No veíamos a Hackman desde 2004, cuando se presentó Bienvenido a Mooseport, su último estreno.
Tras una carrera marcada por enormes papeles, como el de Jimmy en The french connection (Contra el imperio de la droga, se tituló en España) o el que hizo como Little Bill en Sin perdón, junto a Clint Eastwood (papeles, ambos, que le otorgaron un Oscar), seguramente somos muchos quienes lo recordamos, sin embargo, por haber sido el Lex Luthor que acompañó a Christopher Reeve en el Superman de los años ’80.
Aunque fueron muchos los papeles que, durante los años ’90, mantuvieron su estatus de actor consagrado (Cómo conquistar Hollywood, Una jaula de grillos o Enemigo público podrían ser una buena muestra), entrados los 2000 fue poco el tiempo que se mantuvo en activo.
En un no parar que sumó una decena de títulos en cuatro años, encontramos éxitos como The Mexican y Los Tenenbaums, dos de sus últimos taquillazos.
Acumula en su más de medio siglo de carrera profesional casi tantos premios como nominaciones (32 contra 39, según IMDb), incluyendo Oscars, Baftas y Golden Globes. De hecho su último premio lo consiguió con Los Tenenbaums en 2002, solo un par de años antes de su último papel.
En 2004 hizo la que sería su última película: una comedia junto a Ray Romano titulada Bienvenido a Mooseport. Cuando se estrenó, antes incluso de que la crítica la dejara por los suelos, Hackman ya había decidido que abandonaba la actuación.
Hackman dijo entonces adiós a su carrera, aunque no lo diría públicamente hasta cuatro años después, pero a Reuters y casi con la boquita pequeña.
Cuando en 2008 dijo (como comentaba antes, a Reuters y con la boca pequeña) que había decidido retirarse entonces, confesó no haberlo hecho de manera pública por recomendaciones ajenas, por si «aparecía algún papel estelar», pero lo cierto es que el motivo de Gene para tomar su decisión es que, por un lado, no le hacía ninguna gracia terminar su carrera haciendo «papeles de abuelo» y, por otro lado, se confesó «cansado de la mierda que hay detrás de toda esta industria». Así, discretamente, uno de los grandes puso punto final a su carrera como actor.
Desde entonces Gene se ha dedicado a dar rienda suelta a sus otras dos facetas artísticas.
La primera, la pintura. Hackman ya pintaba en sus primeros años en Nueva York como parte de su fuente de ingresos y es algo que, al parecer ha retomado con ganas en su retiro. Pero el hecho de que no venda su arte, sino que solo lo ceda para fines benéficos hace una labor difícil encontrar imágenes de uso libre de sus pinturas.
La segunda faceta del actor, desde 1999, es la de escritor. En unión al arqueólogo Daniel Lenihan ha publicado tres novelas: Wake of the Perdido Star (1999), Justice for None (2001) y, la última, Escape from Andersonville (2008).
Y, además, con posterioridad ha publicado otras dos, esta vez en solitario: Payback at Morning Peak, una novela histórica del oeste americano (2011) y Pursuit, un thriller policíaco (2013).
Con todo, Hackman ha conseguido mantenerse alejado de las cámaras. Hasta ahora, cuando el New York Post ha hecho público un vídeo del actor haciendo un pedido en una hamburguesería de autoservicio en Santa Fe.
@camilog17036837 Gene Hackman, el pasado día 7 de marzo de 2023. pic.twitter.com/P9IvFKJZsx
— Pedro070323 (@Unusuar16752338) March 9, 2023
En apenas un par de días, estas imágenes han dado la vuelta al mundo, ya que es poca la gente que conoce la faceta de escritor de la ex estrella de Hollywood y su obra ha tenido poca repercusión. Pero, además, son 10 los años que han pasado desde su último libro, por lo que desde sus 83 no se le ha visto un acto público.
Sus fans, eso sí, siguen estando ahí.
@camilog17036837 Gene Hackman, el pasado día 7 de marzo de 2023. pic.twitter.com/P9IvFKJZsx
— Pedro070323 (@Unusuar16752338) March 9, 2023