Manda narices que un tipo como el de la foto, el CEO de American Apparel, Dov Charney, decida si un empleado de su conocida tienda de moda (de ropa básica a precio alto) sigue o no trabajando para él en función de su aspecto y no de lo bueno o malo que sea ejerciendo su labor.
La noticia ha saltado a los medios a raíz de un anónimo de un jefe de tienda de la firma a gawker.com, en el que contaba que Dov Charney pidió a las tiendas con peores resultados de ventas que le mandaran fotos de sus empleados. De esta forma y basándose sólo en lo guapos que fueran, decidía sobre su futuro.
Es indignante que esto pase y más que el que decida sea un ‘guapo’ (es una ironía) como el Charney este.