Quién fue… Eclipse: el caballo invencible que cambió la historia de las carreras

Grabado de Eclipse (WIKIPEDIA).

Grabado de Eclipse (WIKIPEDIA).

Pues ha sido una semana muy equina y cómo no, la vamos a cerrar con un caballo. No es la primera vez que sale un animal de esta especie en el blog (hablé de Northern Dancer hace casi tres años), pero como dije entonces, en el fondo los caballos de competición también son deportistas. El de hoy es bastante más antiguo, pero tiene una historia interesante. Es Eclipse.

El día 1 de abril de 1764 hubo un eclipse solar visible en el hemisferio norte. Ese día, nacía en Crabourne Lodge, Berkshire, Inglaterra, en las cuadras del duque de Cumberland, un caballo de color castaño brillante, con una fina marca blanca en la frente y con la pata trasera derecha también blanca. El nombre, claro está, no podía ser otro que Eclipse.

Eclipse era hijo de Marske y Spilletta, caballo y yegua que descendían de Darley Arabian y Godolphin Arabian, los sementales árabes más famosos de los que hubieran sido importados nunca a Inglaterra. Entre el presagio del día de su nacimiento y tales antecedentes, estaba claro que Eclipse prometía.

Al año de nacer, el duque de Cumbrland murió y su yeguada fue subastada. Eclipse fue vendido a William Windman, un tratante, por 75 guineas. Tres años después, Windman buscó a un experto que pudiera domar a Eclipse. El caballo tenía un pésimo carácter y era indomable. Encontró entonces a Dennis O’Kelly, un criador de caballos irlandés al que le vendió la mitad del animal por 650 guineas a cambio de que éste tratara de domarlo. O’Kelly lo puso en manos del entrendor de sus cuadras, un tal Sullivan.

Grabado del esqueleto de Eclipse realizado en 1862 (WIKIPEDIA).

Grabado del esqueleto de Eclipse realizado en 1862 (WIKIPEDIA).

Una vez domado, empezaron a hacerle pruebas a Eclipse y pronto se dieron cuenta de que estaban ante un caballo fuera de serie. El 3 de mayo de 1769, Eclipse debutó en competición, en tres carreras de 4.000 metros ante otros cuatro caballos. Eclipse ganó con extrema facilidad.

Tras ganar su segunda carrera, montado por el jockey John Oakley, el único que podía manejar su fuerte temperamento, la fama de Eclipse subió como la espuma. Era tal su superioridad que empezó a rumorearse que dueños de otras cuadras y apostadores empezaron a planear acabar con el caballo. Asustado, Will Windman vendió por 1.100 guineas la otra mitad de Eclipse a O’Kelly. Éste lo siguió poniendo en liza y el caballo ganó todas las carreras que disputó, en total, 18. Fue entonces cuando se acuñó la frase «Eclipse first and the rest nowhere» («Primero, Eclipse, y el resto, en ningún lado»). Se dice que llegó a alcanzar una velocidad máxima de 83 pies por segundo (algo más de 90 km/h), algo difícil de creer (y de probar) hoy en día.

Curiosamente, su apabullante superioridad provocó su retirada. Tras 17 meses sin carreras debido a que nadie apostaba por sus rivales, Eclipse fue dedicado a tareas de semental. O’Kelly había recibido ofertas millonarias por el caballo, pero decidió no venderlo, ya que pensaba que como semental iba a sacar mucho dinero. Estaba en lo cierto. Para que os hagáis una idea, Eclipse ganó como caballo de competición 25.000 libras. Como semental, ganó más de 200.000 libras. Y es que O’Kelly cobraba 75 libras por yegua montada. De Eclipse nacieron muchos caballos, de los que 344 fueron campeones alguna vez.

El día 27 de febrero de 1789, con 24 años, Eclipse sufrió un cólico y murió en Wintchurch. Su cuerpo fue estudiado al detalle y la autopsia reveló que su corazón era mucho más grande de lo normal. Tenía un peso de 6,5 kilos, cuando lo normal es que el corazón de un purasangre pese 4 kg. Muchos de sus descendientes presentaban esta anomalía. Sus huesos, además, tenían una densidad mayor de la normal. Su esqueleto fue donado al Royal Veterinary College, uno de sus pies fue entregado como premio en Ascot y los otros tres se conviertieron en tinteros, mientras que los pelos de su cola se usaron en adornos varios.

La importancia de Eclipse en la historia de las carreras de caballos es capital, ya que se considera que, en la actualidad, el 80% de los caballos de carreras tienen algún parentesco con Eclipse. Su nombre ha aparecido en novelas y publicaciones varias e incluso hay un modelo de coche, de la firma japonesa Mitsubishi, que lleva su nombre.

Espero que os haya gustado el artículo. Pasad un buen fin de semana.

2 comentarios

  1. Dice ser james tiberious k.

    Preciosa historia, vaya segunda vida tras la competicion tuvo Eclipse…que envidia.

    E impresionante lo como se ha esparcido sus genes….

    Lo del corazon y su tamaño creo recordar que de Indurain siempre se ha dicho lo mismo, que tambien es capaz de bombear mas caudal que la media.

    saludos

    01 julio 2016 | 14:39

  2. Dice ser ruomalg

    Definitivamente este caballo marcó un antes y un después. Dotado con un supercorazón, gran corredor y mejor semental, padre de toda una estirpe de campeones… una vida mucho más interesante que la de muchos deportistas humanos 😛

    11 julio 2016 | 23:51

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