Poco se puede decir sobre El Padrino que no haya sido dicho ya, en algún momento. Esa maravilla basada en una obra de Mario Puzo y que Francis Ford Coppola, de la mano de Paramount, llevó al cine en 1972 con gran éxito y en 1972 con una entusiasta acogida (entre las dos películas sumaron seis premios Oscar, y ambas ganaron el de mejor película). Y luego ya en en 1990, con un éxito que muchos dirían que más tirando a lo regulero, pero solo porque hubo acuerdo general en que la dos primeras fueron mejores y creando, con todo, una de las sagas más icónicas del cine de nuestro tiempo.