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Quiénes fueron… las Blyth Spartans Munitionettes: las mujeres futbolistas en la Gran Guerra

Las Blyth Spartans, formadas por ‘munitionettes’ (Dominio público).

Este año se ha cumplido el centenario del fin de la Primera Guerra Mundial y hoy os voy a traer una historia relacionada con ese terrible conflicto. Es la historia del equipo femenino del Blyth Spartans, las ‘Munitionettes’.

En realidad, la palabra ‘munitionette’ hace referencia a aquellas mujeres que, durante los años de la Primera Guerra Mundial, trabajaban en las factorías de munición británicas para fabricar armamento de cara al conflicto. Al estar los hombres en el frente, las empresas y el gobierno tuvieron que ‘tirar’ de mano de obra femenina. Era un trabajo duro y peligroso, porque el contacto permanente con el trinitrotolueno (TNT) y ácido nítrico afectó a la salud de muchas mujeres. Algunas sufrieron coloración amarilla en la piel (por eso se las llamó ‘canary girls’) y otras enfermedades graves del sistema inmune. Y todo ello sin contar con el permanente riesgo de accidente o explosión.

Imagen de una de las factorías de munición inglesas en la Primera Guerra Mundial (WIKIPEDIA).

Pero más allá del trabajo en la fábrica, las ‘munitionettes’ cumplían otras funciones importantes en un país en guerra: mantener el espíritu arriba. Uno de los entretenimientos que contribuían a ello era el fútbol. Por desgracia, la práctica totalidad de los futbolistas profesionales fueron llamados a filas. Por eso, se organizaron equipos de mujeres. El más famoso de ellos fue el Blyth Spartans Munitionettes.

El Blyth Spartans era (y es) un equipo de Blyth, en Northumberland. Al estar sus jugadores en la guerra, en agosto de 1917 las trabajadoras de una factoría cercana los suplieron, creando el Blyth Spartans Ladies FC, también conocidas como el Blyth Spartans Munitionettes.

En 1918 se creó una competición llamada Munitionettes Cup, en la que participaron 30 equipos femeninos. De todos, las Blyth Spartans eran las mejores. Jugaban en Croft Park, y empezaron a atraer a muchos espectadores. Los beneficios por la venta de entradas se destinaban a obras de caridad relacionadas con la guerra.

Tenían una delantera llamada Bella Raey, que era una verdadera fuera de serie. En 30 partidos (en los que las Spartans ganaron 26 y empataron cuatro) marcó la friolera (ojo) de 133 goles, cuatro de ellos en la final, ante las Bolckow-Vaughan de Middlesbrough, un partido que se disputó en Ayresome Park ante nada menos que 22.000 personas.

Pero a pesar de este éxito, cuando acabó la guerra y los hombres regresaron de los campos de batalla de Europa, el fútbol femenino y las ‘munitionettes’ desaparecieron. Eso sí, el germen del fútbol femenino ya había sido plantado, y en una huelga minera de 1921, se organizaron varios partidos benéficos entre mujeres. En ellos formó parte Bella Raey, que era hija de un minero.

Pero entonces el machismo hizo acto de aparición: ante unos supuestos y jamás demostrados argumentos de que el fútbol era perjudicial para la salud de las mujeres, la Football Association prohibió el fútbol femenino en 1921. No volvería a estar reglado en Inglaterra hasta 1993.

Espero que os haya gustado la historia. Hasta el miércoles, amigos.