Camisetas para la historia: Manchester United, 3ª equipación, 1996

Esta nueva sección la estrené el otro día con una belleza como la camiseta de la selección alemana de 1990. Pero, a veces, las camisetas se hacen también famosas por malas razones. La camiseta de la que os voy a hablar hoy es una de ellas. Es la tercera equipación del Manchester United en la temporada 95/96.

Umbro, la más representativa de las firmas de ropa deportiva británica, fue durante muchos años el proveedor del Manchester United (y de la mayoría de los equipos de la Liga inglesa). A mediados de los 90 empezaron a ponerse de moda las terceras equipaciones, que en teoría nacían para ser empleadas cuando ni con la primera ni con la segunda equipación se solventaran problemas de confusión con el contrario. Pero los clubes descubrieron que era una lucrativa fuente de ingresos (por la venta a los aficionados), además de por dar la oportunidad a los expertos en marketing de explorar colores y diseños no necesariamente relacionados con los colores tradicionales de los clubes.

Es el caso del Manchester United. Para la temporada 95/96, Umbro ideó una tercera equipación basada en el gris. La primera era, por supuesto, roja. La segunda, blanquiazul a franjas verticales. Pero la camiseta gris nació gafada. Al parecer, a Sir Alex Ferguson no le gustaba. Lo peor fue cuando empezaron a utilizarla. Y es que diablos rojos no ganaron nunca con ella puesta. En cinco partidos perdieron cuatro y empataron el otro. Pero la gota que colmó el vaso tuvo lugar en abril del 96, en un partido de liga entre el Southampton y el Manchester United, disputado en The Dell. Los de Ferguson llevaban la equipación gris y en el descanso iban perdiendo 3-0. Según relató Lee Sharpe, en aquel tiempo en la plantilla de los mancunians, lo primero que dijo el escocés cuando llegaron al vestuario fue «Quitáos ese uniforme, os váis a cambiar». En la segunda parte salieron de blanquiazul y maquillaron el resultado, que fue de 3-1. Al parecer, el gafe de la camiseta gris tenía explicación. Los jugadores no se veían entre ellos. La tonalidad de la camiseta convertía a los jugadores del Manchester United en invisibles. Tras el partido de Southampton, el Manchester United no volvió a llevar jamás esa camiseta, que fue retirada. Ahora se ha convertido en algo así como un objeto de coleccionista.

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