Hay deportes peculiares y extraños en el mundo. Hoy os voy a traer uno de los más llamativos que he oído nunca. Es el buzkashi.
El buzkashi está considerado el deporte nacional de Afganistán. Se juega a caballo. Los jinetes se llaman ‘chapandaz’. Es un deporte muy tradicional, por lo que las reglas están un poco difusas, aunque el Comité Olímpico Afgano las ha codificado. Se trata de dos equipos de 10 ‘chapandaz’, que juegan en un terreno de 400 metros de largo, a caballo, en dos partes de 45 minutos. Y no, no hay pelota. Se juega con el cuerpo de una cabra decapitada. Lo que leéis.
Los jugadores deben llevar la cabra decapitada al centro del terreno de juego (en algunas variantes) o a una zona circular situada en los extremos del campo (en otras variantes). Se trata de un juego muy violento, donde tanto los jinetes como los caballos tienen que tener una preparación física muy alta.
- Escena de buzkashi (WIKIPEDIA)
- Un ‘chapandaz’ trata de controlar su caballo (WIKIPEDIA).
- Un partido en un barrizal (WIKIPEDIA).
- Llegada de los ‘chapandaz’ (WIKIPEDIA).
- Partido bajo la nieve (WIKIPEDIA).
- Los caballos están sometidos a un gran esfuerzo (WIKIPEDIA).
- También los jinetes tienen que esforzarse al máximo (WIKIPEDIA).
- Las condiciones son muy duras (WIKIPEDIA).
- Partido en el barrizal (WIKIPEDIA).
- Entre el barro y los jinetes, es difícil encontrar la cabra (WIKIPEDIA).
- Algunos jinetes usan antiguos cascos de conductores de tanques soviéticos, reciclados tras la guerra (WIKIPEDIA).
- El buzkashi es el deporte nacional de Afganistán (WIKIPEDIA).
Además, no siempre hay árbitro, así que a veces es un deporte muy peligroso. Para darle mayor dramatismo, es habitual que los ‘chapandaz’ lleguen al partido armados con sus fusiles kalashnikov, aunque suele regir entre los jugadores cierto pacto de caballeros para que las cosas no vayan a mayores.
Este deporte, que se juega también en países como Tayikistán, Kazajistán o Kirguizistán, se disputa desde casi la Edad Media, aunque en los años de dominio talibán del país, estuvo prohibido. Tras la caída de este régimen, se vuelve a disputar, tradicionalmente los viernes, aunque menos que antes, debido a la escasez de caballos tras los durísimos años de dominio talibán y la persistente inseguridad de este país asiático.
Aunque parezca un deporte de pastores, los jugadores son profesionales y cabe destacar el nombre de Aziz Ahmad, considerado el mejor del mundo. Los equipos son sostenidos por los ricos señores de la guerra, que son los dueños de los caballos y que pagan mucho dinero en apuestas. Al contrario que en el deporte de élite occidental, los mejores jugadores o ‘chapandaz’ suelen serlo a partir de los 40 años de edad.
Así se ve el buzkashi:
Hasta el miércoles.
Me parece macabro. es …vivir en la prehistoria…jugar con un cadáver, sea quien sea la víctima, dice mucho de ellos…..sabrán que estamos en el siglo XXI?
14 enero 2018 | 11:02
Pues una salvajada como otras muchas
14 enero 2018 | 11:02
Si cambiamos la cabra decapitada por un muñeco de igual peso, dimensión y forma, además de dejar los kalashnikov en casa, sería un deporte bastante interesante.
14 enero 2018 | 11:06
¿Deporte?
Qué falta de respeto, al animal y a ellos mismos.
Jugar con cadáveres… qué va, qué va. Que jueguen al fútbol y en barro sería también divertido.
14 enero 2018 | 12:18
https://www.youtube.com/watch?v=VkZq52nqb_Q
14 enero 2018 | 12:38
Rambo III
14 enero 2018 | 13:08
¿Esgrimirán como argumento que «es arte y tradición»?
14 enero 2018 | 13:23
las caras de los caballos fatigados es lo peor
14 enero 2018 | 13:41
Imagino que en sus orígenes, la cabra decapitada era la cena o comida de los ganadores.
Aquí se untaba un tronco de grasa y arriba se ponía un jamón, el que lograba alcanzarlo se lo comía en casa. No veo tanta diferencia entre una cabra sin cabeza y una pata sin cerdo, en ambos casos el animal ya está muerto.
14 enero 2018 | 18:20
Está visto que en los países de Asia Central hace falta un poco de activismo animalista. No entro en el tema de si el animal recibió o no una muerte rápida sin agonía, ya que el post no dice nada al respecto, pero llamar bestialidad a esto es quedarse muy corto. Y no estoy seguro de que los ganadores (ni nadie) se quieran comer la cabra después de pasearla por semejantes barrizales.
05 febrero 2018 | 10:22