Recién estrenado el siglo, la serie que nos amarró al sofá (al menos durante sus primeras temporadas) fue Los Serrano: una trama familiar/amorosa que terminó con un final que, por lo visto, convenció a pocos.
Fue protagonista, primero, la historia de amor entre Marcos (Fran Perea) y Eva (Verónica Sánchez), hijos uno de Diego (Antonio Resines) y otra de Lucía (Belén Rueda) —quienes estaban casados—.
Que este tema de la relación prohibida era lo que funcionaba de la serie pareció quedar demostrado cuando, al irse Marcos y Eva, recogieron el testigo Guille y Teté, hijos mediano y pequeña respectivamente de Diego y Lucía, que llevaban ya tiempo con su propio tira y afloja (en la vida real, por cierto, fueron pareja durante seis años).
A Teté le daba vida una jovencísima Natalia Sánchez, que tenía trece años cuando se estrenó la serie y hoy, veinte años después, la actriz y modelo es madre de dos peques y está a punto de cumplir treinta y tres primaveras.