Ir a concursar para acabar gritando de terror: Botón del pánico

Hola rapaces y rapazas.

Hacía mucho que no os hacía un post de esos en los que os traigo realities chungos de los que se hacen por el mundo y aunque tengo diez o doce exclusivas por ahí de las que harían removerse los cimientos del mundo occidental, mejor os hablo de esto.

En esta ocasión os presento (si no lo conocíais ya, porque tampoco es que sea una meganovedad) el reality Panic Button, que no hace falta ser Michael Robinson para traducirlo por ‘Botón del pánico’.

Es una especie de ‘Quién dijo miedo’ o ‘Fear Factor’ pero a lo animal y más tecnológico.

Una alegre concursante de Botón del Pánico (ODISEA)

Se trata de coger a alguien que tiene una fobia e intentar quitársela a base de hostias mientras lo graban. O sea, cogen al concursante y ya sea en un escenario real o en un «circuito de realidad alterada» le someten a sus peores miedos.

El único consuelo del salao o salá que se somete a semejante tortura fina cual braga de esparto es que lleva en el chaleco un botón rojo que puede pulsar cuando ya no puede más, deteniendo la tortura. Eso lo ve Torquemada y se descojona.

Lo emitieron el año pasado en Odisea y el canal lo describía así: «Veremos por ejemplo a concursantes enfrentarse a un oscuro y claustrofóbico laberinto salpicado de imágenes espeluznantes, resolver pruebas mentales ante el acoso de unos insectos muy perseverantes o sobrellevar la sensación de estar sumergido en agua turbia con todo tipo de criaturas desconocidas a su alrededor».

Claro que también dicen que es «un experimento psicológico único que lleva a los participantes al límite con la sana intención de ayudarles a superar sus miedos más profundos».

¿La sana intención? JA JA JA JA los responsables del reality deben ser de los que aún defienden la lobotomía y las sangrías ante cualquier signo de mal…

El caso es que se concursa por parejas y ambos concursantes se enfrentan a sus miedos y a la vez deben hacer pruebas que pueden empeorar la situación de su compañero… una risa.

En fin, os dejo una promo y algunos vídeos, para que juzguéis vosotros mismos, eso sí, no pongáis los altavoces muy alto…

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