Cromo de Yubero (PANINI).

Vamos a cerrar la semana con una historia triste, la de un portero que nos dejó muy joven a causa de un cáncer. Es Javier Yubero.

Nacido el 21 de enero de 1972 en Irún, Francisco Javier Yubero Solanilla empezó a jugar en el filial de la Real Sociedad en 1990, tan solo un año después de la retirada de Luis Miguel Arconada.

En la temporada 1991/1992, cuando aún no había cumplido los 20 años, el galés John Benjamin Toshack le hizo debutar como profesional en un partido disputado en el mítico y vetusto estadio de Atocha, ante el Espanyol.

José Luis González era el portero titular y primer sucesor oficial de Arconada, pero en la 92/93 se fue traspasado al Valencia. Por el puesto de titular competían dos irundarras: el propio Yubero y Alberto.

En un principio, fue Yubero el que se ganó el puesto como titular, pero al final, sus actuaciones no fueron del todo consistentes y Alberto se hizo con la titularidad (que no soltaría ya en casi una década).

En 1993, Yubero firmó con el Betis, que estaba en Segunda. Aunque no se hizo con la titularidad, la temporada acabó bien para el meta, porque el equipo verdiblanco ascendió a Primera. Pero curiosamente, el meta irundarra siguió en Segunda, ya que decidió firmar por el Mérida al año siguiente.

En el equipo extremeño se repite la historia: Yubero se pasa el año en el banquillo, pero el equipo asciende a Primera División. Y de nuevo el irundarra cambió de aires. Regresó a Guipúzcoa, para jugar en el Eibar, donde en su primer año no fue titular, pero sin ascenso. En cambio, en su segundo año en Eibar se hizo con la titularidad y no la soltó durante dos temporadas.

En 1998 inicia una nueva aventura cuando ficha por el Rayo Vallecano, también en Segunda. Y es aquí donde retoma su ‘costumbre’ de ser suplente y ascender a Primera. Siguió dos años más en Vallecas, sin jugar, hasta que en el año 2000, en busca de minutos, se fue al Amurrio, en 2ª B.

Tras un año en el equipo vasco cambió de aires, pero no de grupo ni de categoría, y jugó un año en el Zamora. En 2002 se fue al Lanzarote canario y más tarde ese año, al Torredonjimeno jinnense. Fue entonces cuando le fue diagnosticado un cáncer de páncreas, lo que le obligó a colgar las botas. Tras dos años con la enfermedad, el 22 de septiembre de 2005 moría en San Sebastián Javier Yubero. Tenía 33 años.

Dediquémosle a su memoria este artículo. El jueves, más deporte.