Rafa Nadal es la guinda del tenis español. Pero hay un gran pastel. En la final de la Copa Davis, ganada este fin de semana a Argentina, España ha demostrado que es un equipo. Venció por eso.

Un equipo es un estado de ánimo. La unión hace la fuerza. Y la fuerza todo lo supera. En la ‘roja de la raqueta’ reina un ambiente impresionante: todos para todos y todos para uno. Es una base invencible.

Rafa, el compañero

Nadal es uno más en este fabuloso equipo. Demostró su compañerismo desde Manacor, donde se recupera de la lesión. Durante la semana encorajando a sus amigos.»Pueden ganar sin mi. Son muy buenos». El viernes con un mensaje de ánimo desde su web oficial «Podemos», haciéndose eco de los campeones de la Eurocopa. Empujando todo el fin de semana desde la distancia y dando consejos para aguantar los nervios «Esperar, esperar. Hay que meter pelotas dentro y ganar en seguridad», decía en una entrevista en la transmisión de TVE en el último partido. Después, felicitaciones mutuas: Nadal-Feliciano López.

Y al final, el señorío. «Han logrado algo impresionante. Es su momento. Han ganado ellos. Ganamos todos porque ha ganado toda España. Ha sido una pena no estar ahí, sobre todo, para animar». Ganaron todos y él también.

El triunfo del capitán y del equipo

El capitán, Emilio Sánchez Vicario, ha sabido construir el equipo. Una piña. Todos se sienten importantes. Todos se apoyan. Es su gran mérito. Ahora, con la miel en los labios lo deja.

Feli y Verdasco triunfaron. Se lo merecían. Ambos querían. Pedían su oportunidad a gritos. Tenían muchas ganas. Primero fue el turno de Feliciano López. Fer también quería jugar, pero se sumó al apoyo. Y cuando le tocó a él tuvo el de todos. Eso es un equipo. Ferrer cayó. Y también lo tuvo. Eso es un equipo.

La victoria del capitán, del médico, del utillero, de los fisioterapeutas, de los familiares y amigos…El triunfo del equipo. Lo más bonito que hay en el deporte. ¡Bravo!