La cosa por lo pronto comenzó acojonando, con Chicote andando por una cocina llena de luces tétricas y parándose en medio del pasillo con un cuchillo de matar cochinos en la mano. Joder, ¿no podía salir con una espumadera que da mejor rollo y se usa igual en la cocina?
El casting es un cirio. Un cirio pascual.
Por lo pronto hay dos hermanos gemelos (Pedro y Paco) que si pudieran se daban en el cráneo con una piedra hasta que se les quedara el cerebro como una vichyssoise. A su lado Caín y Abel eran como dos putos osos amorosos haciendo la primera comunión.
Luego hay un tipo que dicen que es cocinero y que se llama Honorato. Uno con el pelo blanco, pero en realidad no, no es un cocinero, es Joaquín Reyes disfrazado. En el último capítulo se quita la careta de latex y hay sorpresa.
Joaquín y Honorato.
Luego hay una señora peruana llamada Irina que le da igual ocho que ochenta, ya le pueden pedir una paella, que ella hace un plato peruano porque yo creo que le paga la embajada de Perú y va a comisión de la gente que vaya para allá.
También hay unos cuantos que son los repelentes niños vicentes, como los empollones de la clase pero en cocinero. Algunos de ellos llevan unas barbas que como se pongan muy encima de la sartén te hacen una tortilla como la espalda de Paquirrín.
El chiringuito lo han montado en un «viejo almacén abandonado«. Tenían que acabar pronto la grabación, porque ya estaba reservado para una snuff movie. Allí más que cocinar de lo que daban ganas era de ponerse a exorcizar las corvinas y las zanahorias.
En una de las pruebas tenían que hacer un plato bonito con productos de casquería, que probablemente había obtenido el propio Chicote con el cuchillo con el que aparecía al principio. Cuando Jack el Destripador cenaba mucho tenía pesadillas con Chicote.
Había una concursante que tuvo problemas para encender una licuadora. Lo que pasa es que claro, no la había enchufado y los aparatos eléctricos tienen esa puñetera manía de necesitar electricidad.
Uno de los barbas, de nombre Carlos, tiene miedo. Miedo de estar al lado de «los dos peores» y que se le «pegue algo». Lo que pasa es que el que tiene pinta de tener una empresa de importación y exportación de piojos barbudos es él. Lleva un programa y ya se ha ganado el cariño de sus compañeros. Siempre que cariño significara odio.
Pero ojo, que él es un geni0 de la alta cocina. De lo que no es tan premio Nobel es de la conservación de los electrodomésticos. ¿Sabéis el tipo ese que sale en la tele recomendando un limpiador para vitrocerámicas? Pues está en el hospital por un ataque al corazón al ver como Carlos congelaba una placa de inducción con nitrógeno líquido. La dejó que los próximos Juegos Olímpicos de Invierno se van a celebrar allí.
¿Pensábais que los dibujos animados no podían hacerse carne? Pues decidme que David no es la reencarnación cárnica de Alfredo Linguini. Espero que alguien tenga la precaución de comprobar si está la rata por ahí ayudándole. Solo falta que haga ratatouille en una prueba y que aparezca el señor Ego para criticarle.
David y su doble de Ratatouille.
En la última prueba eliminatoria Honorato se cortó. Es raro ¿eh? Dijo, «joder, que putada, me ha tenido que tocar a mi…». Sí, que chunga es la mala suerte. Sobre todo cuando tú pones todos los medios de seguridad a tu alcance. Porque, ¿cómo iba a él a pensar que podía cortarse pasando la mano por un rallador?
Mira, lo mismo le pasó a María Antonieta. «Voy a descansar aquí un poco el cuello» y en fin, digamos que le pasó como a las lagartijas, pero sin que le creciera la cola.
El caso es que en este primer programa se nos iban cuatro de los 16 aspirantes, que si mi calculadora no me engaña, eso deja 12 concursantes.
Os diré que los dos hermanos gemelos asesinos se fueron a la calle antes de entrar. También se quedó fuera Irina y ( NOOOOOOOOOOOOOOOO ) Honorato. Honorato, no, por dios. Joaquín Reyes se merecía estar en el concurso.
¡¡PERO COMO SABE IRSE DE LOS SITIOS HONORATO!! Según salió por la puerta pegó un berrido que en el África Central salieron volando los pájaros de los árboles y un pastor de cabras se fue la pata abajo allí mismo.
Los chascarrillos te salen muy bien, pero no he leído nada de crítica sobre el programa.
09 septiembre 2014 | 07:10
Que mal me cae Chicote! No lo aguanto ni medio minuto….
Y este tipo de programas de competición culinaria son simplemente BASURA. La gastronomía no es una competición.
09 septiembre 2014 | 08:08
En esta ocasión se cumple esa máxima de «segundas partes nunca fueron buenas».
Yayo Daporta (o como le llamó Chicote «Jajo») parece que anda con más miedo que los propios concursantes, Susana va de repelente pija que tiene miedo a ensuciarse las manos, y Chicote, pues continua yendo de estrella.
Los concursantes, pues se ve a distancia quienes llegarán lejos y quienes irán cayendo (hay mucha diferencia entre unos y otros) tras un casting patético (no se que intentaban, metiendo a dos gemelos que no se hablan en un concurso de cocina… ¿simular que están en TeleCirco?)
Hemos Visto
http://hemosvisto.blogspot.com/2014/08/chef.html
09 septiembre 2014 | 08:30
Jajajaja!!! Eres genial. A mi los caretos de Chicote ya me saturan un poco pero…
http://areaestudiantis.com
09 septiembre 2014 | 08:54
Para Paco:
Paco si conoces un poco este blog, sabrás que aquí se comenta el reality de turno en este tono de humor,no es un blog de críticas.
Yo me quedé con el momento de Carlos gritando al pobre Honorato por el Alginato… creía que iba a matarlo ahí mismo cuando descubrió que era él quien lo tenía jajjajajajajajajajajajajajajajajajaja
Hay mucho nivel este año, tiene buena pinta..
09 septiembre 2014 | 08:59
Vaya artículo mas lamentable y superficial.
09 septiembre 2014 | 09:58
se cargaron a todos losmas viejos es curioso
09 septiembre 2014 | 10:00
He visto a gente entusiasmarse con el programa de Chicote. A mi me aburre hasta la médula. Desde luego (llevo años reivindicando que estas dos palabras se escriban juntas, que me parece lo más sensato, «desdeluego») yo es que no se ni freir un huevo, ni quiero saberlo.
09 septiembre 2014 | 10:02
Muy soso top chef este año. Además, hay un jefe de cocina del restaurante de sandoval…¿alguien duda de que va a llegar a la final?. Ayer me quedé con sergi roca, al menos me eché unas risas.
09 septiembre 2014 | 10:16
Gus, te amo, como siempre.
¡Superior!
09 septiembre 2014 | 13:34
El Chicote da mucho penote. Es patético y con esa cara de entre asco y mala fostia te dan ganas de apagar la tele o pasarte a otro canal.
La otra juez, que ni se cómo se llama ni tampoco tengo mucho interés en saberlo, sólo se le ocurre pedirles que hagan un plato al que ella tiene mucho asco. ¡Inverosímil! Cómo se puede juzgar un plato si de antemano no te va a gustar lo que guisen los concursantes, más bien te da asquito. Vamos, que tienes que guisar algo que no sepa a ese algo. De risa.
Y por último el tercero en discordia, otro que tampoco me interesa mucho como se llama. Es un aprendiz pelotilla de Chicote que tiene que demostrar mucha mala hostia desde el primer programa para hacerse valer. Patético.
En fin, ellos verán, pero para mí ya fue bastante con el programa de ayer. Seguro que hay cosas más interesantes por otras partes o si no, siempre nos quedará un buen libro.
Saludos a todos.
09 septiembre 2014 | 15:04
jajajja es que me parto! lo has clavado
09 septiembre 2014 | 19:42
Pues a mí el Chicote me gusta como personaje que da miedo a los concursantes. El Yoyo o como se llame tiene menos carisma que las batidoras de esa cocina, y la otra individua parece muy fina de pitirripuá… ¿pues no le da asco la casquería? Y va y les pide que le hagan un plato unsándola, uno utiliza sesos, y ella le dice al concursante que lo pruebe él, que ella no lo prueba porque le da asco. Menuda jueza. En el próximo programa les pedirá que hagan un plato con mierda y compresas usadas y les pedirá a los concursantes que se lo coman.
Sí que da un poco la impresión de que se está haciendo hincapié en la rivalidad sucia y en los rencores que a buen seguro van a procurar que vayan en aumento (la sombra de TeleCinco y sus audiencias es alargada…). Pero lo que más asco de todo me dio a mí, son los putos cortes publicitarios, especialmente hacia el final. Hubo un momento en el que hicieron como diez minutos de anuncios, cinco de programa, y un nuevo corte de siete minutos. Eso allá a las doce y media o una menos cuarto es perfecto para que nos caguemos en la puta madre del programador. O para que apaguemos la tele.
En fin, mucho tiene que cambiar para que lo siga… Esperaremos a ver Maste Chef, que son menos metemierdas y hay un clima que, aunque también es competitivo, es como más amable y hay mejor rollo.
P.D.: También me acuerdo de la madre del que inventó los captchas…
09 septiembre 2014 | 23:45
El parecido entre Joaquín Reyes y Honorato te lo sacas de la manga. No hay que forzar las bromas campeón.
10 septiembre 2014 | 07:47
Y la broma que haces del rallador pues amigo… Evidentemente no sera la primera vez que rallaba un tomate. Es como si digo, normal que te cortases a la velocidad que movias el cuchillo, si son procesionales saben lo que hacen, pero los nervios juegan malas pasadas. Cuanto listillo.
10 septiembre 2014 | 07:58
Los mariquitas os asustáis por nada.
18 septiembre 2014 | 18:08
Desde que Chicote hace estos programas, me da repugnancia comer fuera de casa, realmente es como se programa..cocinas con cucarachas y suciedad abundante
19 septiembre 2014 | 16:35
Por favor. ..mas higiene en estos programas con los cocineros esos.
Se la pasan rascandose la barba, y puede caer cualquier pelo o caspita en la
Comida cosa que da mucho asco; que se pongan gorros de cocina asi como en los
Restaurantes…
Me gustan los programas de cocina pero cada vez van a peor
27 septiembre 2014 | 21:39