Comienza la gala de Supervivientes… y Chechu se va a la calle

Ya estamos.

Ahí los tenemos, cociéndose al sol en la playa mientras J. J. Vázquez anuncia los teléfonos para echarles…

A los famosos los suben a la barca. Bueno, menos a Rosa Benito, a la que arrojan dentro como si fuera un saco de patatas.

Sonia Monroy no es que tenga raíces, es que tiene ya secuoyas adultos en la cabeza.

El caso es que ahora se ponen los anónimos a decir por qué deben quedarse en la isla. Es una sucesión de obviedades y frases peloteras hacia la audiencia.

Jorge Javier Vázquez, con el fuego de fondo, parece un anuncio de Burguer King. A la parrilla, sabe mejor. Y mientras se hace vuelta y vuelta dice que si Rosa Benito se fuera por lo de Ortega Cano, no la multarían.

Ya tenemos a los famosos en la palapa. Anda la leche, Tamara y Kiko quieren decir algo importante.

Anda la leche, dice J. J. V. que en un cayo de al lado está la edición rumana. Esas islas hace tiempo que dejaron de ser vírgenes. Es más, son el coño la Bernarda, madre mía. Más que islas desiertas, son islas saturadas.

Ahora Rosa Benito se contradice, al asegurar que quieren ser supervivientes, pero que les den comida. O sea, supervivientes de palo. Y es que han perdido las gafas de buceo y además dejaron que se les apagara el fuego.

Que mala leche tiene J. J. V.: dice Rosa Benito que lo natural es lo mejor y salta el presentador: «Que se lo digan a Tatiana». Y de ahí pasan a una conversación picarona sobre comerse no sé qué a quién.

Ahora vemos la prueba de recompensa de la semana. Era muy de pensar, o sea, llevar unas letras a través de unos obstáculos. Yo creo que las pruebas las pasan con ratones de laboratorio.

El caso es que palmaron, o sea, que se quedaron sin recompensa. Pena, consternación… y broncas. Porque claro, luego se pusieron a comentar la jugada y Sonia dijo que la culpa había sido de Toni, que no había colaborado. Sorprendentemente, Tatiana se puso del lado de Sonia.

Joe, como le gusta a Tony chupar cámara y hacerse el gracioso. Si pudiera, se implantaba la cámara bajo la piel, para tenerla siempre consigo.

Volvemos con los anónimos, que están empezando a sudar como un pollo en un asador. Y nos ponen un vídeo en el que Carolina y Jeyko discutieron porque el chaval se fue de la lengua de una confidencia de la muchacha. Y claro, ella le llamó falso y dijo que había querido hacerle daño.

Joe, cuando ponen la cámara nocturna parece que estamos viendo Cuarto Milenio. Es como si la niña de la curva se hubiera ido de vacaciones a la playa con sus amigas.

Y volvemos a la palapa. Porque no tengo que ir andando de un sitio a otro, que si no, ya estaría cansado. El caso es que nos ponen el vídeo de la prueba de líder. A Jessica Bueno le dio un ataque de ansiedad, yo creo que por aquello de tener que trabajar. Kiko abandonó la prueba a la mitad y así todos menos Sonia, Montalvo y Tatiana, que son los únicos que la acabaron.

Y oootra vez a Playa Uva. Que mareo, oiga. De momento se salva Jeyko. El chaval se pone a dar gracias a España, esa señora del quinto izda. También se libra Rosi.

¡¡TOMA, LOS VAN A LANZAR DEL HELICÓPTERO!!

Sí, hoy lo han sacado para que no se les oxide, que luego se queda sin batería y esas cosas.

Sonia y Montalvo se juegan el collar de líder, pero no en la sala de las llamaradas depiladoras, sino en un circuito de obstáculos de los de toda la vida.

Sonia repta con una facilidad asombrosa. Podría darle clase a una pitón. El caso es que Montalvo llega primero, pero se le traba el candado y Sonia gana la prueba y se convierte en la líder. Ahora va a poder hacerle pagar caro a los demás sus ofensas.

Como se le ha entrevisto una teta a Sonia, J. J. V. le pide que enseñe la otra, pero ella prefiere enseñar el culo, así en primer plano.

Carolina también se libra de la expulsión.

¡¡CHECHU SE VA A LA CALLE!!

Carolina llora como si le hubieran condenado a la hoguera. «Es el mejor superviviente, ¿cómo habéis podido echarle y dejar al monstruo aquí?», dice, refiriéndose a Jeyko.

Nuevo hilo.

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