En los desfiles muchas veces me fijo más en los zapatos que en la ropa. En ocasiones los diseñadores suben a las pasarelas auténticas obras de arte.
Yo soy bastante alta y no suelo llevar tacones porque me veo enorme, pero eso no quita que me encanten y que admire a las mujeres que son capaces de estar horas sobre esos taconazos de vértigo.
En la pasarela de Milán me han llamado especialmente la atención los zapatos de Emilio Pucci para la próxima primavera-verano.
Como ves se sustentan sobre un finísimo tacón y una plataforma añadida sólo a la punta del zapato. Puestos a elegir, me gusta más la versión sandalia (a la izquierda en la foto) que la botín.
Y tú, ¿Qué piensas? Ya me contarás.