Entradas etiquetadas como ‘equitación’

Santuarios del deporte. Hipódromo de Aintree: la casa del Grand National

Una de las rectas del hipódromo de Aintree (WIKIPEDIA).

Este viernes vamos a subirnos al caballo para hablar de uno de los hipódromos más famosos del mundo, el de Aintree, donde se celebra el Grand National.

Nombre oficial: Aintree Racecourse.

Ubicación: Ormskirk Road, Aintree, Merseyside, Reino Unido.

Capacidad: 75.000 espectadores

Año de inauguración: 1829.

Propietario: Jockey Club Racecourses.

Más cosas: El hipódromo, situado cerca de Liverpool, se inauguró en 1829 con recorrido liso, y a partir de 1836 se añadieron los 16 obstáculos que hacen tan famosa la principal carrera que acoge el hipódromo: el célebre Grand National, considerada, por su dificultad y espectacularidad, la carrera de caballos más importante de Inglaterra. Algunos de los obstáculos tienen una altura de entrada de más de metro y medio y de salida de dos metros.

El Gran National se disputa en abril (este año, evidentemente, se suspendió por la pandemia del coronavirus), y tiene una longitud de casi 7 km y como os decía, es una de las carreras más duras de su tipo. Lo habitual es que empiecen unos 40 caballos y acaben la carrera menos de 10.

El hipódromo de Aintree también fue circuito de carreras entre mediados de los 50 y mediados de los 60. Como curiosidad, un español, el mítico Alfonso de Portago, es el único deportista de la historia que corrió en Aintree a caballo y en coche.

Además, en el interior del hipódromo hay un campo de golf de 9 hoyos y también ha acogido conciertos, como uno que ofreció Michael Jackson en 1988 ante 250.000 personas.

Os dejo con un vídeo dedicado al hipódromo:

Hasta mañana.

Quién fue… Eclipse: el caballo invencible que cambió la historia de las carreras

Grabado de Eclipse (WIKIPEDIA).

Grabado de Eclipse (WIKIPEDIA).

Pues ha sido una semana muy equina y cómo no, la vamos a cerrar con un caballo. No es la primera vez que sale un animal de esta especie en el blog (hablé de Northern Dancer hace casi tres años), pero como dije entonces, en el fondo los caballos de competición también son deportistas. El de hoy es bastante más antiguo, pero tiene una historia interesante. Es Eclipse.

El día 1 de abril de 1764 hubo un eclipse solar visible en el hemisferio norte. Ese día, nacía en Crabourne Lodge, Berkshire, Inglaterra, en las cuadras del duque de Cumberland, un caballo de color castaño brillante, con una fina marca blanca en la frente y con la pata trasera derecha también blanca. El nombre, claro está, no podía ser otro que Eclipse.

Eclipse era hijo de Marske y Spilletta, caballo y yegua que descendían de Darley Arabian y Godolphin Arabian, los sementales árabes más famosos de los que hubieran sido importados nunca a Inglaterra. Entre el presagio del día de su nacimiento y tales antecedentes, estaba claro que Eclipse prometía.

Al año de nacer, el duque de Cumbrland murió y su yeguada fue subastada. Eclipse fue vendido a William Windman, un tratante, por 75 guineas. Tres años después, Windman buscó a un experto que pudiera domar a Eclipse. El caballo tenía un pésimo carácter y era indomable. Encontró entonces a Dennis O’Kelly, un criador de caballos irlandés al que le vendió la mitad del animal por 650 guineas a cambio de que éste tratara de domarlo. O’Kelly lo puso en manos del entrendor de sus cuadras, un tal Sullivan.

Grabado del esqueleto de Eclipse realizado en 1862 (WIKIPEDIA).

Grabado del esqueleto de Eclipse realizado en 1862 (WIKIPEDIA).

Una vez domado, empezaron a hacerle pruebas a Eclipse y pronto se dieron cuenta de que estaban ante un caballo fuera de serie. El 3 de mayo de 1769, Eclipse debutó en competición, en tres carreras de 4.000 metros ante otros cuatro caballos. Eclipse ganó con extrema facilidad.

Tras ganar su segunda carrera, montado por el jockey John Oakley, el único que podía manejar su fuerte temperamento, la fama de Eclipse subió como la espuma. Era tal su superioridad que empezó a rumorearse que dueños de otras cuadras y apostadores empezaron a planear acabar con el caballo. Asustado, Will Windman vendió por 1.100 guineas la otra mitad de Eclipse a O’Kelly. Éste lo siguió poniendo en liza y el caballo ganó todas las carreras que disputó, en total, 18. Fue entonces cuando se acuñó la frase «Eclipse first and the rest nowhere» («Primero, Eclipse, y el resto, en ningún lado»). Se dice que llegó a alcanzar una velocidad máxima de 83 pies por segundo (algo más de 90 km/h), algo difícil de creer (y de probar) hoy en día.

Curiosamente, su apabullante superioridad provocó su retirada. Tras 17 meses sin carreras debido a que nadie apostaba por sus rivales, Eclipse fue dedicado a tareas de semental. O’Kelly había recibido ofertas millonarias por el caballo, pero decidió no venderlo, ya que pensaba que como semental iba a sacar mucho dinero. Estaba en lo cierto. Para que os hagáis una idea, Eclipse ganó como caballo de competición 25.000 libras. Como semental, ganó más de 200.000 libras. Y es que O’Kelly cobraba 75 libras por yegua montada. De Eclipse nacieron muchos caballos, de los que 344 fueron campeones alguna vez.

El día 27 de febrero de 1789, con 24 años, Eclipse sufrió un cólico y murió en Wintchurch. Su cuerpo fue estudiado al detalle y la autopsia reveló que su corazón era mucho más grande de lo normal. Tenía un peso de 6,5 kilos, cuando lo normal es que el corazón de un purasangre pese 4 kg. Muchos de sus descendientes presentaban esta anomalía. Sus huesos, además, tenían una densidad mayor de la normal. Su esqueleto fue donado al Royal Veterinary College, uno de sus pies fue entregado como premio en Ascot y los otros tres se conviertieron en tinteros, mientras que los pelos de su cola se usaron en adornos varios.

La importancia de Eclipse en la historia de las carreras de caballos es capital, ya que se considera que, en la actualidad, el 80% de los caballos de carreras tienen algún parentesco con Eclipse. Su nombre ha aparecido en novelas y publicaciones varias e incluso hay un modelo de coche, de la firma japonesa Mitsubishi, que lleva su nombre.

Espero que os haya gustado el artículo. Pasad un buen fin de semana.

Santuarios del deporte. Churchill Downs, la casa del derby de Kentucky

Espectacular panorámica del derby de Kentucky del año pasado (GTRES).

Espectacular panorámica del derby de Kentucky del año pasado (GTRES).

Esta semana es muy de caballos. El artículo de hoy lo vamos a dedicar al escenario de una de las carreras más importantes del mundo. Nos vamos a la tierra del bourbon para hablar del hipódromo de Churchill Downs, la casa del derby de Kentucky.

Nombre oficial: Churchill Downs.

Ubicación: Central Avenue, Louisville, Kentucky, Estados Unidos.

Capacidad: 50.000 espectadores.

Año de inauguración: 1875.

Propietario: Churchill Downs Inc.

Más cosas: Anjtes de nada, deciros que el derby de Kentucky es una celebérrima carrera de caballos (para pursangres de tres años de edad) que se celebra el primer sábado del año, enmarcado en el Festival del Derby de Kentucky, evento que dura dos semanas.

La carrera, que no dura más de dos minutos, es conocida también por el premio, una guirnalda de rosas.

El hipódromo nace en 1875 de la idea de Meriwether Lewis Clark Jr, el impulsor de la prueba. Dos parientes de Clark, Joh y Henry Churchill, donaron el terreno, por lo que se bautizó así (aunque no fue oficial hasta 1937).

La pista mide 1,25 millas (2 km), y vivió su primera renovación en 1894. El hipódromo es conocido por las dos agujas que coronan su grada principal, y que fueron diseñadas por Joseph Dominc Baldez en 1895. Aunque la capacidad oficial es de 50.000 personas, el día del derby se puede multiplicar por tres la asistencia. El óvalo de la pista, de tierra, tiene 24 metros de ancho.

Entre 2001 y 2005 se acometió una renovación de 121 millones dólares. Se renovaron las agujas y se constuyeron 79 palcos de lujo. Además, el recinto acoge el museo del Derby de Kentucky.

Os dejo con un interesante ‘tour’ por el recinto:

Hasta mañana.

Qué fue de… Ian Millar: el deportista que estuvo en 10 Juegos Olímpicos aún quiere más

Ian Millar, a lomos de su caballo (WIKIPEDIA).

Ian Millar, a lomos de su caballo (WIKIPEDIA).

Vamos a hablar hoy de un deportista muy singular, que quizá conozcáis, no tanto por su especialidad si no por sus hitos. Es Ian Millar.

¿Quién es?: Un jinete canadiense de los 70, los 80, los 90, los 2000, la actualidad… y lo que le queda.

¿Por qué se le recuerda?: Millar es muy famoso por ser el deportista con más participaciones en Juegos Olímpicos de todos los tiempos: diez (Múnich 1972, Montreal 76, Los Ángeles 84, Seúl 88, Barcelona 92, Atlanta 96, Sydney 2000, Atenas 2004, Pekín 2008 y Londres 2012).

¿Qué fue de él?: Pues no está retirado, porque quiere dejar su récord en once Juegos Olímpicos: se está preparando para Río 2016, con 69 años de edad. Además, dirige su propia cuadra, la Millar Brooke Farm, en su Canadá natal.

¿Sabías qué…?: Es de origen escocés.

– El boicot de Canadá a los Juegos de Moscú 80 impide que su récord sea de Juegos consecutivos.

– Su caballo más famoso fue ‘Bog Ben’, que montó entre 1976 y 1999. El animal está enterrado en su granja y cuenta con su propia lápida.

– En su país es conocido como ‘Capitán Canadá’.

– Su caballo actual se llama ‘In Style’.

– Pese a participar en diez juegos, sólo logró medalla en uno: una plata en Pekín 2010.

– Es miembro de la Orden de Canadá.

– Es viudo desde 2008. Su esposa, Lynn, falleció a causa de un cáncer.

– Sus hijos, Jonathon y Amy, también son jinetes olímpicos.

– Mide 1,85 metros.

Biografía, palmarés, estadísticas: Ian Millar nació en Halifax, Nueva Escocia, Canadá, el 7 de enero de 1947. En su palmarés tiene una plata olímpica y cuatro oros, cuatro platas y dos bronces en Juegos Panamericanos. Ha sido once veces campeón de su país.

Os dejo con un vídeo de hace un año de Millar:

Hasta mañana.

Quién fue… Fred Archer: desórdenes alimenticios y una historia de fantasmas

Fotografía de Fred Archer de su época en activo (WIKIPEDIA).

Fotografía de Fred Archer de su época en activo (WIKIPEDIA).

Vamos a cerrar la semana con una historia que estoy seguro que os va a resultar muy interesante, tanto como me lo pareció a mí. Creo, si no me equivoco, que es el primer jockey que saco en el blog. Pero os diré que la espera ha merecido la pena. Viajamos a la Inglaterra victoriana para hablar de Fred Archer.

El 11 de enero de 1857 nacía en Cheltenham, Inglaterra, Frederick James Archer. Su padre era William Archer, que en 1858 ganó el Grand National. A los 11 años de edad, en lugar de estar en la escuela, Fred empezó a entrenar con Matthew Dawson en The Heath House, una finca en Newmarket. Para los que no sepáis, Newmarket es una localidad de Suffolk que está considerada como la capital de las carreras de caballos de pura sangre. Poco después, en 1869, se incorporó como jockey de estos establos.

Pronto empezó a mostrar sus excepcionales condiciones como jinete, convirtiéndose en una leyenda. En poco más de 15 años de profesión, ganó más de 2.700 carreras, de entre las que destacan cinco ‘derbies’. Además, contrajo matrimonio con Helen Rose Dawson, la hija de su entrenador. Era toda una celebridad en la Inglaterra victoriana y, como imaginaréis, muy rico gracias a sus éxitos deportivos.

Pero esta vida exitosa escondía algunas desgracias. Como sabéis, los jockeys se caracterizan por ser muy menudos y ligeros. Archer medía 1,78 metros, una altura muy por encima de la habitual en su deporte, lo que le exigía controlar su peso al máximo. Este control se convirtió en obsesión y su peso rondaba los 50 kilogramos. Pasaba días apenas sin comer. Su dieta diaria llegó a consistir en una sardina, media naranja y un sorbo de champán. Llegó incluso a crear un purgante (que fue bautizado como ‘La Mezcla de Archer’) para mantener a raya su peso. A esto se le sumaba un carácter desagradable, huraño, amén de ser una persona rácana y obsesionada con su deporte y con el dinero.

Caricatura de Archer publicada por 'Vanity Fair' el 28 de mayo de 1881 (WIKIPEDIA).

Caricatura de Archer publicada por ‘Vanity Fair’ el 28 de mayo de 1881 (WIKIPEDIA).

Por si fuera poco, a sus desórdenes alimenticios se le sumó la muerte de un hijo recién nacido y a la muerte de su esposa Helen en el parto de la segunda hija, lo que le sumió en una profunda depresión. Dos años después de su viudedad, y tras varios días de fiebre, Archer agarró un revólver y se disparó en la boca. Era el 8 de noviembre de 1886. Tenía 29 años.

Fue enterrado en el cementerio de Newmarket, junto a su mujer y a su hijo. Le legó a su hija una fortuna de más de 66.000 libras esterlinas, que al cambio actual serían más de 6,5 millones. Pero aquí no acaba la historia. Poco después de su fallecimiento, empezaron a relatarse testimonios de personas que vieron, por la noche, a Fred Archer cabalgar a lomos de un purasangre gris por las pistas de Newmarket Heath. Se cree que el lugar está encantado y por él vaga el espíritu del jinete más famoso de la Inglaterra victoriana.

Hoy en día, en el Museo Nacional de las Carreras de Caballos, en Newmarket, se exponen algunos de los objetos de la vida cotidiana de Fred Archer. Entre ellos, la pistola con la que se quitó la vida.

Espero que paséis un buen fin de semana.