Empezamos la semana con Juegos Olímpicos y la terminamos con Juegos Olímpicos. Ya sabéis que de vez en cuando me gusta hacer un viaje en el tiempo más prolongado de lo habitual e irme hasta los inicios de la práctica deportiva como costumbre humana. Hoy es uno de esos días. Voy a hablaros de Melankomas (o Melancomas).
En Caria, actual Turquía, nació en el primer siglo de la era cristiana Melankomas (nombre que significa ‘el del pelo negro’). Si algo sabemos de él es gracias a un historiador griego de la época llamado Dion Crisóstomo, que narró en sus Discursos algunos episodios de la época que le tocó vivir, en concreto bajo el gobierno del emperador Tito en Roma.
Dion Crisóstomo narra las peripecias de Melankomas en los Juegos de la 207ª Olimpiada, en el año 49 de nuestra era. El púgil se proclamó campeón olímpico debido a su técnica, muy particular: evitar golpes. Gracias a horas y horas de entrenamiento, Melankomas había desarrollado la capacidad de mantenerse con sus brazos alzados hasta dos días seguidos. Así, y gracias también a su velocidad, no había adversario capaz de golpear su rostro. Estos quedaban exhaustos y abandonaban. Se dice que este boxeador griego nunca fue derrotado, pero lo que es más difícil aún: nunca fue golpeado.
Pero Melankomas no era famoso sólo por sus dotes como púgil, sino que también estaba dotado de una increíble belleza. Por ello, el emperador Tito se enamoró de él y lo convirtió en su amante, decisión que fue muy comentada en Roma en aquellos años.
Por desgracia, cuenta Dion que Melankomas murió joven, de una causa que no trascendió. Su muerte le llegó en Nápoles, durante una competición, y se dice que en su lecho de muerte, lo último que preguntó era cuántos días de competición quedaban, con la esperanza de volver a pelear.
Espero que os haya gustado este curioso viaje de casi 2.000 años. Que paséis buen fin de semana.
A ver si se hacía llamar Me-la-komas porque el emperador se la comió.
29 enero 2016 | 08:34
Creí ser el primero anunciando comentarios tontunos pero veo que se han adelantado.
Por cierto, redacta usted de una forma curiosa: «la capacidad de mantenerse ¿durante? con sus brazos alzados». Lo pongo en interrogante porque está mal formulada la frase.
29 enero 2016 | 08:51
Qué mal redactado, y usted perdone. ¿Murió joven, por qué? ¿A qué edad? ¿Era esclavo o libre? Eso nos aclararía su «amor» por el emperador ¿Por qué preguntaba cuántas peleas le quedaban? ¿Por afición, o porque quedaría libre después de esas peleas? En fin, y así desde el principio del artículo.
29 enero 2016 | 09:38
Para Yayi: Probabemente era libre ya que en los Juegos Olímpicos estaba prohibida la participación a esclavos (aunque esta norma se relajaría más tarde con la decadencia de los Juegos)
29 enero 2016 | 10:22
Parranda, tenía usted razón, había un error de redacción ya corregido. Yayi, la única fuente es Dion Crisóstomo, y no responde a esos interrogantes.
Gracias por comentar
29 enero 2016 | 10:25
En la Grecia clasica era algo consentido por la sociedad. La banda sagrada de Tebas eran 300 amantes homosexuales que combatian juntos como cuerpo de elite del ejercito Tebano. No hay nada que no se haya inventando ya..
29 enero 2016 | 10:29
¿Quieres saber también cuál fue su última comida?
29 enero 2016 | 12:01
Interesante.
29 enero 2016 | 12:02
Dice ser Para yayi…
Lo único que quiere es criticar, como la mayoria de la gente.
29 enero 2016 | 15:48
Me encanto esto, super revelador! Que mucha gente imprudente y otros que tampoco leyeron bien, antes de criticar lea y dejense de criticar y destilar tanto odio y veneno, A ver quien se pone a escribir antes de hablar tanta mier#a, pendej#s
29 enero 2016 | 19:57
Está visto que los Juegos de la Antigüedad también tienen historias interesantes. Ese entrenamiento cansa sólo de leerlo, pero si le resultó efectivo pues mejor para él.
02 febrero 2016 | 00:40