El escalofriante relato del accidente que dejó en coma a Ismael Beiro, en ‘Ven a Cenar Conmigo’

Ismael, amargando cenas. (CUATRO)

Lo típico: la cena está siendo un éxito, la gente se divierte, el ambiente es agradable y distentido… y a ti eso te toca las pelotas como si te las estuviera sobando Rafa Nadal antes de un saque decisivo. Así que vas y cuentas cómo estuviste a punto de morir. Hala, a tomar por saco el ambiente.

Algo así hizo Ismael Beiro en su cena de Ven a Cenar Conmigo; Gourmet Edition. Bueno, eso y cebar al personal que eso parecía la sala de engorde de un matadero.

Tiene 43 años, es cómico y estuvo «en el primer reality de este país«, donde de dedicaba a lavarse los dientes mirando a una cámara. Por aquella proeza, no dejarse paluegos entre lo piños, recibió un premio de 20 millones de pesetas. Unos 120.000 euros de ahora. Isma, ahora dan 300.000 pavos. Te timaron.

«Sales y te encuentras que todo el mundo te conoce, el presidente del Gobierno, Casa Real…», dijo Ismael. Sí y te llama el Papa para decirte que se ha dejado el dinero del cepillo de San Pedro en votarte con el móvil.

«Un 89,9% de audiencia hicimos, el pico más alto de la historia de la televisión privada de este país». Ahora para hacer eso tienes que pasar por encima del cadáver de Netflix.

«Le caigo bien a los animales», aseguró Ismael. «Yo me baño con delfines y vienen todos los delfines. Estoy hablando con una elefanta y viene otra elefanta», relató.

Ismael, en su día a día:

snow white cooking GIF

Yo he visto cabras subirse a una escalera al ritmo de una trompeta, Ismael, no me impresionas.

«Mi perra está enamorada de mi y yo estoy enamorado de mi perra», confesó. Bueno, ¿y quiénes somos nosotros para criticar la zoofilia?.

Su menú:

Entrante: Alegría de Cádiz. Era salmorejo acompañado de pastel de pollo y roquefort. Lo que pasa es que el concepto de pastel de Ismael tiene mucho que ver con filetear un cerebro con el mal de las vacas locas y ponértelo en el plato con una sonrisa.

«Ismael acuérdate de que no como carne, que como coma carne me muero«, le advirtió Mar. La carne es la kriptonita de las señoras pijas. Si le das chopped a una rica comienza a hablar como Ylenia un sábado en la Fabrik.

Ismael le puso todo lo posible sin lactosa, como deferencia hacia Nagore. Luego le puso gluten como para que Nagore tenga la tripa hinchada dos años y un día, pero oye, él le puso voluntad.

La masa de su pastel de pollo y roquefort tenía pinta de que se lo echas a los cerdos y cogen los cerdos y se ponen a dieta ese mismo día para no comérselo. En ese engrudo podría quedarse atrapado un diplodocus.

Para cuajarlo lo metió en el microondas con el plástico film por encima y se le quedó el film pegado. Eso era más cancerígeno que lamer el reactor de Chernóbil. Tú frotas los testículos contra la central de Fukushima y es más seguro que comerse eso.

Ismael lo hizo todo en la Thermomix. Todo. Ismael para tener hijos pone el semen y el óvulo en la Thermomix y programa la velocidad Preñada, temperatura Fecundoma.

Y la mitad del sueldo se lo gasta en sal, porque por cada gramo que echa en el plato tira un kilo por encima del hombro por superstición. El suelo de la casa de Ismael parece una puta salina. Se pueden curar jamones en ese suelo.

Principal: Delicia de Barbate. Eran unos tacos de atún para encebollar gordos que el atún del que salieron esos filetes tenía complejo de zampabollos. Ese atún era modelo de tallas grandes.

Cortando cebolla no es que Ismael llorara, es que se cogió una depresión. Y se puso unas gafas de sol para protegerse. Lo normal. Cuando hay ataques bacteriológicos o químicos te pones unas gafas de sol y ya. Las gafas de sol te protegen hasta de las cagaleras.

– Oh, Paco, mira, una erupción volcánica.

– Saca las gafas de sol, Puri.

Postre: Déjate de rollos, Agustín. Era Nocilla en una rebanada de pan bimbo que luego enrollaba para más tarde echarle mermelada y virutas de colores. También hizo uno de yogurt. Y los cortó y echó por encima colacao como para chocolatear el Océano Pacífico.

Era la típica receta que te pones a hacerlo con tu hijo y si le sale mal le llevas al médico a que le revisen el aparato locomotor. Era igual de sofisticado que cagar por el culo.

El primero en llegar  a la cena fue Miguel Temprano. Le había llevado un regalo, básicamente un cubo de madera que se desmontaba para hacer figuras. Después de ganar 12.000 euros a su costa podría haberse estirado más. Ivonne apareció con una botella de champán.

Ismael les había hecho de aperitivo unas piruletas de queso que casi matan a Ivonne Reyes. Si hubieran usado ese engrudo para el Coliseo Romano aún estaría entero. Eran tan densas que la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada las va a incluir en la tabla periódica de los elementos.

Mar también le llevó priva. Querían montarse un botellón.

Mar, después de 25 años sin comer carne, hizo una excepción con las piruletas, que llevaban jamón. Se arrepintió a los dos segundos. Con una experiencia como esa va a estar otros 25 años sin comer… a secas. Sin comer.

Nagore también llevó bebida. Eso parecía un bar un lunes por la mañana recibiendo a los proveedores.

Ismael había correspondido: les tenía como regalo unas gafas de sol súper estilosas. A Nagore le parecieron «unas gafas de mierda, de plástico». A Nagore le regalas las gafas de John Lennon y se queja porque están manchadas.

Miguel e Ivonne se fueron a cotillear. Como es normal, Ismael tenía una revista con un reportaje sobre él encima de la cama. Y luego muchos libros sobre la Virgen María. Si yo fuera la Virgen María me ponía guardaespaldas, qué obsesión tiene Ismael. Eso no es devoción, es que el día menos pensado se cuela en el Portal de Belén en plan acosador de las estrellas.

El primer plato fue recibido como un «desastre». A Nagore le gustó el salmorejo, pero el pastel le pareció como «pladur, más seco como el ojo de un tuerto» [¿Cuán seco está el ojo de un tuerto?]. Y eso que no sabía que el pastel llevaba PVC como para hacer una botella de coca-cola.

«Yo me iba todas las noches a la orilla de la playa a rezar«, confesó Ismael. Planazo en la playa. Unos ponen sombrillas y otros avemarías.

Ismael se puso a tocar la guitarra. No la tocaba, la mancillaba. Mozart dio gracias a Dios por estar muerto y no haber tenido que oír eso.

Por algún motivo salió a relucir el uso del microondas, como si fuera un invento nuevo. Es como si te pones a discutir la conveniencia de usar agua corriente en las casas.

Ismael les puso tanto atún a cada uno que podrían ingerir proteínas como para criar músculo sin hacer ejercicio. Esos trozos de atún podrían alimentar a una familia durante tres días.

«Me ha gustado mucho, pero me habría gustado más cebolla, más sal y que no estuviera frío«, le dijo Nagore. Vamos, que no te gustó una mierda.

Ivonne Reyes le dijo que no se había comido el atún porque ella come muuuuuuuuuuuuuuuuuuy lento. Ivonne una vez empezó un sándwich en 1989 y lo acabó en 2007.

Y llegó el momento de las anécdotas alegres: Ismael les contó lo del accidente, a los dos años de salir de GH. Un tipo se saltó un semáforo en rojo y por su culpa Ismael estuvo en coma 42 días, según dijo. Por eso no tiene olfato.

Les dejó a todos con unas ganas de fiesta como de que tu abuela te haya confesado que escupe siempre en tu plato de sopa.

Los comensales vieron el postre y habrían preferido comerse el dedo gordo del pie de su padre antes que eso.

«Entre el de Ivonne y el tuyo no sabría decirte cual es el más feo«, dijo Nagore, que sabe cómo herir, como lanzar dardos. Nagore sería capaz de cazar ballenas sólo criticándolas desde la borda del barco.

Ismael se los llevó al sótano, donde lejos de atarles para grabar una snuff movie, les tenía a tres señores vestidos de mamarrachos. Ah, no, que estaban vestidos de The Beatles. Pero sólo eran tres. Ringo Starr había sido despedido.

Se pusieron a bailar y Miguel Temprano se quedó para vestir santos, no bailaba con él ni el aire a su alrededor. Luego se puso a bailar con Ivonne como un padre desatado en una boda después de la barra libre.

Los Beatles de palo acabaron tocando encima de una melé con todos en el suelo. He visto orgías donde había cabras que eran menos locas.

Puntuaciones: Mar: 7. Temprano: 6. Nagore: 3. Ivonne: 6.

1 comentario

  1. Dice ser Luz

    Gracias Gus, cuando quiero reírme no fallas.

    18 septiembre 2018 | 22:32

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