Kurt Landauer (FC Bayern).
Durante el nazismo, el fútbol siguió adelante en Alemania, aunque la influencia de la dictadura fue evidente. Este domingo vamos a conocer a un personaje que lo sufrió en sus carnes. Es Kurt Landauer.
Kurt Landauer nació el 28 de julio de 1884 en Planegg, muy cerca de Múnich. Su padre era un comerciante judío que tenía un negocio de moda femenina en Múnich. En 1901, el joven Landauer se enroló en el Bayern FC, donde jugó como portero en el equipo filial. Pero por lo que fue conocido Landauer fue por su implicación en los despachos. En 1913 fue nombrado presidente del club, aunque la historia frustró su mandato un año después.
Landauer fue movilizado durante la Primera Guerra Mundial, y tras participar en ella fue condecorado con una Cruz de Hierro. En 1919 retomó su papel de presidente del Bayern, que mantuvo hasta 1933. Fue una época muy positiva para el hoy gigante del fútbol alemán, ya que se proclamó dos veces campeón del Sur de Alemania, llegó tres veces a ser subcampeón nacional y finalmente, logró ganar un campeonato del país en 1932.
Pero en 1933 los nazis se hicieron con el poder en Alemania y Landauer, por ser judío, fue obligado a dimitir como presidente del club, que además, quedó en el punto de mira del régimen. Además de dejar el cargo, perdió su empleo y estuvo en paro, para luego trabajar en una lavandería, hasta que en 1938, él y sus hermanos fueron internados en el campo de concentración de Dachau.
En este lugar Landauer pasó un mes, y pudo ser liberado por ser un combatiente condecorado en la primera Gran Guerra. Cuatro de sus hermanos no tuvieron tanta suerte y murieron asesinados por los nazis. Tras salir de Dachau, Landauer se refugió en Suiza.
En esta etapa hay una curiosa anécdota. En 1940, el Bayern viajó a Zürich para disputar un amistoso contra la selección suiza. Los jugadores bávaros no tardaron en reconocer entre el público a un viejo conocido: su presidente, Kurt Landauer, que había ido a ver el partido. Para disgusto de los agentes de la Gestapo presentes en el estadio, toda la plantilla se acercó a saludar a su exiliado dirigente.
Cuando acabó la Segunda Guerra Mundial, Landauer regresó a Alemania y en agosto de 1947 fue de nuevo nombrado presidente. Ocupó el cargo hasta 1951. No obstante, siguió vinculado con el club, que lo homenajeó con motivo del 50 aniversario del equipo.
Landauer murió el 21 de diciembre de 1961 en el hospital Schwabing de Múnich y sus restos yacen en el cementerio israelita de la capital bávara. En 2013, el Bayern lo nombró presidente de honor del club de manera póstuma.
Frente al Allianz Arena hay una plaza con su nombre, con una placa en su honor. Además, en los campos de entrenamiento del Bayern hay una estatua en bronce del dirigente. Además, la pasada década se estrenó una película biográfica en su honor.
Espero que os haya gustado el artículo. El jueves, más.