Bueno ya he vuelto del desfile. Es alucinante estar en el backstage con los modelos. En un momento se convierte en un gran camarote de los Hermanos Marx con periodistas, famosos, el diseñador, la gente de seguridad, los maquilladores, peluqueros… Toda una tarde trabajando para que al final, en unos 20 minutos, salga a la pasarela la colección y todo termine.
Pero a lo que iba. Esta colección de Custo no me ha defraudado para nada. Bien es cierto que soy fan incondicional de este diseñador, pero lo que he visto realmente me ha impresionado. Desde los originales botines hasta los abrigos llenos de pelos que imitan a los de procedencia animal, como explica Custo: ellos no «hacen daño a los animalitos». La colección la ha llamado Hairy Metal, precisamente como forma de destacar ese gran trabajo que les ha llevado a lograr unas texturas parecidísimas a los abrigos de piel sin necesidad de tocar ni un solo pelo de un animal. Los colores siguen siendo muy Custo y los prints siguen como seña de identidad. En esta ocasión destaca la inspiración en el tocador de las mujeres. En lo que siempre comento que las colecciones de Custo fallan es en los trajes para ellos. Los veo muy poco ponibles. Quizás algún día se atrevan con esos coloridos, pero por ahora lo dudo bastante.
Un cotilleo: entre las modelos estaba una vez más la hija de Custo, Carlota (foto). Nos contó que lo hace por hobby, y que a ella lo que realmente le gusta es la comunicación y el marketing relacionados con el mundo de la moda y que para eso está estudiando. La chica es un encanto. De tal palo…
La pieza estrella en este desfile otoño-invierno 2010/11 presentado en la Semana de la Moda de Nueva York ha sido un abrigo de papel de aluminio, vamos el Albal de toda la vida. Una creación muy efectista y llamativa, pero carne de pasarela y no de ventas.
En próximos posts os contaré lo que vi en el backstage, la gente a la que conocí y los tios buenos a los que hice fotos 😉