Quién fue… Bernhard Trautmann, de soldado alemán a héroe en Inglaterra

Otra de las nuevas secciones de esta andadura es la de Quién Fue. Estos artículos se diferencian de los habituales en que no busco tanto el paradero del deportista en cuestión, sino la historia que tienen detrás. Muchas de ellas son merecedoras, y no exagero, de una película. Voy a estrenarme con una historia que cuando conocí, me llamó la atención. Es la de Bert Trautmann, el soldado alemán que tras la II Guerra Mundial se convirtió en un héroe futbolístico en territorio enemigo. Os cuento:

1942. La II Guerra Mundial está en plena ebullición. Bernhard Trautmann, un paracaidista de la Luftwaffe (la fuerza aérea alemana) es destinado al frente oriental. Allí destaca en las tareas defensivas provocadas por el contraataque soviético, habiendo logrado escapar incluso en una ocasión en la que fue apresado por el Ejército Rojo.

Ascendido a sargento y condecorado con una Cruz de Hierro de primera clase, Trautmann regresó al frente occidental, a Francia, donde los problemas de los nazis empezaban a ser preocupantes para Hitler. Fue capturado por la resistencia francesa y de nuevo logró escapar, hasta que en 1944, con unas claras perspectivas de que la Alemania nazi perdería la guerra, Trautmann decidió desertar y volver a su Bremen natal, aun a sabiendas que en esa situación, tanto los aliados como sus compatriotas le perseguirían, estos últimos por tratarse de un desertor.

En esa huida, dos soldados estadounidenses se lo encuentran y lo hacen prisionero, pero de nuevo el escurridizo Trautmann huye campo a través y salta una valla… para encontrarse a dos soldados británicos de bruces.

«Hola Fritz, ¿te apetece una taza de té?»

Con esta muy inglesa expresión, le dieron la bienvenida sus nuevos captores (‘Fritz’ era el nombre genérico con el que se conocía a los soldados alemanes en la II Guerra Mundial por parte de los aliados).

Consciente de que la guerra tocaba a su fin, decidió no resistirse y asumir su estatus de prisionero. Tras una temporada en Bélgica, Trautmann fue internado en un campo de prisioneros del norte de Inglaterra. Después de que la inteligencia británica detectara, tras interrogarlo, de que a pesar de ser oficial y haber pertenecido a las Juventudes Hitlerianas no era ideológicamente nazi (sino un soldado), Bernhard Trautmann se integró en la vida del campo de prisioneros, jugando al fútbol contra otros internos de otros campos. Aunque comenzó como jugador de campo, un día se hizo daño y acabó de portero, un papel que marcaría su vida.

Una nueva vida

Bautizado como Bert por los ingleses y acabada la guerra, Trautmann decidió no regresar a Alemania, ya que según él mismo declararía, allí ya no tenía ni casa ni familia ni nada. Así que se quedó en Inglaterra y comenzó a trabajar en una granja, a la vez que jugaba como portero en el Saint Helens, modesto equipo amateur de los alrededores de Liverpool. A pesar de jugar en aficionados, empezó a hacerse famoso y esa fama hizo que algunos clubes profesionales, que estaban dispuestos a volver a la normalidad tras la guerra, se interesaran por él. A Bert le convenció la oferta que le hizo el Manchester City.

Su llegada al fútbol profesional, en 1949, no fue fácil. Fácil no era tampoco para los aficionados ingleses que su equipo fichara a un ex soldado del Ejército nazi, cuando apenas cinco años antes tantos británicos se dejaron la vida en el campo de batalla o incluso en sus propias ciudades por culpa de la locura de Hitler. El caso es que al club llegaron cientos de cartas de aficionados indignados, y a los entrenamientos acudían hinchas con pancartas con lemas como «Fuera el alemán». Pero pronto se les fue pasando su furor cuando vieron a Trautmann jugar, y es que el ex paracaidista era un porterazo. Al cambio de opinión del público contribuyó el capitán del City, Eric Westwood, un veterano de guerra que participó en el Desembarco de Normandía, que afirmó

«En el vestuario no hay guerras».bert-trautmann

Pero el calvario de Trautmann no se quedó en Manchester, ya que por todos y cada uno de los campos por los que pasaba el equipo, recibía insultos y broncas descomunales, que en varias ocasiones afectaron incluso al rendimiento de Bert.

En 1950 visitó por primera vez Londres para jugar en un Fulham-Manchester City. La prensa de la capital tomó el hecho como todo un acontecimiento. La castigada y bombardeada capital del Imperio Británico recibía a un ex soldado alemán. Ese día Trautmann hizo un partidazo, tanto que cuando acabó el partido recibió una gran ovación.

Jugándose el cuello

Su fama se fue acrecentando y se convirtió en uno de los mejores porteros de la Liga. En 1955 se convirtió en el primer jugador alemán en jugar una final de la Copa de Inglaterra, en la que el Newcastle derrotó al City. Al año siguiente, el City repitió en la final, que jugó ante el Birmingham. A 15 minutos del final, Trautmann chocó contra un delantero rival y recibió un rodillazo en el cuello. A pesar del fuerte dolor, el alemán siguió jugando e hizo unas paradas de mérito, que salvaron a su equipo, que se alzó con el triunfo. El cuello le dolía horrores e incluso el Duque de Edimburgo, que le impuso una medalla al acabar el partido, comentó después que se notaba claramente que el cuello de Trautmann estaba torcido. A pesar de que apenas podía mover el cuello, Bert pudo hasta celebrar el triunfo. Días después, en Manchester, una radiografía reveló un impactante hecho: Trautmann tenía una vértebra rota, lesión que le mantuvo casi un año fuera de los terrenos de juego.

Trautmann continuó con su carrera hasta 1964, si bien en ese tiempo no pudo jugar con su selección (Alemania sólo convocaba a jugadores que disputaban su liga). Ese año fue despedido en un partido contra el Manchester United, en el que militaba Bobby Charlton. Trautmann, que era un especialista en parar penalties (detuvo el 60% de los que le lanzaron en su carrera), recibió el reconocimiento internacional. El considerado por muchos mejor portero de todos los tiempos, el ruso Lev Yashin, dijo una vez:bert

Sólo ha habido dos porteros de clase mundial: Lev Yashin -o sea, él mismo- y el chico alemán del Manchester City, Trautmann.

Tras su retirada se dedicó a entrenar, en Inglaterra, en Alemania y por todo el mundo, siendo técnicos en equipos de países como Tanzania, Pakistán o Yemen. Dejó definitivamente el fútbol en 1988 y creó una fundación con su nombre para fomentar las relaciones entre Reino Unido y Alemania.

Pero no sabéis lo mejor. Bert Trautmann sigue vivo. Tiene 89 años y reside… en España, en un pueblo costero de la provincia de Castellón.

Aquí os dejo un reportaje sobre Trautmann, con imágenes de la final de la FA Cup del 56. Está en alemán:

Espero que os haya gustado. Os deseo un feliz fin de semana.

19 comentarios

  1. Dice ser Dr. J

    Gran historia, de las que me gustan de la sección. Espero que sea un éxito, como todas las nuevas secciones que vas a incluir en el blog.

    Menos mal que esta historia, a diferencia de muchas de las que contaste en el otro blog, sí tiene un final (bueno, todavía no tiene final) feliz.

    11 enero 2013 | 08:53

  2. Dice ser ruomalg

    El primer Quién fue que vio la luz en blogia. Una historia ejemplar de integración, de esas de esas en las que el deporte rompe las barreras que levanta la guerra (entre otros elementos) y con una pedazo de frase esa de Westwood.

    11 enero 2013 | 09:36

  3. Dice ser PEDRALBES

    Hola a todos

    Grandísima sección y grandísimo artículo, Edu, yo creo que es uno de los favoritos de los «veteranos». Terminó ese partido con una vértebra rota, igualito que los futbolistas de ahora. Ah, no.

    Para que no se diga que me descentro, he añadido un comentario en el post de ayer.

    Saludos y buen finde

    11 enero 2013 | 09:36

  4. Dice ser Bicha

    Qué buena e interesante historia!

    11 enero 2013 | 09:39

  5. Dice ser igesar75

    Sí, también uno de mis posts favoritos de la anterior etapa, y un extraordinario ejemplo de fe en sí mismo, integridad y amor propio. Igualito que los fubtolistas de ahora, que «están tristes» cuando les pitan en algún estadio o en el suyo propio. Ah, no (muy bueno, Pedralbes jejeje).

    Y que le vaya muy bien en su retiro dorado en nuestras costas, al igual que tantos otros compatriotas suyos (tanto alemanes como ingleses jeje).

    11 enero 2013 | 10:05

  6. Dice ser brodie

    Grandisima entrada. Uno de los motivos por los que me paso todos los días por este bar es para conocer historias como esta de futbolistas «igualitos a los de ahora. Ah, no» jejeje Buenísimo el comentario.

    Enhorabuena de nuevo, Edu.

    11 enero 2013 | 10:13

  7. Dice ser ciudadanokane

    Todo un veterano fallschirmjäger convetido en portero de la premier, gran historia!! Esto confirma que no todos los alemanes que combatieron en la SGM eran nazis, simplemente soldados.

    11 enero 2013 | 10:24

  8. Dice ser Mislateta

    Gran artículo que en su momento ya me gustó mucho. Cuántos jugadores de hoy en día deberían aprender de gestos como el comentado en el artículo. Ah, no (creo que se va a convertir en una buena coletilla).

    Para acabar la semana maese Edu nos ha servido un exquisito manjar, y más para un seguidor y admirador de los porteros como yo.

    Buen fin de semana.

    11 enero 2013 | 10:43

  9. Dice ser Dr. J

    Por cierto, Edu, ¿ahora qué vas a hacer los viernes? ¿Sacar un Gran Reserva de Blogia? Jajajaja.

    11 enero 2013 | 11:23

  10. Dice ser Cris

    Me encantan éstas historias. ¡Qué raro que se jubile en el levanté español siendo alemán! 🙂

    Me he reído con el comentario de Dr. J, jajaja.

    11 enero 2013 | 12:08

  11. Dice ser pepe leches

    Hombre, no es un gran ejemplo el de un desertor en tiempo de guerra.

    11 enero 2013 | 12:29

  12. Dice ser Uffff

    No, es mejor quedarte a matar gente por coj…, obligado aunque no creas en la causa.

    11 enero 2013 | 12:59

  13. Dice ser PEDRALBES

    Edu, te acabo de enviar la F.I. prometida. Y ya sabes el refrán: Pedralbes propone y Edu Casado dispone

    11 enero 2013 | 14:07

  14. Dice ser Yo1571

    Enhorabuena por el artículo, es muy interesantísimo y podría dar pie a una película

    11 enero 2013 | 14:11

  15. Dice ser PEDRALBES

    Y tanto, la mayoría de los Quien fue darían para una película. De hecho, alguno la tiene, pero no os doy más pistas, ya los ireis viendo

    11 enero 2013 | 14:38

  16. Dice ser Tim Siglo XXI

    Gran historia precedida de la lacra de los últimos siglos, las guerras provocadas por el odio religioso, ahora las guerras no son armadas sino económicas.
    Increible que el prota de hoy escapase 3 veces de sus captores hasta que se «dió por vencido» al ser capturado por los britanicos
    Acabar un partido con algo roto es de otros tiempos, sobre todo cuando no había cambios en los partidos, ahora como decís se quejan por todo, que si jugar 2 partidos a la semana, que si el calendario, que si largos desplazamientos, bla bla bla…. a los jugadores de 1ª les metía yo viajes como hacen en España otros deportistas «profesionales» En la Leb Oro y Leb plata (2ª y 3ª categoría de baloncesto) se hacen muchisimos viajes de mas de 800 km en autobus, viajes de mas de 10 horas, de noche y no en los autobuses de 1 millón de euros que llevan algunos clubes de futbol, no son nada comodos y menos para jugadores de mas de 2 metros.

    11 enero 2013 | 16:58

  17. Dice ser Torrente 5

    Impresionante artículo, excelente y endiabladamente interesante!

    11 enero 2013 | 16:59

  18. Dice ser Cris

    Perdón, el comentario ha sido de Pedralbes. Un lapsus.

    11 enero 2013 | 19:05

  19. Dice ser WALKER

    todos los dias se aprende alguna histori nueva, cuando no te la cuenta un abuelo, la aprendes en este blog.

    gracias

    http://energiasolaraislada.blogspot.com.es/

    12 enero 2013 | 13:10

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