Pocas carreras se pueden encontrar tan rematadamente meteóricas como la de esta mujer. Aplausos, aplausos, aplausos.
Jennifer Lawrence es una de las actrices más jóvenes (nació en el ’90), prometedoras y talentosas del panorama actual. Y, además, está sabiendo elegir sus guiones con muy buen tino, sumergiéndose en papeles complicados de gran calidad, lejos del rol de ser «la cara bonita». Y hace bien, porque las caras bonitas tienen fecha de caducidad, mientras que el talento es eterno.
En los últimos años, hemos visto a Lawrence en multitud de grandes títulos, empezando por X-Men: Primera generación, saga en la que interpreta a Mística. Aunque, desde luego, la fama mundial le llegó, indiscutiblemente, en forma de tsunami con la saga de Los juegos del hambre.
Ha estado en producciones como El lado bueno de las cosas, con Bradley Cooper, La casa al final de la calle, en la que interpreta a la hija de Elisabeth Shue (la novia de Karate kid, ¿qué fue de ella?), La gran estafa americana, Joy en 2015 (por la que fue nominada al Oscar a mejor actriz), el año pasado, Passengers, junto a Chris Pratt (que también tiene un pasado y una carrera fulgurante) o, este año, Madre!, considerada por muchos una de las mejores cintas del año.
Y todo esto (grandes títulos, fama mundial, nominación al Oscar) lo ha conseguido en solo… ONCE AÑOS de carrera. Increíble, ¿verdad? Lee el resto de la entrada »