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Quién fue… Heleno de Freitas: el crack que se perdió por el juego, las drogas y las mujeres

Heleno de Freitas, en su etapa de Boca (WIKIPEDIA).

Su nombre no es muy conocido. Pero si hubiera llevado una vida recta, dicen los que lo vieron jugar que hubiera sido tan famoso como Pelé. Vamos a conocer la apasionante historia de Heleno de Freitas.

El 12 de febrero de 1912 nacía en Sao Joao Nepmuceno, Brasil, Heleno de Freitas. Como tantas estrellas brasileñas, fue descubierto cuando jugaba en la playa por un ojeador. Con 17 años firmaba su primer contrato, con el Botafogo. Heleno de Freitas además, estudiaba Derecho. Era alto (1,82) e irresistiblemente guapo. El problema es que tenía un temperamento de mil demonios.

Muy pronto se convirtió en el ídolo de la torcida del Botafogo a base de goles y juego elegante. El público le cantaba canciones dedicadas y él bailaba samba sobre el césped.

Pero con los goles, la fama y el dinero, empezaron a llegar los problemas. Bebía demasiado, jugaba demasiado y se acostaba con demasiadas mujeres. Una noche, perdió todo lo que tenía en el casino. Debido a sus excesos sexuales, contrajo sífilis. No se quiso tratar nunca. Se hizo adicto al éter, que consumía aspirando un pañuelo empapado…

En 1944, 1945 y 1946, el Botafogo quedó subcampeón del campeonato carioca de fútbol. En 1945, Brasil (con la que Heleno marcó 19 goles en 18 partidos) fue segunda en el campeonato sudamericano. De Freitas estaba frustrado. Acusaba a sus compañeros de no estar a su nivel. Sus excesos fuera del campo y sus frustraciones deportivas hicieron que las hinchadas rivales lo bautizaran como Gilda, en honor al personaje de Rita Hayworth, por su belleza y su temperamento.

De Freitas, en la portada de ‘El Gráfico’ (WIKIPEDIA).

Carlito Rocha, presidente del Botafogo, pensó que quizá el problema era el propio Heleno, así que lo traspasó a Boca Juniors. Rocha tenía razón. El Botafogo ganó el título en 1948. Las cosas no fueron tan bien para De Freitas.

Su esposa, Ilma, no se adaptó nada bien a Buenos Aires. Tampoco el futbolista, pese a que siguió gozando de las noches bonaerenses (y se llegó a decir que tuvo una aventura con Evita Perón). Al año siguiente, De Freitas volvió a Brasil.

Fichó por el Vasco de Gama, pero a mitad de temporada fue despedido. Tras ser expulsado de un entrenamiento, regresó poco después con una pistola, apuntó a la cabeza del entrenador y disparó. El arma no estaba cargada, pero Heleno de Freitas no volvió a jugar. Su siguiente destino, Colombia, el Atlético Junior de Barranquilla.

Sus excesos le privaron de estar en el Mundial del 50 y de poder cumplir su sueño de ser campeón del mundo, logro que la Segunda Guerra Mundial también le privó. En 1951 regresó a Brasil para jugar en el America de Río de Janeiro, pero ya nada era igual. La sífilis le afectó a su salud mental. Solo dos años después, ingresaba en un sanatorio mental.

En 1958, Brasil, liderada por un chico de 17 años llamado Pelé, ganaba en Suecia su primer Mundial. Mientras, en un sanatorio de Barbacena (Minas Gerais), Heleno de Freitas arrancaba recortes de periódico de la pared de su habitación contando sus éxitos pretéritos y se los comía. Había perdido totalmente el juicio. Heleno de Freitas falleció el 8 de noviembre de 1959, consumido por la sífilis y la demencia. Tenía 39 años.

Sobre De Freitas hay un libro llamado Nunca houve um homem como Heleno (Nunca hubo un hombre como Heleno), de Marcos Eduardo Neves. En 2012 se estrenó una película biográfica, Heleno, con Rodrigo Santoro (Jerjes en 300) como protagonista.

Os dejo un documental (en portugués) sobre De Freitas:

Hasta el miércoles.