No sé si lo sabéis, pero hace unos días (el pasado 10 de septiembre) se cumplieron treinta años desde el estreno del primer episodio de Expediente X, aquella serie fantástica que en la que, contra la lógica y el escepticismo de la agente Dana Scully (Gillian Anderson) aparecía un David Duchovny que, aunque por entonces a muchos nos parecía un señor mayor, visto ahora parece un crío de instituto. Duchovny, Fox Mulder, era el creyente, el que tenía fe, el que afirmaba que «la verdad estaba ahí fuera».
Aunque es probable que muchos/as de vosotros hayáis tenido alguna noticia suya desde que la serie terminara allá en 2002 (sin contar la segunda tanda, entre 2016 y 2018), todavía mucha gente se pregunta a qué ha dedicado su carrera desde que dejara de perseguir aliens.