Iker Casillas y Xavi Hernández, sosteniendo el trofeo tras la última final de la Eurocopa, en Kiev (Archivo 20minutos).
El año que viene tenemos un evento especial en verano: hay Eurocopa. Ya conocemos los nombres de todos los participantes. Hoy vamos a conocer más de cerca el trofeo.
Días antes del comienzo de la primera Eurocopa, Henri Delaunay, secretario general de la UEFA, falleció. En su honor se le dio al trofeo su nombre.
La copa original fue creada por la casa de orfebrería Chobillon de París y llegó a la UEFA a través de la joyería Arthus Bertrand de la capital. Era de plata. Medía 42 centímetros y pesaba seis kilos. Tenía una peana de mármol, donde en una placa se inscribían los nombres de los ganadores. Podéis ver una imagen de cómo era, si no lo recordáis, en esta imagen.
El trofeo fue renovado y sustituido. Se estrenó en 2008. Entre las principales novedades, es dos kilos más pesado y 18 centímetros más alto que el anterior. Desapareció la peana de mármol y ahora tiene un pie de plata. Los nombres de los ganadores están grabados en el propio trofeo.
Sólo se ha puesto en juego dos veces, obviamente. Y las dos, como bien sabéis, han sido levantadas por Iker Casillas en calidad de capitán de la selección española.
Habrá que ver si el próximo 10 de julio, en el estadio de Saint Denis, el trofeo sigue siendo nuestro.
Ayer os hablaba de Sergi Barjuán, el incombustible lateral izquierdo del Barça. También os dije que hablaría de otra vieja gloria del Madrid, y aquí os la traigo. Para mí es el primer portero del equipo blanco del que tuve conocimiento y creo que es uno de los porteros con mejores reflejos que recuerdo. Un tipo amado y odiado a partes iguales que marcó toda una época en el Bernabéu y que, quizá, no tuvo el reconocimiento necesario en la selección española, probablemente su espina clavada. Cómo no, os estoy hablando de Francisco Buyo.
¿Quién era?: Un portero español de los 70, los 80 y los 90.
¿Por qué se le recuerda?: Por ser el eterno portero del Madrid durante más de una década (desde mediados de los 80 a casi finales de los 90), ser considerado uno de los mejores porteros de Europa y tener un palmarés envidiable, que luego veremos más en profundidad.
¿Qué fue de él?: Se retiró del fútbol en 1997, en las filas de su Real Madrid, aunque también juega con el Madrid de veteranos en la Liga Indoor. En la actualidad, como ya han comentado algunos lectores en otros posts, trabaja como comentarista para la cadena qatarí Al Jazeera y además, tiene un blog en El País. A nivel privado, tiene una empresa de instalación de césped artificial.
¿Sabías qué…?: Ganó el trofeo Zamora en dos ocasiones (1988 y 1992).
– Siempre se dijo que tenía un asombroso parecido con el actor Arnold Schwarzenegger.
– El gran ‘pero’ de su carrera fue su presencia en la selección española. Sólo jugó siete partidos como internacional, ya que Zubizarreta le cerró las puertas durante años. De hecho, no iba ni convocado (en Italia 90, por ejemplo, junto a Zubi los porteros eran Ochotorena y Ablanedo). Para muchos medios de comunicación y para muchos aficionados, fue una de las mayores injusticias del fútbol español. Además, Buyo no oculta su frustración. En una entrevista reciente, el guardameta gallego declaraba: «Opino, con todo el respeto del mundo, que no era lógico que siendo el portero menos goleado y campeón durante cinco temporadas no tuviese oportunidades. Era una decisión caprichosa e inaceptable por parte de algún seleccionador, pero al menos me queda el reconocimiento de la prensa y público y el haber podido formar parte del equipo subcampeón de Europa en el 84».
– Otro consuelo que no cita Buyo es el de ser el portero de la selección española en el que probablemente sea su partido más legendario, el 12-1 a Malta (el día 21 de diciembre se cumplen 25 años de este partido, disputado en el estadio Benito Villamarín de Sevilla).
– El partido de Malta era el del debut para Buyo, que por aquel entonces jugaba en el Sevilla FC.
– Su fuerte carácter lo convirtió en un ídolo para la afición madridista y en uno de los jugadores más odiados para otras, sobre todo la del Atlético de Madrid y la del Osasuna.
– El partido (y la liga) que el Madrid perdió en Tenerife en 1992 es uno de los momentos más oscuros de la carrera de Buyo, ya que su actuación fue desafortunada.
– Asegura que el portero que más le ha impresionado en su carrera es Luis Miguel Arconada.
– Los madridistas recuerdan que el mejor partido de Buyo con el Madrid fue en el partido de vuelta de octavos de final de la Copa de Europa de 1987, contra la Juventus. En la ida, los blancos habían ganado 1-0 a la Vecchia Signora en Chamartín, y en la vuelta, la Juve de Platini ganó 1-0. En la tanda de penalties, Buyo paró tres.
– Es el tercer jugador con más partidos jugados en la Liga (542), por detrás de Zubizarreta y Eusebio.
– Su sucesor en la portería del Madrid fue el alemán Bodo Illgner.
Biografía, palmarés, estadísticas: Francisco Buyo Sánchez nació el 13 de enero de 1958 en Betanzos, La Coruña. Su primer equipos fueron el Ural CF y el Betanzos CF. En 1975 jugó en el Mallorca. Al año siguiente, fichó por el Deportivo de La Coruña, donde estuvo hasta 1978, año en el que firmó por la SD Huesca. Tras un año en Aragón y otro más en el Depor, en 1980 llegó al Sevilla FC, donde permaneció cinco años. En 1986 y hasta su retirada jugó en el Madrid. Su palmarés es impresionante: Seis Ligas, dos Copas del Rey y tres Supercopas de España. Además, cuenta con dos trofeos Zamora.
Aquí os dejo un vídeo homenaje con fotos y vídeo a Buyo:
¿Sabes algo más de Buyo? ¿Tienes alguna anécdota? Escríbeme en los comentarios.
Ayer os hablaba de Sergi Barjuán, el incombustible lateral izquierdo del Barça. También os dije que hablaría de otra vieja gloria del Madrid, y aquí os la traigo. Para mí es el primer portero del equipo blanco del que tuve conocimiento y creo que es uno de los porteros con mejores reflejos que recuerdo. Un tipo amado y odiado a partes iguales que marcó toda una época en el Bernabéu y que, quizá, no tuvo el reconocimiento necesario en la selección española, probablemente su espina clavada. Cómo no, os estoy hablando de Francisco Buyo.
