Dolce & Gabbana quiere poner de moda el pijama clásico en la calle esta primavera-verano, pero, en lo que a mí respecta, no lo va a conseguir. Me parece absurdo y ridículo.
Lo peor es que no hay revista de moda en la que no intenten mezclarlo con prendas de calle, como faldas o pantalones que no tengan nada que ver, para convencernos de que si lo llevas así no darás el cante e irás divina. Pero queridos, no cuela. Un pijama es un pijama y por mucho que te pongas tacones y collares de perlas y vayas caminando por Serrano seguirá siendo un pijama.
Un mensaje para Dolce & Gabbana: la policía no es tonta.