Tú en los ’90 cogías un culebrón adolescente (con adolescentes o jóvenes veinteañeros interpretados por gente que ya no podía cumplir los 30 otra vez) y ponías a Aaron Spelling al frente y aquello no podía fallar. Era apostar sobre seguro.
Sin embargo, y a pesar de que muchas de las ¿estrellas? de la serie que nos ocupa podían perfectamente aparentar sus veinte (como Daphne Zuniga), había otros que saltaba a la vista que no. Y uno de ellos era, sin duda, Thomas Calabro, que yo creo que ya con cinco años aparentaba cuarenta y dos.
Aunque, todo sea dicho, él tenía 33 años cuando se metió en esta serie y su personaje andaba por ahí. El engaño no era tanto.