De quienes andamos por aquí, tal vez haya quien aún recuerde haber visto a Angela Lansbury en La Bruja Novata, una de las películas más queridas por quienes llegaron al mundo allá por los ’70.
Aunque, para una gran mayoría, será más fácil ubicarla en el papel que la hizo inmortal en nuestras pantallas: el de Jessica Fletcher en Se ha escrito un crimen.
Yo era una cría, pero supe que quería aprender mecanografía y que quería dedicarme a escribir toda mi vida cuando la conocí. Era mi referente (de los pocos referentes femeninos, por entonces) y, por si fuera poco, se llamaba como yo: Jessica Fletcher. Inteligente, independiente y arrolladora. ¿Quién no querría ser como ella?