Archivo de abril, 2019

La vergüenza de Isabel Pantoja: o eres pelota o tienes bronca en Supervivientes 2019

Pantoja, manitas al aire (FOTO: TELECINCO)

Pasa con mucha gente famosa (que no con todos) y sobre todo pasa MUCHO con los artistas del mundo de la música: están acostumbrados a que les laman el culo. En Tailandia hay un 80% de humedad, en el culo de un cantante hay un 95%.

Isabel Pantoja es un claro ejemplo de esto. Por lo que vemos en Supervivientes está acostumbrada a que le doren la píldora que la tiene ya que parece una pepita de oro. Y como no lo hagas te hace una cruz que es mejor una maldición gitana aliñada con vudú que una mala mirada suya.

Y aunque yo creo que ella no quería, porque venía a Supervivientes a lavar su imagen, pero a lavarla de dejarla tres días en un barreño con lejía, está dando una cara de montabroncas profesional. Pantoja deja que la leña arda… y luego te zurra con el tronco al rojo vivo.

Plata o plomo, decía Escobar. Pelota o Bronca, es la filosofía de Pantoja.

Pero vamos por orden con lo que vimos anoche de Supervivientes 2019.

En playa abandonada «nos estamos adaptando a no dormir, no comer y no cagar… creo que soy la única que no ha dormido y no ha cagado», dijo Violeta, que es la finura personificada.

Gracias Violeta por informarnos de tu tránsito intestinal. Estaba yo en un sin vivir pensando ¿habrá evacuado el colon Violeta? ¿Será la chica de mojón rápido o de mojón lento tipo trenecito de parque de atracciones?

Aunque ahora que lo pienso, Violeta es la soldado perfecta: no duerme y no caga. Nunca abandona su puesto. Ni aunque tenga dentro más mierda que el camión del abono. Violeta sí, marrón, no. Como siga acumulando mojones dentro va a dar miedo darle un abrazo. No se la puede estrujar.

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Anoche en directo vimos cómo les llamaban al directo.

«Igual nos dan de comer algo… ¡corred, insensatos!«, dijo Mahi cuando les mandaron subir a la barca. Sólo por eso se merece ganar el concurso.

Mahi ha perdido las lentillas y las gafas y no ve un carajo. Lleva así desde que llegó y a este paso se va de la isla pensando que Honduras es borrosa. Ve tan mal que el otro día en lugar de subirse a una barca se subió a un coco que flotaba.

Eso sí, el no ver no le impide ponerse ciega a comer gusanos. Cuando los bebés gusanos no quieren comer sus madres les amenazan diciéndoles que o comen o viene Mahi a llevárselos. Solo que en el caso de Mahi es verdad. No hay un sólo gusano en el mundo que no tenga un pariente desaparecido por culpa de Mahi.

Las viejas gusanas cuando notan que les duelen los huesos dicen «Ay, Mahi, llévame pronto».

Por otro lado está achicharrada, porque Mahi es blanca. Pero blanca que se va al Museo del Louvre y se queda quieta y la gente piensa que alguien le ha puesto peluca a una estatua de mármol.

¿Pensábais que Dakota estaba mucho más serena que en Hermano Mayor? Inocentes…

Grandes frases de Dakota en Supervivientes 2019:

«Ya empezáis a tocarme el coño«. Dakota nombra a su coño. Siempre. Todo el rato. Es el centro de su ser. En lo más íntimo, Dakota quiere todo.

– ¿Dakota, tienes hora?

– Tócame el coño.

– ¿Eh?

– Las tres y media. Y tócame el coño.

Y así.

«Joder». Otra de las palabras favoritas de Dakota. El día que tenga un hijo le va a poner un nombre compuesto: Antonio Joder de tol Coño.

«No me vaciles, ¿eh?», para Dakota toda comunicación de otro ser humano es susceptible de ser un vacile.

«Como se me vaya a mi la pinza vais a flipar». En en ránking de cosas que se van y flipas está la anilla de una granada de mano y la pinza de Dakota.

«No, ahora pasa Dakota de ti», ella decide. Si Dakota quiere puede dejar a Dios con la palabra en la boca.

«Tengo el coño bien hermoso, ¿lo quieres ver?». Si conoces a Dakota y a los diez minutos no se ha ofrecido a enseñarte el potorro es que no le caes bien.

«Te metes en todo menos en la bañera». Dakota es una gran fanática de la higiene personal y le molesta cualquier persona que tenga olor. Para Dakota si un animal puede olerte a menos de un metro es que eres un guarro.

En otro orden de cosas, Oto y Dakota han hecho buenas migas. Son compañeros de popó. Estaban los dos en el agua y le dijo Oto «estoy cagando ahora mismo» y Dakota, lejos de reprochárselo le dijo, «caga aquí… o un poco más para allá, para que les vaya la mierda a la otra playa».

Jonathan tiene muchas ganas de hacer cosas y en realidad no está haciendo nada. Está como si le hubieran puesto una vía en la vena y le metieran café. El primer día pretendía pescar peces con un trozo de liana, así, a palo seco o con un poncho metiéndolo en el agua. Y los gilipollas de los pescadores usando anzuelos y redes.

En la Playa de los Señores estaban como en una huelga. Un cadáver con el rigor mortis se mueve más que esta gente. Les toma el pulso un médico y firma la defunción. Y a pesar de que tienen fruta y kits de pesca, se quejaron del hambre.

Omar ha sido el primero en cazar un cangrejo, pero el precio a pagar ha sido muy alto: nos enseñó la hucha en primer plano. Joder, era como el abismo de Helm. En la canaleta del culo de Omar puede hacer desaparecer gente la mafia.

Colate se ha hecho una lanza con un palo. Joder, qué macho. Es un líder tribal de los que ya no quedan. Cuánta testosterona, por el amor de Dios. Es tan hombre que a Colate intentan depilarle con láser y le sale pelo al láser.

Omar dijo que a Chabelita Asraf no la quiere, que está con ella sólo por el interés. Cuando la capo di tutti, Pantoja, se enteró, la conversación fue así:

-A mi hija no la nombres.

– Vale.

Omar bajaba la cabeza como si fuera un perrete al que han pillado mordiendo una zapatilla. Y acabó llorando en su habitación.

A la Pantoja le regalas un ramo de rosas y te monta un pollo si baja de una docena de flores o alguna está pochilla. A Isabel no basta con hacerle la pelota. Ella no quiere a los lameculos normales, quiere a los mejores. A la élite de las reverencias.

Y ya que hablamos de ella hablemos de la playa de las piratas. Isabel Pantoja cuando va a hablar abre las manos para que todos guarden silencio… y todos lo hacen. De aquí a nada van poniendo moqueta roja a su paso y la mueven por la isla en una silla de manos.

«No es lo mismo verlo desde tu casa, que es una maravilla, que desde aquí, porque aquí se pasa mucha hambre» dijo Pantoja sobre Supervivientes. Al parecer después de decenas de ediciones no había entendido que en Supervivientes se pasa hambre. Lo mismo ha estado viendo un perfil de recetas de Instagram pensando que era Supervivientes.

Me la imagino, emocionada viendo salir del horno un sobao pasiego, pensando que era Paquirrín.

Y eso que pueden robar si quieren.

«Pues ya está, con un coco y a dormir«, dijo la Pantoja la primera noche, porque ella es de cenar ligero. Si llega a querer dice «pues ya está, un faisán con patatas y ya está».

Chelo García Cortés está de palmera, parece la sirvienta. Pantoja podría quedarse sin brazos y no lo notaría si Chelo está cerca. Y le ríe las gracias. Pantoja dice una cosa y se ríe. Pantoja anda y ella se ríe. A Pantoja se le cae un pedo y se ríe.

Vimos una imagen de Mónica Hoyos con el machete dando tajos a vete tú a saber qué y poniendo cara de ansia. Mecagao. Esa imagen se la pones al loco de El Resplandor y se enamora de ella. Joder Mónica… cuando se quiere echar unas risas se pone la peli de La Matanza de Texas.

Bronca: Lozano VS Chelo.

Carlos y Chelo discutieron sobre qué cosas hacer y qué no y aunque Carlos intentó ser conciliador en un primer momento, Chelo consiguió sacarle de quicio con la boca pequeña. No hay nada peor que decirle a alguien un «relájate o un guapito de cara», para que se cabree.

Y es que Chelo también se puso a hacerse una lanza. ¿Pero esta gente qué cojones piensa que va a hacer con una lanza? ¿Cazar los abundantes mamuts que hay en Honduras?

«Dos no discuten si uno no quiere», sentenció Pantoja, que dijo que ella «no ha venido a discutir», pero… Discute mucho. MUCHO.

Ya en directo se vio cómo Carlos y Pantoja tenían una bronca de las buenas. Y Lozano dio en el clavo: «Chelo va por ahí haciendo lo que tú necesites».

«¿Quién te crees que eres tú? Yo pienso que no vales un duro», le espetó Pantoja al maromo.

«No hacéis nada, no tenéis ganas de nada«, les reprochaba Carlos a sus compañeras, incluidas las Azúcar Moreno, que parece que están de huelga de brazos caídos. Es más, parece que están de huelga de brazos arrancados de cuajo por un tiburón. Están «ahorrando energía» que parecen un móvil con la batería jodida.

Y ahí saltó el chihuahua con problemas de conducta que es en el concurso Chelo, para seguir ella la discusión de su ama Isabel. En serio que Igor era un rebelde con el Dr Frankenstein al lado de Chelo con Pantoja.

«Yo he empezado a abrir un coco y luego lo ha cogido Encarna y lo ha acabado Toñi», dijo Chelo sobre el mucho trabajo que habían hecho. Se hernian.

Lozano, Isabel y Chelo estuvieron discutiendo casi toda la gala y Pantoja acabó llorando. Yo creo que porque se dio cuenta de que había discutido y ella ha ido allí a lavar su imagen y discutir es como hacer la colada y meter en la lavadora un pantalón vaquero que destiñe.

Y es que Pantoja es un poco rencorosilla. Aneth ha cometido el error de no darle coba a Pantoja, de no darle conversación, de saludarle poco y eso ella no lo tolera. En España se dan dos besos al conocer a alguien. En Rusia se dan tres besos. En Cantora se dan 10 lamidas en cada nalga a Isabel Pantoja.

«Es una ingrata… me llama tita cuando le interesa», se quejaba Pantoja, que usa palabras antiguas que ya sólo se usan en Cantora y en las reuniones de miembros de más de 65 años de la RAE.

NOMINACIONES:

Aneth nominó a: Colate, porque «todos venimos a aprender y si quieres enseñar hay que hacerlo con paciencia y no como si fueras un capitán».

Omar nominó a: Aneth, porque «nos estamos llevando bastante bien, pero quedan cosas por limar», dijo Omar, que no sabe si Aneth es una compañera o un trabajo de carpintería.

Lidia nominó a Colate, porque «es con la persona con menos afinidad he tenido, se ha puesto demasiado estricto con algunas cosas».

Loli nominó a Colate, porque «es un gran superviviente, pero no tiene empatía con las personas y que no soportan el hambre igual que el».

Colate tiene la misma facilidad para hacer amigos que un tío con una motosierra en la mano. Colate nominó a Aneth «por ser un poco intensa y estar en otra frecuencia», según dijo, porque Aneth es como un transistor mal modulado. A Aneth la sintonizas bien y te coje hasta Movistar+.

Jonathan, que nadie sabe por qué está ahí, nominó a Dakota, porque «le pone nervioso la forma de hablar que tiene», que es básicamente como si te estuviera perdonando la vida constantemente.

Fabio: «Sí, hola, ¿Jordi te llamas, no?», dijo el muchacho, experto en Supervivientes y presentadores de Telecinco. Nominó a Mahi porque «no la veo preparada para una experiencia tan dura». «Está toda quemada».

Mahi nominó a Violeta: «Un poco por descarte, porque es quien menos ratos me llena». Hala, si no queréis que Mahi os nomine tenéis que llenarle los ratos como el que llena

Dakota nominó a Violeta: «Porque me cae fatal». Hala, eso es un argumento.

Violeta: «Está todo el día berreando como una cabra, va de chunga», respondió Violeta, que nominó a Dakota.

MOVIDA:

«Qué verano que le falta a la tonta esta… niña de papá«, dijo Dakota, que ve en la televisión una reyerta e intenta meterse. Le gusta una bronca más que a un gorrino un lodazal.

«Estás acostumbrada a gritarle a todo el mundo y a que a nadie te diga chitón«, contraatacó Violeta, que no se achanta y que acabó haciéndole un corte de mangas a Dakota. Definitivamente es fina.

Ambas nombraron a su coño cada tres palabras.

Isabel Pantoja y el resto de los «piratas» decidieron desempatar entre Dakota y Violeta y nominaron a Violeta.

Así que NOMINADOS VIOLETA Y COLATE, por el grupo.

Albert, como líder, nominó a Loli.

Oto, como líder, nominó a Jonathan.

Y sanseacabó.

Lara Álvarez se coge el cabreo padre con Dakota el primer día en Supervivientes 2019: «Aquí doy las órdenes yo»

Lara Álvarez, en la Palapa, lo mismo te presenta que te mete un truco que te revienta.

Lara Álvarez está siempre morena, que tiene la muchacha mejor color de piel que un anuncio de bronceado, pero en esta primera gala más que morena estaba quemada. Y aunque parece dulce y simpática cuando se cabrea puede hacer llorar a un sargento de los marines.

Lara Álvarez le echa la bronca a Hannibal Lecter y le rehabilita. Esta mujer le pone cara seria a Darth Vader y convierte la Estrella de la Muerte en una cafetería healthy.

Y claro, ahí estaba Dakota, que lo de obedecer órdenes lo lleva medio mal tirando a me paso las órdenes por tol papo, y Lara tuvo que advertirle a ella y a los demás, que estaban más desordenados que un gallinero cebado con LSD, que en las pruebas manda ella.

Pero luego veremos cómo fue eso, porque me he visto la gala de cabo a rabo (y la parte del rabo fue dura) y es mejor ir en orden.

Lo primero: ¡MIS REDES SOCIALES! Que son mis niñas bonitas. Bueno, salgo yo, así que son feas. Instagram: @GusHernandezGH | Twitter: @realityblogshow | Facebook: Gus Superviviente Hernández.

La gala comenzó con el discurso de regreso de JJV:

«A la gente que trabajamos en televisión cuando nos veis por la calle nos agradecéis la compañía que os hacemos y ahora en ese periodo, que ha sido breve, yo no me he sentido en ningún momento solo. Nunca lo olvidaré, gracias», dijo el zagalico después de su baja.

Bienvenido, oye, me alegro de que esté bien.

Y empezamos a ver vídeos de concursantes.

Lidia se presentó como una «curvy model». Será modelo, a secas, joder. Las demás modelos ¿qué son? ¿No-curvy model?», «¿Línea recta model?», «¿Del sobaco a la rodilla sirvo para hacer dibujo técnico de poco curvy que soy model?».

Omar veía entras muchachas de buen aspecto y lo único que sabía decir era «la madre que me parió». Es el Alfredo Landa del siglo XXI. Lo que pasa es que Omar está más cebado que un gorrino el día antes de la matanza y también llegaban unos maromos de anunciar calzoncillos que claro, le hacen difícil la competencia. Si hay alguna fan del torrezno todavía tiene posibilidades.

Pantoja llegó a Honduras tensa. Pero tensa que ni haciendo de mulera pasando palos de escoba de contrabando.

En el aeropuerto de Honduras, donde había un avión más quemado que un repartidor de Globo, les recibieron unas muchachas y muchachos vestidos como hawaianos, pasándose un poco por tol papo la cultura local, que sólo faltaba que les hubiera dado el cóctel de bienvenida Vaiana.

A Otto Vans le da miedo llevarse mal «con la gente mayor sobre todo«. Oto se sentaba en las rodillas de Papá Noel sólo para poder apuñalarle mejor en el abdomen.

La Pantoja le dedicó su concurso y mandó recuerdos «a mi madre, a mis hijos, a mis nietos, a todos mis fans…». A sus fans. A todos. Uno por uno. Hay un señor con bigote en Cuenca que tiene tapetes de ganchillo en los brazos del sofá al que echa de menos un poco más que a los demás.

«Pero ellos saben que yo estoy aquí porque yo quiero«, aclaró Pantoja, por si acaso pensaban que estaba allí secuestrada. Hay que fijarse en si hace gestos raros como de venid a por mi, estoy coaccionada.

«He dejado en la ciudad el ruido y el estrés y vengo aquí a disfrutar«, dijo por su parte Carlos Lozano, que piensa que ha ido de vacaciones a Mallorca.

«Pienso en términos como inolvidable, épica, colosal«, dijo JJV de esta edición. Eso, bien dimensionado, tú sin exagerar, hijo mío.  SUPERVIVIENTES SÉPTIMA MARAVILLA DEL MUNDO. JJV cuando piensa en las pirámides piensa en términos como «cagarrutas de piedra en medio de la arena».

Y ojo… que estoy como unas putas castañuelas con unos euromillones premiados de contento porque haya empezado este Supervivientes.

JJV conectó con Lara Álvarez, que se había escondido en medio de la selva, que para que la encontrara la cámara tuvieron que usar un perro policía. A los camaleones bebés les ponen vídeos de Lara Álvarez para que aprendan a camuflarse.

Lara iba vestida como la novia de Jack Sparrow.  «En esta selva se escondían piratas, bucaneros», nos contó. «Algunos aún buscan un cofre de oro que perdió en esos años de antigüedad el pirata más famoso, Henry Morgan«, me encanta el concepto histórico «esos años de antigüedad».

– ¿Cuándo se desató la Segunda Guerra Mundia, Paquito?

– En esos años de antigüedad, profe.

– Dile a tus padres que vengan a verme, anda. Qué ganas tengo de jubilarme.

Y joder con Henry Morgan, que perdía cofres de oro como el que pierde un euro.

Retrato del pirata Henry Morgan y sus hombres, hacia el 1670:

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La gala de verdad comenzó con JJV mediando entre Paquirrín y Chabelita, que al parecer ahora no se hablan, porque Chabelita se metió con la mujer de su hermano y hay tensión en las paellas familiares de los domingos. Y es que Chabelita es como un plátano de cera: no madura.

Y comenzaron los saltos del helicóptero. Quién nos iba a decir que ver a gente arrojándose al mar iba a dar tanto gustirrinín y gozo.

Vídeo previo de Carlos Lozano. Era una sucesión de imágenes de Carlos Lozano frunciendo el entrecejo. Arrugó tanto esa zona que acabó con la parte de arriba de la nariz plegada que parecía el prospecto de un laxante.

«No he conocido aún lo que es el miedo«, dijo. Va sobrado. No ha conocido ni el miedo ni le han presentado a la modestia.

Carlos Lozano estaba sobreactuado. Estaba venido arriba de forma artificial. Iba más motivado que un caballo a una yeguada.

JJV le picó «¿Te bajamos el helicóptero al máximo o no?«. Y Lozano, que es más macho que King Kong en época de celo, dijo que lo subieran. Pero como tampoco es gilipollas y no quería ser Carlos Descoyuntado, añadió «pero tampoco os paséis… yo tengo problemas de espalda, pero vale, vale…». Un sí, pero no, de manual.

En ese helicóptero olía a caca que no se ventilaba ni con las puertas abiertas y las palas dando vueltas al máximo. Y saltó. Carlos Lozano entró en el agua con el culo. Le debió entrar por el esfínter tanta agua que le ha llamado el Canal de Isabel II para ver si quiere trabajar como cañería. El día que tenga que donar un órgano va a ser el recto para canalizar arroyos.

Mónica Hoyos fue la siguiente.»Mi estrategia soy yo, mi mente, mi capacidad de resistencia«, reveló. Joder, pues va jodida de estrategia. «No sé pescar, no sé hacer fuego… pero para eso está el concurso, para aprender», razonó. Menos mal que ha entrado a Supervivientes y no a un quirófano.

– No sé operar las amígdalas, no sé suturar, pero para eso está el quirófano, para aprender. Abra la boca, señora.

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«Me encantaría tener novio«, dijo Mónica. Ya, pero es que a los novios no les gustaría tenerte a ti.

Y para que pudiera cumplir lo del novio, pues cuando llegó a la orilla se encontró con Carlos Lozano. Tardó, porque Mónica Hoyos nada como un salmonete con problemas de columna.

«Me voy a poner mona para tí«, dijo Mónica, que se metió en el agua tapándose la nariz como una señora en un balneario del IMSERSO. Salió sexy estilo he tragado más agua que el sumidero del baño de un gimnasio.

Los dos se pusieron a hacerse bromitas entre picantonas y te toco los cojones con una sonrisa.

«Tienes un moquito«, le dijo Mónica a Carlos ya en la conexión con JJV y él se lo sacó soplando por la napia que casi le saca un ojo a Mónica con el mocarro.

Resulta que los concursantes han dado un curso de supervivencia y de cómo limpiar el pescado, abrir un coco, montar un anzuelo… Oto tiene las mismas capacidades de superviviencia que un cangrejo en el expositor de una pescadería.

«Estos peces ¿son carnívoros o herbívoros?, preguntó Albert Álvarez en el curso. Son veganos, no te jode. Y celíacos y les va mal la lactosa. Y la leche sale de los bricks.

Turno de saltar de Omar. Dijo que iba a hacer «el salto del mártir». «Cuidadme a mi abuela, que no quiero que le de un infarto», pidió, creo que para que les hagan descuento en el sintrón.

En el vídeo de presentación de Omar pusieron su canción. Lleva tanto autotune y tanto retoque que parecía un rap cantado por Arévalo.

En la mayoría de saltos el helicóptero estaba tan cerca del agua que lo mismo habrían podido saltar de un submarino.

Le tocó a Loli. «Estoy en el helicóptero, Jorge«, dijo ella, que se pensaba que estaba hablando desde una cabina de teléfonos y no la veía nadie. Loli habla por teléfono como una verdulera de mercado del siglo XVIII.

«Mi religión es decir todo lo que pienso, cuando lo pienso. Como dice mi perro Bimbo, que es muy sabio, hay que marcar el territorio», explicó esta señora. Vale… su perro le habla y ella sigue sus consejos. No hay más preguntas, señoría.

La siguiente fue Lidia Santos, que es tan alta que pudo ver si el agua estaba fría con la puntita del dedo gordo del pie antes de saltar. Eso sí, no murió decapitada de milagro, porque se puso de pie fuera del helicóptero y le quedaban las aspas que la peinaban con la línea al medio.

«En mi mundo una chica curvy es una chica que tiene curvas«, explicó Lidia. Vale, en su mundo una chica curvy es una chica normal y corriente y no un bicho palo. En el mundo de Lidia si no te puedes camuflar en un bosque de bambú quedándote quieta, eres curvy.

Los siguientes en lanzarse al mar como el que lanza cebo para tiburones fueron Colate, Aneth y el señor de los peces veganos, Albert.

El primero en lanzarse fue Colate, que pidió que le bajaran el helicóptero. Si se lo bajan más al piloto le salen humedades en los cojones.

«Me tengo que tirar al vacío, ¿verdad?«, dijo Aneth, que pensaba que la iban a lanzar al triángulo de las Bermudas. «Se me ha conocido por ir con Isa Pantoja de feria en feria», dijo. Eso lo pones en Linkedin y te llueven las ofertas de trabajo.

Hasta el momento todos habían caído bien y eso era francamente decepcionante.

Llegó el momento de Albert y se puso a llorar. «Es que estoy muy feliz», dijo. «Es que soy un llorón, un poco flojo», dijo el maromo, que se emociona con todo. Albert va a mear y le sale el chorrillo recto y se pone a llorar de contento.

JJV ya se puso a meter ficha con el maromo. «¡Salta!», le dijo y el muchacho se lo tomó a lo marine con exceso de motivación y se lanzó con los brazos abiertos que sólo le faltó saltar gruñendo. No sabías si estaba saltando de un helicóptero o sobre un mamut para cazarlo. A este muchacho le juntas con una tribu de trogloditas y sólo les llama la atención que vaya depilado.

«Yo no sé si Isabel es sonámbula, porque me levanté al baño y vino detrás», contó Albert, que compartió noche con Pantoja en la misma habitación. Sonámbula no sé, pero gilipollas no, qué jodía. Uy, qué sonámbula soy, ¿eso de ahí es tu pene? ¿Puedo agarrartelo sonámbulamente?

Y llegó el momento en el que Chelo García Cortés y la Pantoja, que al parecer eran amigas pero ya no, antes sí, ahora no, se reencontraron.

«Jorge, te oigo muy bajito«, dijo Chelo. Ni que midiera 1,80 JJV para que se le oiga alto.

Chelo estaba en un balancín de madera al que en el programa, de una forma nada pretenciosa, bautizaban con un rótulo como «Columpio Presidencial«.

La Pantoja se acercó por detrás al columpio que parecía una merodeadora. No sabías si iba hacia la cámara o a robar un bolso al descuido. Y según reconoció a Chelo ralentizó el paso como si se hubiera dado cuenta que iba a ser fusilada. Las dos se encontraron con más incomodidad que yendo a mear sobre unas ortigas.

Las dos se pusieron a hablar con mucha frialdad. Si hacen el reencuentro en la cámara frigorífica de un McDonald’s es más cálido. Una conversación de ascensor es una conversación íntima a su lado.

QUE CORRA EL AIRE

«Yo me acuerdo perfectamente de cuando Isabel Pantoja y yo éramos amigos, CUANDO ÉRAMOS AMIGOS», dijo JJV, remarcando lo de «éramos». Ahí, JJV, dejando caer la mierdecilla con gracia y tronío.

«Quiero decirle a mi familia que estoy bien, que estoy muy tranquila«, insistió Pantoja. Esta mujer en la próxima conexión aparece con un periódico delante para que se vea la fecha como prueba de vida.

Pantoja llevaba un bañador con falda. Ese bañador tenía más tela que un canesú. Chelo, por su parte, parecía una jubilada alemana en Mallorca, de esas a las que ya nada les importa y combinar la ropa es un esfuerzo que no están dispuestas a hacer.

Lo siguientes en saltar fueron Violeta, Otto y Fabio Colloricchio, que es como si te llamas Fabio Colorines.

Violeta estaba muy motivada. ¡HOSTIA QUE TE CRIÓ! Cayó de lado y ahora tiene el costado que parece el Teletubbie morado. Ahora sí que es violeta. Es Morada. Es Moratón.

«Lo que más miedo me da es mi pelo. La comida es lo que menos me preocupa… en mi vida he comido pescado. Me da puto asco todo», dijo Violeta, que no sabías si era ella o Dakota repasando su vida.

«Estoy cagada, porque veo que va a haber abajo un tiburón esperándome«, dijo Oto, que es muy optimista. Con el cuerpo enjuto que tiene lo pilla un tiburón y pierde peso. Oto es como una barrita energética para los depredadores marinos.

En su vídeo de presentación Oto Vans salió maquillado como si hubiera perdido una apuesta.

Siguiente. «Salta», le dijo JJV a Fabio y él preguntó «¿ahora, ahora salto?«. No, Fabio, la semana que viene, si eso. Tú salta en Agosto si te sale de los cojones.

«Antes de actuar voy a pensar las cosas tres, cuatro, cinco veces«, dijo en su presentación. Joder Fabio, para ir a cagar necesita valorar pros y contras de hacer de vientre.

La siguiente hornada fueron los jóvenes conflictivos. Un tal Jonathan, hijo de una novia de Kiko Matamoros, o sea, un famoso de tercera categoría, fue el siguiente en saltar, no sin antes darse una hostia con el quicio de la puerta del helicóptero que van a tener que dar un parte al seguro.

«Me he metido en este mundillo por mi madre«, dijo en su vídeo de presentación. Lo que no dijo es que lo que hizo fue poner a parir a su madre. Una joyita. Salto sin novedad.

VAMOS CON DAKOTA.

«Me lo está subiendo a mí, BÁJAMELO UN POQUITO, BÁJAMELO, CLAAAROOOO«, dijo Dakota, que un poco más y arrastra de los pelos al piloto. El señor estaba tan acojonado que casi salta él. Mañana le dicen que tiene que llevar material radiactivo y suspira aliviado.

Ya en la plataforma de saltar Dakota gritó «BAJALOOOOOOOOOOOOO» que mirad cómo debió gritar que no llevaba micro y aún así se la oyó. El piloto ahora necesita un abrazo.

Mahi llevaba una peluca muy adecuada, porque era como un calamar moreno. Mahi salía en Piratas del Caribe haciendo del Kraken. Se metía en el agua y con las trenzas de la peluca atrapaba barcos.

Mahi destacó de su currículum que «le eché gasolina a Marta Sánchez». «Fui al supermercado y compré saltamontes a ver si podía comerme uno y me comí dos», nos contó. JODER. QUÉ ÉPICA. Mahi es como una cabra, capaz de comerse de todo.

La cuestión es ¿en qué supermercado compra Mahi? A ver si no fue a un supermercado e hizo la compra en el contenedor de un restaurante chino…

Las azúcar moreno fueron las que saltaron después. Encarna estaba acojonada. Otra que pidió que le bajaran el helicóptero. Esta mujer hasta que no toca el helicóptero el fondo del mar no está contenta. Encarna se levantó y se sentó de nuevo medio millón de veces.

Para animarla, Toñi le dijo que se estaban quedando sin gasolina. Ahí, nadie motiva como una hermana.

– Encarna, que llevamos a bordo una bomba química que explota y te pega el ébola mientras te sodomiza un gnomo de jardín, salta, corre.

Y así.

Yo soy Toñi y le doy una patada que la del maromo de 300 empujando al embajador al pozo parece un abrazo. Para Supervivientes 2020 les ponen en el helicóptero asientos eyectables como los del Coche Fantástico.

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«A lo mejor un empujoncito, Toñi...», le insinuó JJV, pero le debieron decir que no, porque inmediatamente rectificó «no, no, empujar no».

– Toñi, dale un cogotazo en la nuca con un bate de béisbol para que caiga. No, me dicen por el pinganillo que no.

Y así.

El tiempo pasaba y Encarna no saltaba. El piloto va a cobrar horas extra como para jubilarse con 35 años.

Al final Encarna se sentó, cosa que le habían dicho que no hiciera, y se lanzó de cara al agua. Si llega a haber coral abajo deja marcados los dientes para los restos.

«NOOO, MI HERMANA, POR FAVOR, SE HA CAÍDO«, dijo preocupada Toñi, como si se hubiera caído su hermana a una trituradora industrial. Joder Toñi, no le gusta el drama.

«He tenido el examen de recuperación de puntos esta mañana, he aprobado«, dijo Chabelita en plató. Madre mía, no pongo un pie en la calle como no haya aceras de más de tres metros y con barrera. Al lado de Chabelita Pierre Nodoyuna es una abuela en bicicleta.

Chelo saltó al agua sin más miramientos. «Me preocupa más la convivencia que el no comer«, dijo en su vídeo de presentación. Chelo va a un restaurante y pide conversación.

Y llegó el gran momento, a las 00.37 de la noche, Isabel Pantoja saltó al agua, con las piernas abiertas como si acabara de robar un banco y estuviera saltando sobre el caballo para huir del sheriff.

En el plató Chabelita lloraba y trataba de secarse las lágrimas con sus manitas de castor, que no sabías si eran dedos o los limpiaparabrisas del coche de la Barbi.

Dijo Pantoja que su hija Isa le había dado muchos consejos. Pues como no le ha haya dicho que se quede tumbada… Es lo que hizo ella.

«Yo voy como cualquier concursante más«, dijo en su vídeo de presentación Isabel Pantoja. Igual, igual… pero con un par de millones de euros más, arriba o abajo.

VAMOS CON EL CONCURSO

Hay tres zonas.

Playa de los señores. Una de lujo, con barca, casetilla para dormir, aperos de cocina y de pesca. Además, tienen fruta ilimitada, esterillas y ojo: un retrete de madera. A todo lujo. Van a cagar como un pobre del siglo XII. Buah, a lo loco.

Playa abandonada. «La mierda pura», según dijo JJV, donde no hay nada.

Playa pirata. Una cosa intermedia, con la ventaja de que sus moradores serán inmunes.

Vídeo: Chelo y Mónica Hoyos viajaron juntas y pasaron juntas los primeros días. Lo primero que hicieron fue quedarse fuera de la habitación porque se les cerró la puerta y desde fuera no podían entrar. Han tenido que dormir al raso en un hotel. Estas dos mueren en la isla.

A playa Pirata mandaron a Chelo García Cortés, Toñi Salazar, Mónica Hoyos, Isabel Pantoja, Encarna Salazar y Carlos Lozano. O sea, lo más granado de la edición. Los que más cobran, inmunes, no sea que les nominen el primer día y les jodan el invento.

La morralla tuvo que jugarse las dos playas restantes. Por la APP salieron como líderes de grupo Oto Vans y Albert Llorans.

Oto eligió para su equipo a Fabio, Violeta, Dakota, Jonathan y Mahi.

Albert a Omar, Colate, Lidia, Loli y Aneth.

Ambos equipos debieron jugarse la playa a ocupar en un juego de barro. Consistía, como todos los años, en empaparse en barro lo más posible y luego escurrirse en un cubo. El equipo que más barro consiguiera, ganaba.

Fabio y Aneth cogieron barro hasta en la boca. Aneth escurrió a Lidia y le sobó las tetas para escurrirle el biquini que yo creo que le sacó hasta leche materna. Aneth es capaz de ordeñar a un gato de escayola.

Y AQUÍ VINO EL GRAN CABREO DE LARA.

Dakota fue a lavarse al mar, cosa que Lara le dijo a ella y a ochenta más que no hicieran y al final les dijo:

«Voy a dejar clara una cosa aquí y ahora, es el primer día de concurso: yo soy la que da las ordenes y los resultados«, dijo con una voz de cabreo que llevo tres días para encontrarme los huevos, porque se me metieron para dentro del miedo.

Lara se merece el premio Nobel del Pastoreo, porque manejar a 18 concursantes de Supervivientes es una hazaña que ríete tú de Aníbal cruzando los alpes con los Elefantes.

Total, que ganó el grupo de Albert. Eso significa que el equipo en el que Dakota estaba perdió. Eso es como tener una fábrica de dinamita e iluminarla con velas.

«No puede continuar así esto, cuando uno de nosotros habla vosotros os calláis«, les tuvo que reprender de nuevo JJV, porque estaban como en una excursión del colegio. De un colegio de niños adictos a los esteroides.

«Yo he visto todo el rato que estaban haciendo trampas», dijo llorando Violeta, que tiene un mal perder de los malos. Menuda cría. Jopetas. Sus argumentos eran «he visto a Omar y a Colate haciendo cosas». Hacer cosas era básicamente colgar el cubo en el sitio en el que tenían que colgarlo.

Esta chica se presenta a unas oposiciones, suspende y trata de impugnarlas porque vio a los demás escribiendo.

Vídeo: Días de preconvivencia en el hotel. Pantoja cantando por la noche como el que va a un karaoke ya con un par de copas. Y se emocionó, nadie sabe muy bien porqué. Ahí estaba Carlos Lozano para consolarla.

Este hombre va a hacerle a la Pantoja tanto la pelota que va a ser patrocinador oficial del balón de la FIFA en el próximo mundial.

«Es que es muy emocionante que te hablen de tus hijos», explicó Pantoja sobre sus lloros. Señora, que sus hijos ya tienen pelos ahí abajo. Ni que hubiera dejado a dos bebés llorando atrás. Si está así la Pantoja y deja a Paquirrín y a Chabelita colocados no me quiero imaginar a la madre de Marco. Esa señora no meaba de todo lo que lloraba.

Vídeo: Fabio y Violeta pelando la pava. Se rondan más que un tuno desorientado. Masajito, ay, que me duele aquí, mírame, estoy a gusto contigo… HUELE A CARPETA

La hermana de Violeta se llama Lila. Sus padres tienen una floristería fijo. Si tienen un hermano se debe llamar Rododendro.

Al poco le tocó embarrarse al equipo de la playa de los piratas, véase, el grupo de los del caché gordo, Panto incluida.

La primera en embarrarse fue Mónica Hoyos y la escurrió Carlos Lozano, que le sobó las peras y le aireó el tanga como si fuera a salirle barro del chichi como el que pare un movimiento de tierra.

Mónica Hoyos escurrió a Chelo, que se había dejado sólo medio pelo embarrado y os juro que podía haber salido del plató de El Planeta de los Simios, la serie. La serie de presupuesto a dos euros el capítulo.

Isabel Pantoja se metió en el barro como el que toma unos baños y luego se lanzó por el tobogán llegando abajo como un fardo arrojado desde una planeadora.

Pero no consiguieron pasar la prueba.

Y poco más, que no es poco.

ESTA EDICIÓN PROMETE. 

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Lo que yo espero de Isabel Pantoja como concursante de Supervivientes 2019… y es mucho

Pantoja, con la sección de verduras de oferta en el tetamen (FOTO: TVE)

Qué fantasía, qué magia, qué sueño cumplido (esto sí que es un sueño y no lo de tener abdominales), qué hito en la historia de España, que ríete tú de la Conquista de América.

Isabel Pantoja va a ser concursante de Supervivientes 2019.

Hay gente que recuerda que cuando nació su hijo fue el año que el hombre pisó la luna, cuando se inventó internet, cuando empezaron a ponerle papelitos de plástico al jamón para que no se pegue… Pero dentro de unos años, las madres y los padres dirán: «Hijo, tú naciste el año en que la Pantoja fue a Supervivientes«. Y el niño se preguntará por qué sus padres no le quieren, pero eso ya es otra historia.

Me estremezco pensando en cómo será esa sonrisa de dientes, dientes, cuando lleve quince días durmiendo en el suelo y pasando hambre. ¿Bañador o biquini? ¿Volantes? ¿Bata de cola por toda la isla?

Porque esa es una de las primeras cosas que espero: que no tenga privilegios, ni por sorteo, ni por asignación ni por intervención de Dios, Alá y Buda juntos votando en la APP de Supervivientes.

Si es cierto que va a cobrar más de 80.000 euros a la semana más le vale dar juego. Pero juego que ya puede cagar el parchís cada vez que vaya al baño. Juego que los sobacos de Pantoja deberían ser expendedoras de billetes del Monopoli y las orejas echar bolas de bingo.

No, no los pago yo (yo podría pagar más con lo que llevo suelto para el café, que los blogueros tenemos el dinero por condena) pero sigue siendo una suma como para que Pantoja no vaya de Diva.

Quiero verla en una situación difícil y ver cómo reacciona, que en el fondo, es de lo que se trata Supervivientes.

Quiero verla saltar del helicóptero, al grito de «SALTA LA RANAAAAAAAAAA«.

También quiero ver, a ser posible y si la salud lo permite, el encuentro entre Pantoja y JJV, que no es un secreto que se llevan tan mal que a su lado Tom y Jerry parecen David el Gnomo y su mujer.

Y quiero ver QUIERO VER a la Pantoja y a Dakota interactuando. NECESITO VER ESO. Por favor.