para todo.

– Robó usted el dinero de la residencia de ancianos y lo empleó para pagarle la droga a unos niños huérfanos…

– Sí, pero no he matado a nadie, señor juez.

– Hostia, haber empezado por ahí, ¡Absuelta!

«PUES QUE TE SANTIFIQUEN«, le decía Violeta a su novio. San Cornudopio, están buscándole día en el calendario.

«ME PONGO DE RODILLAS, QUE ME APEDREE TODO EL PUTO PAÍS. YO NO HE HECHO NADA MALO», gritaba Violeta, para nada dramatizando la situación. Si llega a ser ella la que iba a ser lapidada le dice a Jesús que se deje de primeras piedras y mierdas, que ella quiere que le arreen con los guijarros a saco.

«ME QUIERES DEJAR COMO UNA BRUJA. ¿QUÉ HAGO SI ME HA PASADO ESO?«, se preguntaba escandalizada Violeta, como si hablara de un hecho fortuito ajeno a su voluntad y dominio.

«Para mí conocerte ha sido una movida, vas a estar para siempre en mi corazón», dijo a modo de despedida el muchacho, como si llevara metralla en el cuerpo cerca de la patata y no se la pudieran extirpar, como a IronMan.

Al poco Violeta regresó con sus compañeros. Fabio la agarró por el culo como si la nalga de Violeta fuera suya y quisiera que se la devolviera. A Fabio le tenían que quitar esa nalga de sus manos frías y muertas. Ambos se pusieron a cuchichear pegados el uno al otro.

Los demás ignoraron a Violeta como si hubiera llegado a la playa una ola más.

INCISO: El conjunto de Lara Álvarez era muy bonito, excepto por una especie de delantal que le habían puesto, que parecía el pellejo de un bacalao albino.

En el documental de la semana pasada vimos cómo cazan las leonas y esta semana veremos escalofriantes imágenes de como caza una Pantoja. La fiera ha avistado su víctima, inocente y desprevenida, en la sabana: un Colate que no sabe lo que le espera.

Tras la gala del jueves llegaron a su nueva playa y Pantoja se dedicó a decir frases de tonadillera mientras los demás trabajaban para hacer el refugio. En la construcción de las pirámides Pantoja habría sido la jubilada que miraba la obra. Qué forma de aportar…

«No tenemos colchonetas, no tenemos nada, de nada, de nothing», se quejaba encima, con un inglés que la pones en la BBC y a los ingleses les sangran las orejas.

«Yo te llevo al Rocío tengo allí una casa que es tuya», le dijo a Colate. Pero yo creo que lo que Colate oía es «Te voy a llevar al Rocío y lo del salto de la reja no va a ser nada comparado con los saltos que voy a pegarte yo a ti».

Como a Colate le sigan roneando así va a empezar a agobiarse y el día menos pensado finge un accidente con el machete para cortarse el pene.

– Ooooh, lo siento, ya no tengo pirindola, no puedo ser tu novio, ¡qué pena!

Y LLEGÓ EL ATAQUE DE PÁNICO

«Sentía a los cangrejos subiéndome por el cuerpo… todos«, dijo la Pantoja una noche. Todos, ¿eh? Todos los putos cangrejos en kilómetros a la redonda.

El sueño de cualquier cangrejo es pasarle por encima a la Pantoja. Tú le preguntas a cualquier cangrejito y de mayor no quiere ser futbolista, ni actor, ni influencer, no, quiere subirse por el cuerpo de Pantoja.

En las playas de todo el mundo hay cangrejos mirando melancólicos hacia el mar, esperando la llegada de una barca que traiga a Pantoja para poder pisarla. En CangrejoWorld París la atracción con más cola es una en la que puedes pasar por encima de un muñeco de Isabel Pantoja.

«Me he despertado y casi me muero», decía la mujer. DRAMA GORDO.

«Yo siempre tengo que dejar una luz encendida», nos revelaba Pantoja, que tiene seis años.

«No puedo con la oscuridad, no puedo, que se encienda el tronco, por Dios«, rogaba mientras echaba cosas en la hoguera, que no echó a Oto dentro porque no le tenía a mano.

«Qué oscuro. No puedo ir al baño, no puedo ir a ningún sitio«, se quejaba la mujer, que ahora resulta que hace falta luz para mear. Todo el mundo sabe que el sonido del chorrito te guía mejor que la Estrella Polar.

Al final se levantó Colate, en plan salvador. Aquí le tenemos espantando a los cangrejos que querían subirse en Pantoja:

Colate intentaba hacerle ver que se veía perfectamente, pero no se veía ni los pies. Ja ja ja Colate es el que enseña a los gatos a ver por la noche. Colate ve tan bien en la oscuridad que piensa que la batalla de Invernalia se rodó a las tres de la tarde.

Pero desistió, porque la Pantoja estaba en bucle con lo de la oscuridad y dejó a la Pantoja durmiendo sentada en un tronco al lado de la hoguera.

Es curioso, cuando Pantoja dormía en un colchón no le daba miedo la oscuridad…

BRONCA CON OMAR

«Tú no eres claro, te lo digo a ti, en tu cara«, le dijo Pantoja un día al iluminati, a la par que la ordenaba no hablar más de su hija, Chabelita.

«No creo que tú debas decirme de lo que tengo y que no tengo que hablar, porque tu no eres la regidora del programa», le respondía Omar, pero creo que sólo porque había una valla de por medio.

Aneth, mientras, metía cizaña como una profesional. No hay estreñimiento si está Aneth cerca, porque ella es capaz de meter osacar mierda al David de Miguel Ángel. Aquí tenemos imágenes inéditas de Aneth en la isla, bombeando cacota:

MÁS COSAS:

Dakota informa: «He cagado todos los días y hoy dos veces, en este baño más, porque es más apetecible», nos contó Dakota súper orgullosa.

Si hubiera un concurso internacional de hacer de vientre, mandamos a Dakota y ganaríamos. Su nombre artístico sería Kakota e iría a Zurullosión a cantar Me estoy cagando locamente.

La organización y la audiencia les castigaron (a todo su grupo) por trabajar menos que el doble de riesgo de María Galiana en Cuéntame.

«Sí que hacemos, que ayer nos fuimos para allá para la roca«, dijo como defensa Dakota. Es todo lo que puede destacar de su trabajo en tres días. Que se fue para una roca.

– Y bien, Dakota, optas a la subida de sueldo… ¿qué destacarías de tu trabajo, qué aportas a la empresa?

– Ayer fui a la cocina.

– No sé si con eso podemos darte el aumento…

– ¿QUÉ NO? MADRE MÍA, TE DIGO YO A TI QUE SI.

Y en un vídeo ellos mismos lo explicaban: «No hemos hecho gran cosa porque somos unas vagas de los cojones«, decía Oto. «No hemos hecho nada desde que nos hemos levantado», confirmaba Dakota.

A Mónica Hoyos se la han comido los mosquitos. «Me han dicho que te has levantado con la espalda llena de picaduras…», dijo Jordi.

«¿Quieres Verla?», le dijo Mónica y enseñó la espalda. Joder, menos mal que no le han picado en la entrepierna, porque nos enseña en directo todo el carnaval.

– Me han dicho que tienes ladillas…

– ¿Quieres verlas?

La prueba de recompensa era hacer un circuito cargando con una bandera con dos mástiles que debían colgar al final. El caso era que debían hacerlo con los pies atados y uno de ellos con los ojos vendados.

LO GANARON OMAR, MAHI Y FABIO

Olé por ellos, que encima eran menos. La Pantoja negaba con la cabeza, con una envidia de las buenas, de las que vienen autobuses de japones a hacerles fotos.

La recompensa era comerse un flan gigante lleno de nata. Tenían que comer sin manos y metiendo la cabeza en el flan. El resultado era tan cochino que a su lado una piara de cerdos parece una cena con cubiertos de plata y mantel de seda.

Para los abandonados había un segundo flan que se pudieron comer con las manos en 30 segundos. Madre de Dios. La Pantoja cogió un trozo de flan que no lo agarras con una pala excavadora. A la Pantoja la dejas con hambre un par de días y es capaz de abrirte con las manos una zanja para meter el gas a cambio de un bocata de mortadela.

Y de ahí nos fuimos a las Abandono Moreno.

«Nos hemos bloqueado y no encontramos la forma de entrar en el juego«, dijo Encarna para justificar que se iban.

«Nos levantamos las dos ayer con el mismo sentimiento. No he pasado hambre, ni fatiga, estoy sana, pero ha sido una cosa de mi cabeza, como si estuviera en un sitio encerrada, me entran ataques de ansiedad», dijo Toñi, que luego vino a decir, básicamente, que se iban porque les salía del mismísimo.

¿Queréis dejar el programa? les preguntaba Jordi. Dijeron un SI enorme. Y lo abandonaron.

¡ADIÓS MUY BUENAS!, les dijo Jordi con cabreo, pero ellas se lo tomaron como si les hubiera dicho «hasta luego, os quiero». Pero no, a estas dos les hacen la cruz fijo, porque es muy caro llevarlas allí para que abandonen a la primera de cambio.

Y LLEGÓ LA GRAN TRAICIÓN DE PANTOJA. Jordi pidió que los alegatos de los nominados los hicieran un compañero que voluntariamente quisiera hacerlo. Pidieron voluntarios para Chelo y…

La Pantoja no se ofreció. Después de haber sido su chacha, su sirvienta, de haberle donado un riñón, haberle sacado al perro y regado las plantas no fue capaz de hacer un alegato en su defensa. Bien es cierto que al principio fue porque no se enteraron de que podían hacerlo los de otro grupo, pero aún cuando se aclaró la cosa, la Pantoja levantó la manita con menos ganas que para pedir la cuenta en una marisquería.

Y fue Carlos Lozano el que se ocupó, voluntariamente. Eso demuestra nobleza.

Para defender a Dakota se ofrecieron otro puñado, pero salió Oto. «Es una persona luchadora, que va de frente, que no busca movida con la gente, a pesar de que lo hagan ver así». JA JA JA

¿Dakota movida con la gente? Qué tonería es eso, si Dakota se lleva bien con todos sus peluches. Y ya.

Pantoja sí que levantó la mano para defender a Aneth. Aneth es una chica estupenda, con un corazón de oro, lo está dando todo», todo no, que no quería dejarle usar el fuego a Loli si no traía leña…

Para Mónica lo hizo Carlos: Mónica tiene ilusión, todo lo hace por su pequeña y… me emociona verla. Se lo merece, sabéis que si no, diría que no. En este caso se lo merece», dijo Carlos. O estaba llorando o tenía una flema y no se la podía tragar. Pero emocionado estaba.

En fin… eso dio de sí la gala, que no es poco.

 

 

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