Puede que nos parezca mentira, pero este próximo verano cumplirá cincuenta primaveras uno de nuestros actores más internacionales. Y digo que puede que nos parezca mentira porque quién no recuerda a Eduardo Noriega en aquellas películas de los ’90, tan absolutamente geniales, que no vinieron sino a demostrar que Noriega estaba destinado a ser una de las estrellas más brillantes del panorama.
Ahora que seremos muchos los fans que podremos disfrutar, una vez más, de su presencia cuando se estrene en Prime la serie Reina roja, basada en el libro de Juan Gómez-Jurado, con todas las papeletas que tiene de acabar convertida en una de las mejores series nacionales de Prime (y con las altas expectativas de que terminen adaptando el resto de la trilogía), he pensado que qué mejor momento para recordar al actor en cinco papeles esenciales de su carrera, uno de ellos muy desconocido, a pesar de ser uno de mis favoritos.
Me ha resultado muy difícil elegir solo cinco, y que conste que los aquí presentes no son necesariamente los mejores, porque hay mucho y muy bueno donde elegir.
Tesis (1996)
Obviamente, tenía que estar aquí y ser la primera. Había debutado en pantalla en el 94 con Luna y pasado por Historias del Kronen y Colegio Mayor (esto último en Telemadrid). Con Tesis le llegó el salto definitivo a la fama: una cinta absolutamente atemporal, que bien podríamos disfrutar hoy día sin apreciar más paso del tiempo que la cantidad de pixels en pantalla.
En la película, Ángela (Ana Torrent), estudiante de Imagen y Sonido en la Complutense, prepara su tesis con el tema de la violencia en el mundo audiovisual. Ella y un compañero acaban envueltos en una trama de películas snaff (asesinatos en directo) que se desarrolla en su propia universidad.
Abre los ojos (1997)
Bien me fastidia que sean tan seguidas, pero es inevitable: si con Tesis saltó a la fama, Abre los ojos lo consagró en un parpadeo (el juego de palabras no ha sido intencionado). Además, este fue su primer papel protagonista y recibió su primera nominación a un Goya, que repetiría años más tarde, en 2005, con El lobo.
Dirigida por Amenábar (igual que Tesis) y con Penélope Cruz como coprotagonista, Abre los ojos sigue la vida de César (Noriega), un chico atractivo y adinerado, después de sufrir un terrible accidente de coche que lo deja completamente desfigurado. La cinta tuvo su versión Hollywood en 2001, protagonizada por Tom Cruise y también Penélope Cruz: Vanilla Sky.
Che Guevara (2005)
Si no me equivoco, su primera colaboración internacional había sido, más o menos, en La fuente amarilla, una coproducción hispanofrancesa de finales de los ’90. En 2000 hizo Plata quemada, argentina, y poco después apareció en varias películas francas más. Seguro que muchos recuerdan haberlo visto en En el punto de mira, esa de acción protagonizada por Forest Whistaker, Dennis Quaid y Matthew Fox, producción de Hollywood, en 2008. Pero yo prefiero pararme en Che Guevara, la primera película que hizo con EE.UU. y en la que interpretó el personaje que da nombre a la cinta.
Perfectos desconocidos (2017)
Me van a llover palos por traerme este título como «esencial», pero no puedo evitarlo: le tengo un especial cariño. Tal vez porque fue una de esas películas que me aligeró el confinamiento.
Perfectos desconocidos es una comedia que roza el thriller, dirigida por Álex de la Iglesia y coescrita por él, Jorge Guerricaechevarría y Filippo Bologna. Es una historia deliciosa (que tiene versión italiana de 2016 y mexicana de 2018), en la que un grupo de siete amigos decide jugar, durante una cena, a compartir con los demás todos los mensajes y llamadas que les vayan llegando, revelando sus verdaderas, y desconocidas, vidas.
Allanamiento de morada (1998)
Sí, damos un salto atrás y os traigo este cortometraje del 98 escrito y dirigido por Mateo Gil, «basado en 1.749.358 casos reales» y protagonizado por Eduardo Noriega, Pepón Nieto y una espectacular Petra Martínez, conocida en los últimos años por interpretar a Doña Fina en La que se avecina.
Tal vez por todos los años que aquí la que escribe fue comercial, le tengo un especial cariño a este corto que tan fielmente refleja lo que sucedía (¿sucede?) en el día a día de los comerciales a puerta fría. Al menos, de los que «vendían mucho». Sin embargo, y a pesar de su tremenda calidad, no es un papel, ni una película, que se conozca demasiado, y de ahí que quiera yo traerla aquí.
En mis años de comercial oí la leyenda de que Noriega había sido comercial antes que actor, y que participar en este proyecto fue su particular forma de «venganza».
La fuente amarilla no solo es un peliculón, sino que es el mejor papel que Noriega ha hecho y hará en su vida. Y punto.
23 mayo 2023 | 12:22 pm