Comienza una nueva gala de Gran Hermano, la del encuentro con los familiares

Empezamos.

La cosa está cargada, amigos.

Llevamos un minuto de gala y Milá ya ha tenido que regañar a Suso por hablar a destiempo.

Milá va vestida de azul mar profundo fosa de las Marianas, pero por si la atacan peces abisales se ha reforzado los puños de la chaqueta y el cuello con placas de cerámica que se podrían usar para hacer una vitrocerámica.

Ojo.

Es la noche de los reencuentros de familiares. Además, uno de ellos podrá quedarse a dormir en el apartamento, lo que decida la audiencia. Pues e puede liar parda un día entero de filtraciones de fuera.

Van a cantar unos chavales que se llaman Cali y el Dandee, que están en el pabellón de pruebas jodidos de frío. Los concursantes les ven y se quedan tal cual. JA JA JA JA ninguno sabe quiénes son.

Si salen y están Ramón y Cajal o Cervantes y Saavedra se quedan igual de flipaos. JA JA JA Es que no conocían ni la canción hasta que ha llegado al estribillo. Fijaos cómo están de emocionados y animados que el realizador está enfocando a Carlos, que por lo menos sonríe.

Milá conecta con la casa. Una cosa, ¿nadie puede hacerle llegar unas gafas a Marta? Que mira con los ojos achinados que parece que le están meando en la cara y no quiere que le entre nada.

Milá habla con Aritz y Han y les dice que se alegra de que se hayan arreglado.

Mandan a los nominados a la sala de expulsiones. La sala de expulsiones… parece una forma elegante de referirse al cagadero. «Oh, discúlpenme, caballeros, voy a la sala de expulsiones a aligerar peso…».

Niedziela abraza a Marta. Entre los pechotes de una y otra se quedan tan lejos que entre las dos podrían pasar las vías del AVE.

Esta semana ha habido movida entre Marina y Marta. Con Marta es fácil tener movidas. Marta podría naufragar en una isla desierta y acabaría teniendo movidas con los cocos.

¡¡¡MARTA ES LA QUE SE SALVA!!!

Marta llora. Marina pone cara de que se alegra, pero no se alegra una mierda. Marta llora más. A Marta le tocan los euromillones y le da un disgusto.

El familiar de Marta al que va a ver es su novio. Marta se pasa la vida hablando de él. Bueno, hablando no, se pasa la vida lloriqueando de él, porque es incapaz de nombrarle sin llorar. El caso es que ella se pregunta si le estará esperando fuera, como si Marta tuviera una condena de 20 años y un día y estuviera en Alcatraz.

Lo de los avatares esta semana es sencillamente escalofriante. Ya sabéis que cada uno ha tenido un muñeco réplica de sí mismo. En el caso de Marina habrá sido una cosa como rara, porque ella tiene un hijo-muñeco y una muñeca-ella. Todo como muy muñeco.

Empiezan los reencuentros con Marta.

La llevan a la sala de pruebas. En una pantalla ve a su novio y oh, sorpresa: LLORA.

Para ver 2 minutos a su novio debe renunciar a su maleta. Ella dice que sí, «y sin mi maquillaje y sin todo», «sin las dos maletas», añade. Ya verás cuando se entere de que no se refieren sólo a la maleta, si no al contenido.

Pero en realidad es un timo, porque les han puesto un cristal de por medio, lo que amplía la sensación de que Marta está en chirona. Sólo falta una funcionaria de prisiones detrás y que le pongan un mono naranja a Marta. ¿Habéis visto París, Texas?

Se dicen lo mucho que se quieren, que todo bien, lo normal. Marta llora. Luego ríe. Luego llora otra vez. Se dan un beso a través del cristal, que queda babeado. Creo que me he emocionado con esta historia de amor… luego me acuerdo de Marta histérica chillándole a alguien y se me pasa.

Toca tema Han-Aritz.

Son como Pimpinela si a los de Pimpinela les fuera el incesto.

Después de las broncas monumentales Aritz se disculpó «mil veces». Ahora son otra vez uña y carne, en un sentido literal, porque si les quieres separar tienes que usar un cortauñas o unas astillas de bambú.

«Si tienes mucho frío me da igual que te metas aquí», le dijo Aritz, que a continuación le dijo, mientras Han estaba metido en su cama, que no había hecho nada sexual con él y que le trataba como a un hermano. Si yo le hago a un hermano mío lo que Han le ha hecho a Aritz y al revés, mi hermano me suelta una hostia que estoy cagando dientes un mes.

«Para estar enamorados no hace falta tener relaciones sexuales completas», dice Milá. Claro que no, puedes hacer como Han y Aritz, que las están teniendo por fascículos. ¡CADA SEMANA UN ARRUMACO EN TU KIOSKO! ¡La primera pieza, un refrote culero!

Y cágate, que a Sofía le parece que juegan con sus sentimientos por dinero. Sí, sí, Sofía, que ha dado por saco con Suso hasta la náusea. Ella no está ahí por dinero, ojo, ella está por el amor verdadero. Lo de trincarse a Ricky ha sido sin querer.

Carlos y Ricky encabezan el frente anti Han. Básicamente le acusan de ser un falso que sólo llora en las galas.

Milá se va a cabrear de un momento a otro y les va a soltar una andanada de hostias a Suso, Raquel y Amanda, que están de risitas.

Y EL EXPULSADO ES…

Lo vemos en otro post.

CAMBIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

CAMBIO DE POOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOST

2 comentarios

  1. Dice ser carlos

    Venga gus q empieza el show!!

    Bienvenidos sres al mayor espectáculo dl pais…
    Mala educación..chonismo puro y duro…incultos y mamarracho/as…mientras les aplauden cual premio nobel.

    Pasen y vean…

    26 noviembre 2015 | 22:10

  2. Dice ser lolailo

    Diossss, que ascazo me da Aritz, un posturitas que va de auténtico. Si lo vuelvo a ver metiéndose esa llave en la boca me tiro por la ventana!!!!

    26 noviembre 2015 | 23:19

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