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Santuarios del deporte. Piazza Santa Croce de Florencia: el espectáculo del 'calcio' desde el siglo XVI

La Piazza Santa Croce, en el XVI y ahora (WIKIPEDIA y YOUTUBE).

La Piazza Santa Croce, en el XVI y ahora (WIKIPEDIA).

Creo que este es uno de los santuarios del deporte más originales que os he traído, porque en realidad, no es un estadio ni nada parecido, sino que se trata de un espacio público, además de un escenario arquitectónico de primer orden. Vamos a viajar a Florencia para hablar de la Piazza Santa Croce, el lugar donde se jugaba (y aún se juega), al calcio fiorentino.

Nombre oficial: Piazza Santa Croce.

Ubicación: Florencia, Italia.

Capacidad: Aproximadamente, 2.000 personas.

Año de inauguración: Acoge partidos desde mediados del siglo XVI.

Más cosas: Lo primero de todo… ¿qué es el calcio fiorentino (también conocido como calcio storico)? Pues es una mezcla entre fútbol, rugby, lucha libre y boxeo que recupera una tradición deportiva del Renacimiento.

En el año 1580, el conde Giovanni de Bardi publicaba el primer reglamento de este juego. Es el único antepasado directo del fútbol y del rugby actuales nacido fuera del Reino Unido. Se sabe que se jugaba incluso antes, a finales del siglo XIV.

Los equipos los formaban hombres de cuatro parroquias fiorentinas: Santa Croce (Azules), Santa Maria Novella (Rojos), Santo Spirito (Blancos) y San Giovanni (Verdes). Antaño, era un deporte reservado a las clases altas. Muchos miembros de la familia Medici jugaron, incluidos los papas Clemente VII, León XI y Urbano VIII. Se jugaba todos días desde el 6 de enero, fiesta de la Epifanía, y el comienzo de la Cuaresma.

El juego, de una brutalidad importante, se dejó de practicar en el XVIII, hasta que en la década de los 30 del siglo XX se recuperó. El torneo actual se juega la tercera semana de junio, y la final tiene lugar siempre el día de San Juan, patrón de Florencia, el 24 de junio. Se sortean las semifinales y los dos equipos ganadores disputan la final.

Están permitidos puñetazos, patadas, codazos, cabezazos y placajes, pero no que dos o más jugadores ataquen a un rival o patadas en la cabeza. Cada equipo lo componen 27 jugadores: cuatro porteros, tres defensas, cinco centrocampistas y 15 delanteros. El juego, dirigido por un árbitro y seis jueces de línea, consiste en llevar un balón a la zona rival. Antiguamente había que colarlo en un agujero hecho en el albero de la plaza. Hoy basta con colarlo en una red que hay al final de cada zona. Cada uno de estos tantos o caccie suma un punto, pero si el jugador falla, los rivales son premiados con 1/2 punto. Los partidos duran 50 minutos y con cada gol hay un cambio de campo.

Como os podéis imaginar, es un deporte violentísimo, donde las disputas ocupan más tiempo que el juego con el balón. Hasta tal punto llegan, que en 2014 el alcalde de Florencia suspendió la final debido a las peleas en semifinales. Se trata, en realidad, de un espectáculo de recreación histórica. Los desfiles, el vestuario e incluso el premio para el equipo ganador, una ternera (es simbólico, el premio real es una cena para los ganadores), recogen este espíritu.

Y así son los partidos:

Ciao, ci vediamo domani!