Volvemos hoy a un equipo que para mí, marcó un antes y un después en la historia reciente de nuestra Liga. Digo esto porque creo que la etapa del Superdepor, entre la temporada del penalty de Djukic y la temporada en la que ganó por fin la Liga, marcó un límite entre el dominio del Barça y, sobre todo, el Madrid, y la época actual. La vuelta al Superdepor la hacemos de la mano de uno de sus pilares, nada menos que el portero. Un caso curioso, además, porque habiendo demostrado como lo hizo sus cualidades, no dio el salto a un equipo más grande (quizá porque el Depor de su época ya lo era) ni tampoco tuvo renombre internacional. En cualquier caso, es un histórico de nuestro campeonato y merece con creces estar aquí. Es Paco Liaño.
¿Quién era?: Un portero español de los 80 y los 90.
¿Por qué se le recuerda?: Por ser el portero del ya legendario Superdepor que maravilló a toda España en la primera mitad de los 90, así como de ser el portero que ganó el Trofeo Zamora con mejor promedio de goles encajados, en la temporada 93-94, con sólo 18 goles encajados en 38 partidos (una media de 0,47 goles por encuentro).
¿Qué fue de él?: Se retiró en 1998, en las filas del Sporting de Gijón. Después de esa experiencia, ahora es entrenador de porteros en su Santander natal, en la escuela de Goyo Zamoruca, además de ser comentarista colaborador con algunos medios de comunicación, como Telecinco.
¿Sabías qué…?: Se quedó a las puertas de ser campeón de Liga. Era el portero del Deportivo con la famosa Liga del penalty de Djukic.
– Dos años después de su retirada, el Depor consiguió por fin el título de Liga. El portero era el camerunés Jacques Songo’o.
– Logró dos Zamoras consecutivos.
– Cuando fichó por el Depor, en 1991, el equipo coruñés estaba recién ascendido a Primera y él acababa de proclamarse Zamora de Segunda con el Sestao.
– Jugó en equipos de las cuatro comunidades españolas bañadas por el Cantábrico.
– Estuvo muy cerca de fichar por el Real Murcia ese verano.
– Sobre el penalty de Djukic dijo: «Recuerdo que no lo quería ver. Al final lo hice y me llevé la misma decepción que todos». 
– Preguntado por la famosa polémica sobre si ese día, Bebeto no quiso tirar la pena máxima, dijo: «Que nadie diga que Bebeto se rajó, porque el encargado de lanzarlos era Donato, que en ese momento no estaba en el campo. Bebeto empezó tirando los penaltis pero falló cuatro de los cinco penaltis que lanzó y dejó de tirarlos. Curiosamente el mismo Donato había fallado dos jornadas antes un penalti en Pamplona que también nos hubiese dado la Liga. Nadie puede echarle la culpa a Djukic de nada de aquello».
– Fue seguidor de Zubizarreta.
– Como os decía en la introducción, Paco Liaño no llegó nunca a ser internacional. Pero él considera que «merecí ir al mundial de Estados Unidos (1994). Ese fue el año en el que gané el Zamora del récord y casi la Liga y me dolió un poco».
– En la temporada de su legendario Zamora, jugó todos los minutos del campeonato y no recibió ni una sola tarjeta.
– Según comentan en el ya citado blog Yo jugué en el Sporting (desde aquí mando un saludo a su autor), Liaño sufrió una polidiscopatía cervical que le obligó a retirarse.
– En la misma entrada dedicada a Liaño, se cuenta que en su primer año estuvo a la sombra del mítico Juan Carlos Ablanedo. Una de las pocas ocasiones que tuvo de jugar fue la segunda parte de un Zaragoza-Sporting. En el descanso el marcador era de 3-0 a favor de los maños y el míster asturiano, Benito Floro, le dijo a Ablanedo: Floro se acercó a Ablanedo en el túnel de vestuarios y le espetó: «Te has comido los tres goles. Decidle a Liaño que caliente». El resultado final fue 5-0.
Biografía, palmarés, estadísticas: Francisco Liaño Fernández nació en Santander el 16 de noviembre de 1964 (pasado mañana es su cumpleaños). Comenzó su carrera deportiva en el Racing de Santander en 1984. En su tierra permaneció hasta 1990, que fue cuando emigró a un histórico como el Sestao. Tras una espectacular temporada en la que acabó como Zamora de Segunda, fichó por el Deportivo de La Coruña, el equipo que le encumbró. Tras cinco años de éxitos, en 1996 fichó por el Sporting de Gijón, donde tras dos temporadas se retiró. En su palmarés destacan los dos Zamoras de Primera y uno de Segunda, la Copa del Rey del 95 y la Supercopa de ese mismo año.
Aquí os dejo un vídeo homenaje a grandes leyendas del Depor. A partir del minuto 6.55, el de Liaño:
¿Sabes algo más de Liaño? ¿Tienes alguna anécdota? Escríbeme en los comentarios.
Otra vez volvemos al fútbol patrio, ese que tanto nos gusta, que tan buenos recuerdos nos trae y que tantos y tantos nombres nos devuelve a la memoria. El de hoy es uno de esos futbolistas que prometían muchísimo pero que no terminaron de cuajar o de romper. Un ejemplo que por desgracia, abunda demasiado en nuestro fútbol. Además, este jugador debe ser uno de los que mejor se recuerden su apellido y eso que su nombre de guerra era sólo el nombre de pila. Apuesto una colección entera de cromos a que cualquiera de los de mi generación responderán a «Pier…» con un «Pierluigi Cherubino». Sí, este es el protagonista de hoy.
El otro día, un lector, marcos, se ponía en contacto conmigo a través del contacto de esta página (lo tenéis aquí arriba, en fondo rojo bajo la frase de Desmond Lynam; usadlo cuanto queráis) y me hizo una petición. Y yo la voy a atender, claro está. Volvemos a un país que siempre me ha causado interés y admiración y a un club al que, como os he dicho en alguna otra ocasión, le tengo un cariño especial, el Sporting de Gijón. Aprovecho, por cierto, para desear a los de Preciado que ganen muchos partidos, porque el Sporting es uno de esos equipos (como el Murcia, por ejemplo) que siempre debe estar en Primera. El caso es que el futbolista que os traigo fue uno de los más talentosos que pasó por El Molinón en los últimos años. Con todos vosotros, ese gran centrocampista llamado Igor Lediakhov.
Una de las mayores alegrías que nos llevamos los españoles en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 fue la medalla de oro que consiguió el equipo nacional de fútbol, en una inolvidable final que disputamos ante Polonia. Uno de los componentes de aquella selección, que después siempre se mantuvo en la élite del balompié español es el protagonista de hoy. Es el entrañable defensa central asturiano Abelardo Fernández Antuña. El Pitu Abelardo.
Antes de nada, debo pediros disculpas por no haber actualizado durante estos días, pero ha sido por motivos familiares. Vuelvo con un post que debía haber salido el lunes, en honor al ascenso del Sporting de Gijón, todo un histórico del fútbol español al que yo tengo un especial cariño. Igual de histórico es, pues, el protagonista de hoy. Es uno de los mejores porteros españoles de las últimas décadas. Es Juan Carlos El Gato (o Gatu) Ablanedo Iglesias.
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Thomas Christiansen se ha retirado de la élite hace muy poquito, pero como lo ha hecho lejos de España y con poco ruido, merece su sitio en este blog.
Empezó bien con los del Sardinero y volvió a ser convocado por la Selección, pero se lesionó y no pudo jugar. Allí completó 15 partidos y metió un gol. El Barça lo quiso vender al 
Para muchos, Enrique Castro, Quini, es el mejor jugador español de la historia. Si lo fue o no es opinable, pero no cabe duda de que su carisma y su historia, que incluye un secuestro, es de las más apasionantes de España. A poco más de 24 horas del clásico Barça-Madrid, merece la pena recordarlo.
