Si no os importa, voy a ir dejando esto por aquí:

En 1994, Roland Emmerich llevó a la gran pantalla la novela homónima Stargate («puerta estelar»), lo que fue una gran sorpresa para los fans de la ciencia ficción, pues se creó una nueva saga que luego iría la pequeña pantalla en formato de serie por tres veces: Stargate SG-1, Stargate Atlantis y Stargate Universe. La película, (por resumir mucho) cuenta que toda la mitología del antiguo Egipto está basada en una visita alienígena de hace quince mil años y urgando, urgando en la arena desentierran la puerta (el Stargate), encuentran a los aliens otra vez y, hombre, amistosos, lo que se dice amistosos, pues no son. Y ahí es cuando se empieza a liar parda.

El encargado de urgar era el Dr. Daniel Jackson, arqueólogo, e interpretado por nuestro prota de hoy, James Spader. Confieso que era mi personaje favorito, tanto en la peli como en SG-1.

Cuando James llegó a ese papel, ya tenía todo un carrerón detrás. De 16 años, nada menos, porque su primera actuación en televisión fue en 1978 (el mismo año, por ejemplo, que Mandy Patinkin -aka Íñigo Montoya– debutó en Broadway). Había aparecido en varios papeles de pibón ochentero tanto en series, como The family tree, como en películas, como Maniquí, Sexo, mentiras y cintas de vídeo, A toda marcha o La chica de rosa.

Spader en ‘La chica de rosa’

Su papel en Stargate, cuando tenía 34 años, fue su primera incursión en el mundo de la fantasía y la ciencia ficción. Y no se le dio nada mal. Por eso lo recordamos =)

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