Santuarios del deporte. Estadio Pocitos, Montevideo

El estadio que os traigo hoy ya no existe. De hecho, no existe desde hace más de 70 años. Pero es especial, así que no me extiendo más.

Nombre oficial: Estadio de los Pocitos.

Ubicación: Montevideo, Uruguay.

Capacidad: 10.000 espectadores.

Año de inauguración: 1921.

Año de clausura: 1940.

Equipos: Club Atlético Peñarol (hasta 1933).

Deportes: Fútbol.

Más cosas: Pues este estadio tiene de especial que fue el primero que acogió un partido mundialista. Sí, amigos, como bien sabréis, el primer Mundial de la historia fue el de Uruguay 1930. Todos los partidos se disputaron en Montevideo, en tres estadios: Centenario (el actual de Peñarol), Parque Central (el actual del Nacional) y el Pocitos. El estadio Pocitos entró en los Mundiales porque el Centenario no estaba del todo terminado.

El primer partido de la historia de la Copa del Mundo fue un Francia-México, disputado el 13 de julio de 1930. El resultado fue de 4-1 para los galos. El primer gol de la historia de los Mundiales lo marcó en este campo Lucien Laurent.

Pero volvamos un poco atrás. En noviembre de 1921 se estrenaba este campo, que sería el de Peñarol, con un amistoso entre el equipo aurinegro y el River Plate argentino, con un resultado de 1-1. El Nacional, eterno rival de Peñarol, no quiso participar en el partido inaugural, y de ahí la presencia de los bonaerenses.

Pero Pocitos duró poco como estadio de Peñarol. De cara al Mundial, se planeó la construcción del estadio Centenario y el equipo aurinegro decidió el traslado. En 1933, cuando el Centenario estaba completado, Peñarol abandonó Pocitos y el estadio se quedó a merced del planeamiento urbanístico de un Montevideo cada vez más creciente. Así las cosas, a partir de 1940 comenzó el desmantelamiento del estadio y en 1946 ya no quedaba ni rastro de Pocitos, ya que sobre él se construyeron avenidas y viviendas.

En el año 2002, un arquitecto uruguayo llamado Héctor Enrique Benech decidió buscar y encontrar el lugar exacto en el que se marcó el primer gol de la historia de los Mundiales. Tras mucho rebuscar, en 1926 encontró una fotografía aérea de la zona, y superponiéndola a una actual, logró encontrar ambos puntos. Así, se convocó un concurso para colocar dos monumentos conmemorativos en el punto exacto donde estaba el centro del campo, y en el punto exacto donde estaba la portería en la que Lucien Laurent marcó el gol. El concurso lo ganó el escultor local Eduardo Di Mauro, que colocó dos monumentos, uno titulado Cero a cero y pelota al medio y Donde duermen las arañas. Me parece una iniciativa cojonuda, la verdad.

Bueno, espero que os haya gustado el artículo. Mañana más.

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