Decidme dónde y cuándo he de sacrificar… Bueno, una gallina no. ¿Podría ser un aguacate? No me importaría sacrificar un aguacate a algún dios menor para ser como ella. La incomparable Joan Collins.
Nacida en Paddington (Londres) en un impresionante 1933, el próximo mes de Mayo cumplirá 88 años como 88 soles. Cuando durante los años 50 se mudó a Hollywood, tenía 20 años y no tardó en convertirse en una de las más grandes estrellas del celuloide americano. Películas como Esther y el rey, Los buenos mueren jóvenes o Tierra de faraones la llevaron pronto a lo más alto.
Ojito con ella que, entre otras cosas, tuvo episódicos en exitazos atemporales nacidos por entonces, como Batman (ya sabéis: el Batman de Adam West, allá en el 67) Star Trek o Misión: Imposible. Aunque supongo que es lo justo decir que también hizo títulos que algunos llamarían «menos afortunados» pero que a mí me gusta meter en el cajón de lo gloriosamente bizarro, como es el caso de El imperio de las hormigas, de 1977. A ver si creíais que Sharknado se inventó ayer.