Conviviencias, el cerdo de la casa y los amores

Ja ja ja ja

Iván es un cerdete. Bueno, es más cochino que un gorrino con diarrea. El caso es que va a cagar y deja la anchoa pegada a la taza.

No sólo eso, es que Iván es más vago que un gato de escayola. La pobre Yola intenta defenderle, ella, a la que la tiene como una chacha. ¡¡Le ha hecho hasta quitarle las durezas!!

De lo que no se ha dado cuenta Iván es que esta batalla la ha perdido. El hombre de la caca expuesta la lleva clara.

Quedan dos galas más, dice Jordi.

Y ahora sí, vamos a ver los vídeos de amoríos de Marta y Coyote.

Claro, es que te ponen la música romántica y las imágenes a cámara lenta y eso parece una novela de Corín Tellado.

«Que te apuestas a que me quedo soltera», decía Marta, por lo que pueda pensar su marido.

Pero nada, los dos tortolitos niegan que haya más que amistad, apoyo, etc… Pero vamos, que si no llegan a tener pareja estos dos se habían dado ya un homenaje.

Y nos ponen ooootra vez a la mujer de Coyote, que insiste en que es Marta la que está pillada por él. ¿Qué canción es la del grillito cantor?

Está muy mal que esta mujer venga a decir que es Marta la que está enamorada y que eso es porque no está acostumbrada a un marido que la trate bien y con cariño.

¡¡QUÉ TÍA MÁS PENDEJA!!

Para mi que la Lili esta quiere quedarse a currar en algún programa, o hacerse unos platós.

Ahora le ponen a la mujer del superhombre un vídeo en el que el Coyote asesina una canción de Luis Miguel. Madre mía, el jodío parece un perro siendo estrangulado. Será por la emoción del momento.

Coyote conquistó a su mujer vestido de Mariachi. Lo que viene siendo como si yo me plantara en la casa de mi novia vestido de torero.

Ahora nos ponen los vídeos en los que Yola se da en cuerpo y alma a Iván. Ella misma reconoce que le mola el San Bernardo. Esta mujer tiene un ojo para los hombres…

El asqueroso de Iván, ese hombre que deja su esencia en el vater, encima se dedica a vacilarla y a tomarle el pelo.

Ahora vemos cómo a Sofía le han perdido más ropa de la que llevaba, incluida una braga de leopardo. Toma ya. Lo mismo las bragas de leopardo han salido corriendo, han vuelto a la sabana, a la libertad.

Sofía habla de Chiqui como si fuera una pila alcalina, que deja energía allí por donde pasa y Chiqui se emociona, porque no hay nada más bonito que te comparen con un grupo electrógeno.

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