Quien más quien menos, estos días todo el mundo nota el puente, bien sea por trabajar menos o por trabajar de más. Pero, como fuere… ¡Feliz introducción oficial a la Navidad!
Porque yo no sé en vuestras casas, pero en la mía la Navidad empieza aquí, en este puente, cuando ponemos el árbol y los adornos y empezamos a empalagarnos de cine navideño.
¿Y qué película no puede faltar en este empacho festivo? Exacto: El Grinch. Bueno, y muchas otras, pero hoy hablamos de El Grinch, esa película que vio la luz cuando Jim Carrey estaba en la cresta de la ola y lo fichaban para todas las películas de personajes raros y ahorrarse el 50% del presupuesto en maquillaje.
En El Grinch aparecía, junto a Carrey, una dulcísima niña quién que estaba empeñada en rescatar al Grinch de su miserable soledad y llevárselo a celebrar la Navidad a Villaquién. ¿La recordáis? Se llama Cindy Lou, interpretada por Taylor Momsen, que tenía entonces siete añines de nada.