Nos ubicamos en el año 2000, cuando las productoras del mundo buscaban nuevas fórmulas de comedia familiar lejos del clásico núcleo de «familia feliz» que llevábamos tragando treinta años y que ya olía tanto a rancio que era imposible que se siguiera sosteniendo mucho más. Ah… El poder del pueblo, amigos, reducido a esto…
Fue entonces cuando, en esta búsqueda, surgió una teleserie en cuyo epicentro se encontraba Malcolm, un chavalín de quien descubrían que era un genio y que vivía en una familia deliciosamente desastrosa. Y, de ese desastre, Jane Kaczmarek era la matriarca: Lois.

Cuidao, que tiene mérito estar 6 años en antena y no ponerle un apellido a esta familia.
-EDITO: Una lectora me apunta que el apellido de la familia en realidad sí se dijo en la serie: UNA VEZ, en el episodio piloto. Era Wilkerson. ¡Gracias, Zaira!
A Jane le sucedió lo mismo que a su compañero de reparto, el gran Bryan Cranston, que es que fue esta la serie que le dio fama internacional, aunque llevaba ya muchos años de interpretación. Concretamente, 18 en su caso. Y casi todo lo que había hecho hasta entonces había sido televisión.
De hecho, antes de Malcolm había estado en Felicity, El abogado, Cinco en familia o Fiscales para la justicia, por ejemplo, además de algunas tan icónicas como Canción triste de Hill Street (en la que tuvo 6 episodios) aunque -no os lo perdáis- uno de sus primeros papeles fue, ya en el ’83, en la mitiquísima Remington Steele.

La cuestión es, después de ser la madre del genio adolescente más famoso del planeta, ¿qué ha estado haciendo Jane? Lee el resto de la entrada »