La vida a través de la mirada de una persona extraordinaria con un CI de 75. Forrest Gump se estrenó en los cines en 1994 y fue un rotundo éxito mundial, convirtiéndose (y convirtiendo así a la novela homónima de Winston Groom en la que está basada) en un clásico instantáneo.
Forrest, interpretado de forma sublime por un magistral Tom Hanks, tenía cuatro ejes principales que eran las constantes en las diferentes etapas de su vida: su madre (Sally Field), Jenny (Robin Wright), el teniente Dan (Gary Sinise) y su mejor amigo, Benjamin Buford Blue, a quien «todos llamaban Bubba, como si fuera de una tribu».
A pesar de que fue un papel más que disputado (llegó a audicionar para él Tupac Shakur), a Buba acabó por darle vida —de forma no solo correctísima sino también entrañable— el ya por entonces experimentado Mykelti Williamson, que se había estrenado catorce años atrás en Starsky y Hutch y que, después de pasar por infinidad de series con papeles de mayor o menor calado (como Vacaciones en el mar o Canción triste de Hill Street), encontró en el de mejor amigo de Gump el papel que lo metería directo en el recuerdo de generaciones.