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Final de la FA Cup en 1991: el día que los 'shorts' desaparecieron del fútbol

Una de las imágenes que nos vienen a la cabeza cuando pensamos en el fútbol de finales de los 70 y los 80, en cuestión de atuendos, es la de los pantalones. En aquellos años se llevaban unos shorts que hacían honor a su nombre en inglés. Eran muy cortos. ‘Paqueteros’, si me permitís la expresión vulgar. Pero eso cambió radicalmente y desde entonces, los pantalones son mucho más largos. ¿Cuándo cambió eso? ¿Quiénes fueron los responsables? Pues os lo voy a contar.

Es 18 de mayo de 1991. Se disputa en Wembley la final de la FA Cup o copa inglesa. Se enfrentan el Nottingham Forest de Brian Clough y el Tottenham Hotspur de Terry Venables. En el equipo londinense hay una peculiaridad. Sus pantalones son sensiblemente más largos que los de los rivales. El partido acaba con victoria para el Tottenham por 2-1 en la prórroga.

Pero más allá de lo deportivo, los pantalones de los Spurs dan mucho que hablar. Algunos los ridiculizan. Pero lo que no sabían es que se iniciaba así una moda que duraría décadas. Fue Terry Venables, el entrenador del Tottenham, el que diseñó junto a Umbro ese largo de pantalón, pasado de moda en los 80. Fue el primer equipo que rompió con los shorts que durante más de una década se vieron en los terrenos de juego de todo el mundo, con algunas anécdotas, como la vez que a Butragueño se le vio todo en un partido ante el Español en diciembre de 1986.

La temporada siguiente quedó claro que los shorts habían muerto cuando el FC Barcelona presentó su primera equipación de la firma italiana Kappa, que incluía unos pantalones más largos de lo normal.

Desde entonces, la moda de los shorts ha quedado olvidada… aunque quién sabe si alguna vez vuelve.

Os dejo con un resumen de ese partido:

Hasta mañana.

Trofeos, copas y medallas. La FA Cup: ¿es el trofeo más antiguo del mundo una cubitera de champán?

Trofeo de la FA (WIKIPEDIA).

Trofeo de la FA (WIKIPEDIA).

He roto un poco el orden de las secciones semanales y he ‘colado’ un artículo sobre un trofeo porque este sábado se disputa en Wembley la final de la FA Cup, la copa inglesa. Conozcamos un poco más sobre el premio de la competición más antigua del mundo.

Os diré en primer lugar que la copa que actualmente se entrega no es la original. Ni en el diseño ni como trofeo en sí mismo.

Entre los años 1871 (primer año de la competición) y 1895, se entregaba un trofeo totalmente diferente. Costó 20 libras y lo fabricaron en la casa Martin, Hall & Co. En 1895, la ganó el Aston Villa. Su presidente, William McGregor, se la prestó a su socio y amigo William Shillcock, para que la luciera en el escaparate de la zapatería que éste regentaba en Birmingham. El día 11 de septiembre de 1895, el trofeo fue robado de la tienda. Nunca jamás apareció. El Aston Villa tuvo que pagar una multa de 25 libras. Casi 60 años después, un anciano llamado Harry Burge confesó el robo y afirmó que la fundieron para acuñar monedas falsas de media corona. Nunca se pudo probar.

Se fabricó una réplica que fue entregada por primera vez en 1896 y por última vez en 1910. Perteneció a la familia de Lord Kinnaird hasta 2005, año en el que fue subastada y adquirida por David Gold, entonces presidente del Birmingham City, que pagó casi 450.000 libras por el trofeo. Actualmente está en el Museo Nacional del Fútbol de Manchester, cedida por el propio Gold. En 2012 se jugó un replay de la primera final, entre los Royal Engineers y los Wanderers, y se usó de nuevo, de forma simbólica.

Imagen (WIKIPEDIA).

Imagen de la réplica de la primera FA Cup (WIKIPEDIA).

En 1911 se estrenó la nueva copa, que es como la actual. La diseñó y creó la firma Fattorini of Bradford. Medía 61,5 centímetros. Duró 81 años. Tuvo que sustituida por el desgaste producido durante los años. El valor de este trofeo se estima en un millón de libras, según el experto Alastair Dickenson, del programa de la BBC Antiques Roadshow. Curiosamente, Dickenson reveló en este espacio, emitido el pasado mes de marzo, su particular teoría acerca del trofeo: la copa tiene grabados dibujos de viñas y racimos de uva, por lo que Dickenson cree que en realidad, Frattorini of Bradford entregó a la FA una cubitera de champán de plata.

La segunda versión de la copa, fabricada por Toye, Kenning and Spencer, duró aún menos, de 1992 a 2014. Ése año se creó el trofeo que se usa en la actualidad, que pesa algo más que los anteriores, en torno a 6,3 kilos. El autor, Thomas Lyte.

En la actualidad, el trofeo se entrega al ganador de la FA Cup, que lo custodia hasta el 1 de marzo del año siguiente, como máximo.

Os dejo con un vídeo sobre cómo se hace el trofeo:

Hasta mañana.

Santuarios del deporte. Estadio de Hillsborough, Sheffield, y el desastre que conmocionó al mundo

Un momento de la estampida (WIKIPEDIA).

Un momento de la estampida (WIKIPEDIA).

En los años 80, el fútbol inglés se vio agitado por una serie de eventos desgraciados que lo dejaron muy tocado, y pese a lo cuales ha sabido regenerarse. Hoy vamos a hablar de uno de esos momentos, una de las mayores desgracias de la historia del fútbol. Lo haremos a través de su escenario, el estadio de Hillsborough.

Nombre oficial: Hillsborough Stadium.

Ubicación: Owlerton, Sheffield, Reino Unido.

Capacidad: 39.732 espectadores.

Año de inauguración: 1899.

Propietario: Sheffield Wednesday FC.

Más cosas: El Sheffield Wednseday jugaba sus partidos, a finales del siglo XIX, en un estadio que tuvo que ser expropiado para la ampliación de las líneas de ferrocarril. Una empresa local ofreció, a un precio de 5.000 libras, unos terrenos situados en el noroeste de la ciudad, donde se erigió el estadio de Hillsborough.

Hillsborough fue uno de los estadios señeros de Reino Unido, acogiendo cinco partidos del Mundial de 1966. Pero si por algo es recordado este estadio es por lo que se produjo en él el 15 de abril de 1989, en una de las peores tragedias de la historia del fútbol mundial.

Otra toma del fondo del desastre de Hillsborough (WIKIPEDIA).

Otra toma del fondo del desastre de Hillsborough (WIKIPEDIA).

Ese día se celebraba en Hillsborough una de las semifinales de la FA Cup (se disputaban en campo neutral), entre el Liverpool FC y el Nottingham Forest FC. Se dieron entonces una serie de catastróficas circunstancias que llevaron a la tragedia final. Los accesos a la grada destinada a los hinchas del Liverpool eran estrechos. En el exterior del estadio se concentraron miles de aficionados del Liverpool, muchos de ellos sin entradas. Aquellos que no tenían entradas o que se habían equivocado de acceso no podían darse la vuelta e irse porque detrás tenían mucha más gente.

La Policía, en el exterior, estaba desbordada, así que tomaron una decisión que resultaría dramática: abrieron una de las salidas de emergencia para descongestionar los accesos. Los hinchas, unos 4.000, entraron en tropel y empezaron a producirse los primeros problemas, porque el fondo estaba ya lleno. Los espectadores que estaban más cerca del terreno de juego se vieron aplastados contra las vallas que rodeaban el fondo. La Policía no abrió las vallas, más preocupada por evitar una invasión de campo que de resguardar la salud de los aficionados. Algunos escaparon hacia arriba, subiendo a la grada superior, pero muchos otros quedaron atrapados.

Algunos espectadores saltaron las vallas buscando el terreno abierto. Otros, en su desesperación, llegaron a intentar hacer hoyos en la tierra alrededor de las rejas para que por allí escaparan sus compañeros. Finalmente, una valla cedió y el partido, que llevaba siete minutos de juego, se suspendió. Lo siguiente que se vio en Hillsborough fue atroz: la Policía y los servicios médicos no daban abasto para atender a heridos y a muchos se les dio por muertos cuando aún vivían. Por algún incomprensible motivo, la Policía sólo dejó entrar a una de las 44 ambulancias que se trasladaron a Hillsborough. En total, esa tarde en Sheffield murieron 96 personas (de las que sólo 14 fueron hospitalizadas), la mayoría gente joven y varios niños. Además, hubo 766 heridos. Las consecuencias fueron más allá. Diez años después del incidente, se sabe de al menos diez heridos en Hillsborough que acabaron cometiendo suicidio. Otros supervivientes cayeron en las drogas y en el alcoholismo. Os diré que el más joven fallecido, Jon-Paul Gilhooley, de 10 años, era primo de Steven Gerrard, que por aquel entonces tenía 9 años y que después se convertiría en capitán del Liverpool. Gerrard ha citado a la memoria de su primo como principal motivación de su carrera.

Las dos portadas de 'The Sun' sobre el incidente: la de 1989 y la de 2012.

Las dos portadas de ‘The Sun’ sobre el incidente: la de 1989 y la de 2012.

La catástrofe conmoció al mundo entero. Hubo ceremonias por los fallecidos tanto en iglesias como en estadios de fútbol, la reina Isabel visitó al lugar del incidente y a los heridos. Se inició una investigación cuya principal conclusión fue dictaminar la obligatoriedad de que todas las localidades de los estadios fueran de asiento y la de eliminar las vallas. El informe acusó a la Policía de Sheffield de negligencia y se quejó de las inadecuadas condiciones de Hillsborough para acoger un partido así. No obstante, existía también una corriente que acusaba directamente a los hinchas del Liverpool de ser los culpables; se dijo que la mayoría estaban borrachos y que intentaron entrar a última hora. A ello contribuyó una infame portada del tabloide The Sun, que bajo el titular «The Truth» («La Verdad»), acusaba a los hinchas del Liverpool de atrocidades como vaciar los bolsillos de las víctimas, pegar a los «valientes policías» y sanitarios mientras realizaban masajes cardiacos y boca a bocas e incluso orinarse sobre ellos. La Policía, de hecho, se descargó de toda culpa y acusó a los hinchas.

Pero en 2012, 23 años después de la catástrofe, una comisión independiente emitió un informe en el que quedaba claro que los hinchas del Liverpool no tuvieron responsabilidad alguna en los hechos, y que llevó al primer ministro David Cameron a pedir disculpas en nombre del Gobierno, algo que también hizo la Policía de South Yorkshire y el propio director de The Sun, que publicó una portada titulando «The Real Truth» («La Verdadera Realidad») y en la que reconocían haber dado falsas informaciones.

Así informó la BBC, en su día, de los hechos:

Hasta mañana.