¿Cómo saber lo que siente un zombi hambriento? Hay que ver Apocalipsis Carnívora

Apocalipsis carnívora.

En Energy no podían haberle dado mejor nombre a la programación especial que están emitiendo este lunes (ahora mismo, mientras lees esto). Todo el día, 24 horas, dedicadas a programas donde la comida se presenta de forma lujuriosa. En concreto como una señora de 150 kilos con liguero, picardías y mirada de ir a dejarte seco (para las amigas lectoras, cambien la señora por un caballero de igual peso y calzoncillos slip).

Se trata de emitir uno tras otro programas capaces de subir el colesterol y de atascarle las arterias a un león sólo con verlos. El mítico Crónicas Carnívoras, Los restaurantes más frikis del mundo, ¿Cómo es lo que como?, El chiringuito más chungo de Chicago y hasta un Callejeros viajeros: menús viajeros.

Pongan Energy ahora mismo. Les entrará hambre de comida saturada de grasas de inmediato (a no ser que sean veganos, entonces les entrará una mala leche que pa-qué).

El caso es que viendo toda esa zampa desparramándose en los platos, chorreando salsas infames siendo mordisqueadas sin piedad mientras los devoradores ponen cara de ansia es lo más parecido que se puede sentir a ser un zombie.

Si pudieramos camuflarnos y meternos en un grupillo de muertos vivientes mientras se jaman a un pobre desgraciado veríamos que comerse el cerebro de un humano es lo más parecido que hay a a ver estos programas.

De hecho, todas las teorías e historias sobre apocalipsis zombis comienzan con un virus chungo, pero yo creo que comenzará hoy y lo hará con la Apocalipsis Carnívora.

Si salen a la calle hoy y ven a mucha gente con restos de hamburguesa por la camiseta y al cruzarse con ellos se le quedan mirando con cara rara… corra. O únase a la fiesta, déjese mordisquear un rato y luego, a disfrutar.

Y ahora que la CIA ya me lee por incitar a la desaparición de la especie humana, os haré algunas consideraciones adicionales sobre estos programas:

1.- La comida que sale: hamburguesas y sándwiches gigantes, bocadillos de 30 cm de alto, pizzas de un metro de diámetro… son una mierda como una catedral. Y no porque los sabores sean menos naturales que un quimicefa con plutonio, sino porque son imposibles de comer con comodidad.

2.- A los presentadores los deben cambiar cada temporada, más o menos, y les hacen un seguro coronario para cambiarles el corazón y desatascarle las arterias con una escoba.

3.- Que envidia me dan, leche. Desde aquí hago un llamamiento a las productoras y cadenas de toda España: ¡SOY VUESTRO HOMBRE PARA LA VERSIÓN ESPAÑOLA DE ESTOS PROGRAMAS!

 

3 comentarios

  1. Dice ser Harbinger III

    De acuerdo.

    Ganador al premio del post más gracioso de 20 minutos del semestre.

    *Aplauso*

    01 julio 2013 | 13:58

  2. Dice ser Nacho Vidal

    el dia que los zombis aprendan a decir «soy yo» estamos perdidos, siempre que alguien llama al timbre y preguntas quén es, la respuesta es esa.

    01 julio 2013 | 14:52

  3. Con esto de la moda de los zombis se esta creando una autentica revolución.

    toner
    http://www.konver.com

    02 julio 2013 | 11:07

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