¿Sabéis, así sin googlear, cuántos años de carrera interpretativa tiene Michelle Pfeiffer a sus espaldas? Más de cuarenta. Se dice muy pronto, pero hace cuarenta años el cincuenta por ciento de los lectores de este blog no había nacido aún (qué narices: tampoco había nacido la menda), y del resto pocos tienen memoria histórica que les llegue tan allá.
De hecho, muy probablemente, la mayoría recordamos nítidamente a Pfeiffer por primera vez en el papel de aquella secretaria inocente a quien casi se comen viva un montón de gatos macarras. ¿Os acordáis?
Y es que, en efecto: Michelle Pfeiffer fue aquella primera Catwoman que nos regaló el cine en el Batman de Tim Burton (el Batman bueno, el que nos dio un Pingüino como Dios manda, que era Danny DeVito con chistera, y no este de ahora, que es Colin Farrell disfrazado de Jesús Gil).
Pero no nos desviemos y volvamos a nuestra protagonista:

Pfeiffer en los Globos de Oro de 2018 (GTRES)